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Bienvenida al desierto de lo real: carta abierta a Valentina Verbal

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Hace tiempo que vengo observando tu existencia con curiosidad. Una persona transexual que quiere llegar al Congreso siempre me pareció un aporte más que necesario para una vida política chilena que carece de respeto por diversidades de cualquier tipo y que no hace mucho más de diez años que cayó en cuenta que existían sexualidades e identidades de género diferentes. Es notable que sin “el Rumpi” aún viviríamos en el oscurantismo y desde entonces era cuestión de tiempo para que apareciera alguien como tú. Sin embargo, el hecho de que aparecieras desde la derecha no podía ser más sorprendente.

La derecha chilena nunca ha sido nada más que la expresión de una clase. En este sentido, no vale la pena distinguir entre una derecha conservadora y una liberal, porque a la derecha conservadora le viene muy bien el proyecto económico liberal y la derecha liberal puede perfectamente ceder en temas valóricos frente a una derecha conservadora. Después de todo, siempre ha sido posible para la élite ir a practicarse abortos al extranjero de ser necesario o tener todos los hijos que les de su dios porque hay dinero para las dos cosas; se trata de una clase que puede optar con una libertad que no tiene nadie más en Chile y que al parecer tampoco quieren compartir con nadie más.

Me vas a decir que la derecha no consiste solo en personas de clase alta y que existen personas de clase media y baja que han adherido a sus postulados y es cierto. Sin embargo, aquellas personas siempre han tenido la categoría de sirvientes del más diverso pelaje y nunca han podido tener un lugar preponderante dentro de ninguno de los dos partidos, a no ser que primero hagan una fortuna tan considerable como la del presidente y, así y todo, la oligarquía tradicional les arruga la nariz; son poco más que el “negro de la casa” del que hablaba Malcolm X, o sea, un sirviente que defiende los intereses del patrón por sobre los propios porque ha hecho suyo el discurso de la clase dominante.

Tampoco debemos olvidar que ha sido tu propio presidente el que ha rechazado el aborto terapéutico debido a sus principios católicos. Él, que no puede ser más liberal dentro de tu sector, no ha sido capaz de entender la necesidad de algo tan elemental como la separación entre la Iglesia y el Estado, cosa que debió establecerse incluso en la espuria constitución de Pinochet, aunque fuera de la boca para afuera. Es esa misma doctrina canónica la que condena a personas como tú o cualquier tipo de sexualidad diversa no reproductiva.

Una candidata transexual podía verse “progre” en la agenda de los candidatos, pero después de la “traición” de Piñera a la derecha dura, era necesario volver a las raíces del sector y mostrarse como defensores de la moral tradicional para no perder a su electorado de siempre, que amenazaba y todavía amenaza con irse con Parisi o con anular. La derecha defiende la uniformidad y tú claramente ya no puedes formar parte de sus filas, al menos no en un lugar preponderante porque te has salido de la norma. Mucho menos será posible ahora, porque este es el momento de mostrarle a sus electores que siguen siendo los mismos, a pesar de haberle cerrado el Penal Cordillera a los viejos estandartes.

Cualquier medida que salga de la derecha en pro de la diversidad o es el resultado las presiones de otros sectores o no es más que cosmética. Así, por ejemplo, si bien el AVP puede solucionar algunos problemas prácticos de convivencia en las parejas del mismo sexo, consagra la diferencia y excluye del imaginario colectivo un estatus de verdadera igualdad que sólo puede lograrse en el matrimonio igualitario. No les molesta un país desigual, pero sí uno diverso.

De la misma forma, creo que tú eres una derechista a la chilena que, si se mira bien, no es en rigor de derecha, sino tal vez de centro o inclusive de izquierda. Al menos tu cuerpo ya se decidió por cambiar de sexo para calzar con su verdadero género, lo cual es, biopolíticamente hablando, claramente no de derecha.

A no ser que tengas la plata, no se puede ser gay y de derecha, ni transexual y de derecha, ni filósofo y de derecha, ni poeta y de derecha, porque la derecha cree que antes de ganarte el derecho a cualquier cosa tienes que autofinanciarte siendo un emprendedor y emprender desde cualquier disidencia es muy difícil y está casi destinado al fracaso. Para tu sector el emprendedor que triunfa lo es todo, mientras que un simple trabajador es un fracasado que no vale nada, porque doscientos mil pesos a estas alturas no es nada. En esto coinciden la derecha conservadora y la liberal, y ello explica que pese a todos sus percances, ambas derechas nunca hayan puesto en cuestión su vínculo casi matrimonial.

Tu familia es una familia de derecha atípica, pero esa atipicidad los vuelve inconsecuentes y en el caso de la derecha la inconsecuencia tiene un lado bueno, porque quiere decir que el sentido común permeó la rígida visión del sector. Sin embargo, no es suficiente porque la inconsecuencia finalmente perpetúa indefinidamente una visión intolerante que en el corazón de la derecha permanece incólume, ya que no es cuestionada, sino que simplemente ignorada «a la chilena». Esta inconsecuencia «a la chilena» permite que la disidencia nunca ponga en jaque las estructuras en profundidad; es como en el caso de los católicos «a la chilena», que, en rigor y dadas su práctica y creencias, no deberían llamarse católicos, pero la Iglesia hace la vista gorda para que no se transformen en un problema dentro de lo que ellos creen que es el Cuerpo de Cristo, no cuestionen a la jerarquía y sigan contribuyendo con su vuelto en el Líder para el Hogar de Cristo.

De la misma forma, creo que tú eres una derechista «a la chilena» que, si se mira bien, no es en rigor de derecha, sino tal vez de centro o inclusive de izquierda. Al menos tu cuerpo ya se decidió por cambiar de sexo para calzar con su verdadero género, lo cual es, biopolíticamente hablando, claramente no de derecha. Sé perfectamente y por experiencia que un cambio de perspectiva tan radical es muy difícil e imagino que tal vez sea incluso más difícil que una reasignación de género, porque en Chile las trincheras políticas generan una lealtad tan irracional como los equipos de fútbol y me imagino que quieres seguir en tu sector porque tienes buenos y verdaderos amigos y porque, como tú misma lo has dicho, RN es el lugar en donde construiste tus afectos y tu partido de siempre. Sin embargo, ese partido de siempre ya no se adapta a tu nueva identidad. Espero sinceramente que adviertas que tu exclusión no es más que un ejemplo más de que la derecha es exclusión y exclusividad, algo muy bien representado en su club de golf, y me gustaría que volvieras a la política, pero esta vez desde una trinchera distinta que puede ser de centro o de izquierda. Después de todo, tú tampoco perteneces a la oligarquía y no les debes ninguna lealtad a quienes han sido desleales contigo. De verdad me despido con mis mejores deseos.

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Valentina Verbal

Estimado Arturo:

Agradezco sobremanera que ocupes tu tiempo en escribirme una carta. Podría comentar varios puntos, pero el tiempo escasea por estos lados.

Me llama, eso sí, la atención que veas las cosas tan en blanco y negro, sin distinguir matices. Tanto en mi vida como en el mundo las cosas son mucho más complejas.

Y otra cosa que me sorprende es que midas a la derecha en base a lo que (históricamente) ha sido, pero no ocupes la misma vara para medir a la izquierda que, al parecer, evalúas como algo nunca realizado.

Las experiencias de izquierda que conozco, en la línea de la superación del capitalismo (y que es la línea que, me parece, defiendes) han sido radicalmente atentatorias en contra de la dignidad humana. Pienso en los horrores del socialismo real en el siglo XX.

Socialismo real no sólo por intentar superar (de verdad) el capitalismo, sino por ser las únicas experiencias concretadas de algo que merezca el nombre de socialismo.

Porque lo que ahora se entiende por socialismo (estarás de acuerdo conmigo) no es más que un vino aguado, un mal vino, para quienes gustan de la pureza de las cosas, no de las adaptaciones o imitaciones. De ahí, por lo demás, la inconformidad de muchos (creo estás en este grupo) con los 20 años de la Concertación, coalición incapaz de superar el «modelo heredado de Pinochet».

Si me muestras un socialismo real que haya respetado la dignidad humana, recién ahí pensaría en pasarme a la izquierda. Aunque, la verdad, me costaría mucho, ya que aunque pueda decepcionarme con los POLÍTICOS y PARTIDOS de derecha, ello no implica que me decepcione el capitalismo, sistema que admiro y del que gozo.

Entre otras cosas, por ser fuente y contexto (en Chile y el mundo) para el avance en libertades civiles y culturales. Sin libertad económica, y con mayor control del Estado, inevitablemente, se tiende al control cultural y de los cuerpos. En esto jamás creeré.

En conclusión, puede que otro mundo, en un mundo no real, sea de izquierda. Pero no el que vivo y en el que, a pesar de los pesares, he sido lo que soy y querido ser.

Cariños,

Vale

    Arturo Ruiz

    En general no suelo responder a los comentarios de mis columnas por este medio, sin embargo, ya que tú respondiste por este canal, considero que lo justo es que te responda usando las misma vía, dado que mi columna fue dirigida a ti en primer lugar. Así también creo es el momento de hacer algunas precisiones teóricas.
    Me es difícil entender porqué se cree que la única izquierda que existe es aquella que defiende los socialismos reales del siglo XX, siendo que salvo por Cuba, ya nadie defiende algo como eso y ningún pensador niega que fueron un profundo fracaso. La izquierda que yo defiendo es la de un Estado fuerte en un contexto democrático y no un foco o vanguardia revolucionaria leninista.
    En este contexto, el Estado es un cuerpo representativo que representa los intereses de un pueblo, mientras que las corporaciones privadas no representan más que los intereses de sus dueños o accionistas, intereses que casi necesariamente se oponen a aquellos de los ciudadanos, como hemos visto en los casos puntuales de Pascualama y Aisén y el caso general del sistema de las AFP que ha sido denominado “fábrica de pobres”. Estos ejemplos dan clara cuenta de que el interés corporativo ha pasado sobre el interés ciudadano.
    El marxismo es primero y ante todo un método de análisis de la historia y no un catecismo. Hay que agregar además que el proyecto original de Marx no se llevó a cabo ni en Cuba ni en la ex Unión Soviética, dado que la teoría original sostenía que antes del advenimiento de la revolución era necesario el triunfo de la burguesía industrial para la aparición de un verdadero proletariado industrial capaz de establecer dicha revolución. En el caso ruso, el rol del proletariado industrial fue tomado por una vanguardia que tomó las decisiones en vez de un proletariado industrial inexistente, dado que apenas y sí había industria. El proceso cubano tampoco siguió el mapa de Marx y dista mucho de haber cumplido con la utopía.
    En términos menos teóricos, la izquierda occidental ya no pretende la total propiedad pública de los medios de producción, sino más bien la regulación legal y estatal de dicha propiedad, sin perjuicio de que el Estado sí pueda ser propietario de algunas industrias estratégicas. No creo que esto sea “aguarse”, sino simplemente adaptarse a los tiempos que corren; otra actitud sería un fanático apegarse a un dogma.
    Respecto de las ideas de la derecha liberal, ha sido el liberalismo de la escuela de Chicago, que es la base de la derecha liberal chilena, la doctrina que llevó a la crisis norteamericana subprime de 2008, ante la cual los empresarios financieros de ese país acudieron al Gobierno sin arrugarse para socializar las pérdidas y es ese mismo Gobierno el que mantiene la economía estadounidense a flote hasta el día de hoy. Demás está decir que los efectos dominó de esa crisis afectan al mundo hasta ahora.
    En el caso chileno, las privatizaciones se llevaron a cabo de manera bastante “misteriosa” y con ello se ha favorecido la acumulación del capital en pocas manos, para ejemplo, baste el caso de Ponce Lerou y sus cascadas. Nadie dice que la Concertación no haya sido cómplice obligada o voluntaria de esto, pero el modelo original fue compuesto en la Universidad Católica por economistas de tu actual sector, por tanto si la Concertación no fue capaz de superarlo, mucho menos lo harán los herederos de los creadores mismos de un modelo que les ha favorecido. Respecto a este modelo chileno en particular, escuela de Chicago ha hecho todo menos favorecer a la libre competencia, ya que solo se beneficiaron del saqueo las oligarquías de siempre y los nuevos millonarios de Pinochet. Esta acumulación descarada del capital en manos de muy pocos ha conducido a una desigualdad que es escandalosa en el contexto mundial.
    Estos mismos pocos que han acumulado capital gracias al “liberal” anarco-capitalismo de Friedman, curiosamente coinciden en gran medida a los sectores más conservadores de la sociedad y han usado su nuevo poder e influencia para mantener un status quo que les favorece o les gusta. En este contexto económico y cultural, todas las expresiones realmente libertarias pasan por la oposición a este sistema. Todo aquello que además del dinero es valioso, como puede ser la poesía, la filosofía o las mismas humanidades se subordina a un orden empresarial privado que permite un par de limosnas estatales como los fondos concursables para la cultura y las artes, mientras el pueblo cada día es más ignorante, víctima de una educación pauperizada en eterna crisis. Esa misma educación estatal fue alguna vez el orgullo de Chile y fue su municipalización durante la dictadura la que la dejó en las condiciones del presente.
    En nuestro país toda demanda ciudadana no rentable debe esperar por un chorreo que jamás chorrea, porque la represa de la ambición es infinita. Este sistema además no tiene el más mínimo interés en expresiones culturales que puedan ser críticas del sistema o de la moral tradicional.
    Creo que el mismo abandono que sufrió tu candidatura apoya la tesis de la columna. Como miembro de la comunidad LGBTQ, no representas precisamente a la clase que representa tu partido y como al parecer no tienes la plata de otros actores de la diversidad, tampoco eres los suficientemente glamorosa como para que se te perdone y se te acepte como una curiosidad. Todo esto sin comenzar siquiera a hablar de la religiosidad anquilosada que atraviesa a los dos partidos de derecha y que impide que alguien como tú pueda ser considerada seriamente para representarlos.
    Hace mucho tiempo que en el mundo la izquierda no es sinónimo ni del modelo soviético ni del cubano, ni mucho menos de una China que de comunista no tiene más que el nombre. En este momento las izquierdas apoyan desde el modelo keynesiano impuesto por Franklin Roosevelt para acabar con la depresión del treinta, pasando por los modelos socialdemócratas del norte de Europa –en donde la riqueza sí ha generado una mejor calidad de vida para todos los actores sociales y en donde además la población goza de más libertades civiles que en ninguna parte, incluyendo libertades sexuales–. El pensamiento posmarxista también ha explorado en la búsqueda de nuevas formas de producción y distribución más acordes también con un orden natural y ecológico que a Marx le pasó inadvertido dedo el estado del conocimiento de su tiempo. En este sentido es cierto que Chile aún busca su destino en términos filosóficos, prácticos y políticos, sin embargo, ya queda claro que el futuro no caminará ni por la escuela de Chicago ni por el conservadurismo del Opus Dei, no si es que realmente vamos a avanzar a un Chile más libre e igualitario en el que podamos caber todos y todas.
    Los mejores deseos.

    vasilia

    vasilia

    Valentina:

    Perdona, pero tu respuesta me parece tan infantil que no puedo creer que la haya escrito una persona adulta.

    «Pienso en los horrores del socialismo real en el siglo XX.» Y por eso no eres de izquierda. Vale. ¿Por que eres de derecha entonces? Los horrores del capitalismo se extienden desde el siglo XVIII hasta el XXI, pensando desde la Revolución Industrial en adelante. Es evidente que nunca leiste a Dickens, ni entendiste de qué iba su Cuento de Navidad.

    Simplemente por mera conveniencia el capitalismo defiende los derechos politicos y civiles. ¿Pero eso son todos los derechos? Hablas de «dignidad humana» ¿que hay más indigno que vivir en un mundo contaminado y toxico, en que hasta tu cuerpo tiene un precio? Eso no se lo debemos al socialismo, se lo debemos al capitalismo. Los paises que mas se oponen a medidas ambientalistas no son los socialistas, son los capitalistas, porque todo lo reducen a dinero: cuanto cuesta tal cosa, cuanto vale tal otra. El capitalismo no sabe de derechos economicos, sociales y culturales. Sabe de explotacion laboral, de corrupcion y evasion fiscal, de editoriales que queman los libros que no se venden y de Ley SOPA que quiere impedir software libre porque hay que atarse de por vida a Apple o a Windows, lo quieras o no.

    «Sin libertad económica, y con mayor control del Estado, inevitablemente, se tiende al control cultural y de los cuerpos.» Por favor, niñita, ¿de que estas hablando? ¿Que nunca has leido a Horkheimer, Erich Fromm y a Marcuse? «Industria Cultural». ¿Que cultura tenemos en el mundo capitalista? Una que lava cerebros, que ha transformado a las masas en algo manipulable, complaciente y reaccionaria, en palabras de Horkheimer. Mira lo que tenemos en todos los paises capitalistas: una concentracion de los medios y de difusion cultural en manos de unos pocos, que lo usan para fomentar sus intereses, no los de la poblacion. ¿Nunca has pensado lo nefasto que es que tengamos mas de 7 canales con sus informativos, y todos emitan las mismas noticias internacionales, con las mismas palabras? No cambian ni una coma. Y siempre el mismo esquema: desastre en tal pais (sobre todo en alguno que sea algo molesto), pero nosotros estamos de lujo. Es insoportable lo uniformes que son los noticiarios y los periodicos. ¿A quien cuernos le importa que una cantantucha haga el ridiculo en una premiacion? Hay mas de 190 paises en el mundo ¿por que diablos en 7 canales es noticia lo que hace una cantantucha en un show? ¿Que sabes de Swazilandia? ¿Que sabes de Costa de Marfil, de Belice, de Trinidad y Tobago? Jope, durante meses no se paraba de hablar de Libia ¿que esta pasando ahora en ese pais?

    Y lo de los cuerpos me parece que despues de la ley de donantes universal es increible que lo pongas al lado de la palabra «libertad», mas todavia considerando que tenemos que pagar para impedir que nuestro cuerpo sea destrozado para darles nuestros organos, lo queramos o no, a alguien que pago millones de pesos por un transplante, sin importar cuantas personas que no pueden pagar esos millones, lo necesitan con mas urgencia.

    No se como alguien puede poner que admira y goza del capitalismo. ¿Que gozas, tener un Ipod, tener un mall? ¿Tambien admiras el hecho que el capitalismo, imperante en casi todos los paises del mundo, sea el sistema que mas fomente el trafico humano, el de organos, el narcotrafico, la explotacion sexual, la discriminacion, la explotacion laboral, la prostitucion infantil, etc?

    Lo siento Valentina, pense que eras una persona un poco mas pensante. Porque nadie te obliga a ser de izquierdas, pero alguien que se precia de ver matices no puede poner que admira y goza del sistema capitalista que le ha robado su jubilacion, que la condena a morir antes de reducir el precio de los medicamentos, que le impide tener una vivienda digna a menos que se endeude de por vida, como le niega a una educacion de calidad a menos que pague y que no la ve como un ciudadano, sino como una cosa a la que puede explotar hasta la ultima gota de sangre.

    Que pena.

valeverbal

Arturo:

No puedo responder inexactitudes sobre mi persona que reiteras en estos comentarios. No conoces mi vida, salvo lo que he escrito y que sacas totalmente de contexto con fines instrumentales, llevando agua a tu molino.

Te pido que dejes de simplificar mi realidad, sacándola de contexto. Yo jamás he expresado mi decepción con la derecha en sentido amplio. Por ejemplo, con las personas de derecha, con intelectuales de derecha, con centros de estudios, etc., sino con la derecha partidista hoy vigente en nuestro país. Es una decepción contingente y particular, no de fondo. Me sigo relacionado con una derecha cultural y social. Sigo creyendo en una derecha liberal como una posibilidad teórica, aunque no existente a nivel partidista y de difícil construcción en el corto plazo.

Tu visión de lo que es el liberalismo, no merece comentarios, no aprueba. Constituye una falacia del hombre de paja. Reducir el liberalismo, incluso el chileno, a la Escuela de Chicago, me parece increíblemente simplificador.

Y, por último, a preguntas simples se necesitan respuestas simples: ¿qué modelo socialista o de izquierda (real e histórico) no ha atentado contra la dignidad humana? ´¿Cuál es el modelo socialista que se ha llevado a la práctica, distinto del soviético y cubano, que estimas más acorde (que el liberal) con la defensa de la dignidad humana, de las libertades civiles, etc.?

En esta misma línea, no me calza que tiene que ver la lucha de clases con la lucha de grupos históricamente discriminados. Por lo mismo, ¿qué experiencia histórica de superación de la clase dominante ha implicado, al mismo tiempo, una una mayor inclusión de grupos históricamente discriminados? En forma más simple, ¿en qué país no capitalista han florecido los movimientos de derechos civiles? ¿Por qué consideras contradictorio ser LGBTI con la adhesión a un modelo de sociedad abierta en todos los sentidos, incluso en el económico?

Y, por favor, deja de reducir liberalismo a Escuela de Chicago o al Opus Dei. Si quieres insistir en ello, mejor ejerce tu libertad de inexpresión.

Tu columna la tomo como una humorada, no es para tomarla en serio.

Saludos,

Vale

Sofia

hace rato que caché que esta loca es una negra de la casa