Estimado Ex Ministro Bitar,
Permítame saludarle después de varios años, y diferir nuevamente con usted en un par de puntos.
Primero que todo, no parece buena idea pensar que quienes opinan diferente, lo hacen así porque o están desinformados o son muy “niños” para hacerlo. Me recordó cuando en 2005, al sentarse en la testera del salón de honor de la Universidad de Chile, usted, como Ministro de Educación, llamó “maleducados” a un grupo de estudiantes que silenciosamente mostraban algunas pancartas dramáticamente similares a las de hoy en día.
Lo que causó su enojo en su discusión con el actual vicepresidente FECH, me parece a mí, fue percibir en el prójimo características que sabe suyas, y que evidencia en sus permanentes alusiones al pasado. Me refiero a la supuesta superioridad moral que le entrega haber luchado por recuperar la democracia y haber dedicado “toda la vida” a la política. Para dirimir sobre el acierto político de sus dichos, habrá que recurrir a sofisticados modelos sobre qué tasa de descuento usar para proyectar el capital político del pasado a las acciones del presente. Y sinceramente lo ignoro, luego prefiero no pronunciarme.
Sin embargo, en relación a lo técnico, no puedo mantener silencio. Y es que cuesta respaldar sus dichos sustentados en un “cambio de contexto”: ¿en 6 años Chile cambió tanto que en ese entonces resultaba adecuado y justo incorporar a los bancos en el financiamiento de los estudios de los universitarios más pobres, y ahora no? Es más, probablemente el período en que su opinión cambió no fue en los últimos 6 años, sino que en los últimos 6 meses, a medida que la actual movilización comenzó a tomar cuerpo. Si aceptáramos su teoría de desarrollo de las políticas públicas ¿se da cuenta cuántos zigzagueos más podríamos justificar? ¿Por qué no privatizaciones como lógico segundo paso de estatizaciones? ¿Me va a decir que usted sigue siendo marxista y estuvo "agudizando las contradicciones"?
Disculpe la intromisión nuevamente, pero me parece a mí más bien el suyo un fenómeno de “racionalización” posterior a una incapacidad más visceral. A diferencia del ex ministro Vidal y su “fuerte y claro: nos equivocamos con el CAE”, usted no puede reconocer que fue un gran error. Y note que con eso soy aún benevolente, pues le entrego el beneficio de la duda y de la nobleza, en ausencia de la cual tendría que creer que actualmente usted no piensa como dice hacerlo. ¿No ha pensado que, tal vez, en ese entonces también hubo un grupo de “niños” que tuvo razón? Quizás no éramos tantos, pero tampoco tan “egoístas” como usted hábilmente nos estigmatizó en la prensa, pues sólo exigimos un buen sistema público tanto para las universidades tradicionales como para las instituciones privadas.
Y permítame por favor otro punto, estimado ex Ministro: la legitimidad política parece ser un fenómeno fugaz, basado mucho más en las convicciones contemporáneas que en las victorias del pasado. Por eso cuesta creer hoy que el apoyo de la Concertación al movimiento social provenga de una convicción. Prueba de ello es el fenómeno digno del realismo mágico que anula cualquier divergencia con las propuestas del movimiento, brechas que otros muchos sí tenemos. Pero no se preocupe tanto, que la historia ya inventó una solución para eso: la renovación profunda de los conglomerados, tanto de ideas como de dirigentes.
Yo lo invito, de forma informada, madura, y ojalá respetuosamente, a tomar el sitial que usted merece. Me parece a mí que ese es junto a sus nietos y familia. Podremos discutir en muchos foros qué tan alto debiera ser su “montepío político” en honor a su aporte de antaño, que sin duda lo hubo, pero definitivamente parece justo que usted hoy dé un paso al lado que engradezca su obra, y se acoja con ello al descuento del 7% aprobado por este gobierno (en caso que se encuentre en el rango de ingresos adecuado, por cierto).
Créame que eso le puede ayudar incluso a su partido, para transformar en convicción lo que hoy no pasa de ser sólo un discurso más.
Agradecido sinceramente de todo lo aprendido de usted, le saluda muy afectuosamente,
PD: Los argumentos aquí expuestos -salvo el respeto y los agradecimientos-, no tienen nada de personal hacia el ex Ministro y colega, pues aplican también a muchos otros conspicuos políticos chilenos… de los 90.
* Felipe Melo Rivara, Ingeniero UCH y Ex Pdte FECH 2005.
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danielg
Excelente. El señir Bitar es de esa clase de personjes nefastos que tuvo la suerte de estar en el lugar preciso. Y quiso redituar de ello. Le ale por los poros esa voluntad de defender la injusticia. No mirar al prójimo y sacar la bandera del la ignominia de haber sido un perseguido de la dictadura…
Bitar es delos malos, de lso narcos, de los que olvidaron para que estan el servicio público
Se cree rey de un reino sin justicia, solo para él…..
Si las palabras sonaran la cantaría el coro.
step a side Bitar……tu tiempo ya no es hoy….