A la fecha, sólo hay un conjunto de ideas sobre distintos sectores y situaciones del país que no alcanzan a configurar un programa. De hecho, en su discurso de proclamación sólo hay lugares comunes que podrían ser parte del programa presidencial de cualquier actor político. Sólo se han identificado ejes de la futura gestión que en lo esencial es la continuidad de la tríada de este gobierno: “sociedad de oportunidades, valores y seguridades”.
Tuvieron que pasar 41 años para que un proyecto político y un proyecto de vida se unieran en una candidatura presidencial. En efecto, en enero del 2013, a la edad de 57años, es proclamado oficialmente candidato presidencial de RN, Andrés Allamand: un político de profesión y de vocación. Una figura que no sólo se preparó toda su vida para este sitial, sino también soñó y trabajó por ese objetivo. Por ello, el hecho político de su proclamación puede ser interpretado como la “crónica de una proclamación anunciada”.
En esta dirección, por tanto, ¿qué define, identifica y caracteriza su relato presidencial? ¿Cuáles son sus ideas fuerza?,¿sus tácticas de posicionamiento?; en definitiva, ¿cuál es su arquitectura política?
Hay cuatro pilares que definen la arquitectura de su relato y que se articulan en dos niveles –o pisos-; mientras en el primero encontramos la trayectoria y el diagnóstico del Chile de hoy, en el segundo sus tácticas de posicionamiento y su proyecto del Chile del mañana.
La trayectoria
La columna vertebral de su despliegue es su trayectoria política. Luego de un largo aprendizaje ha llegado el momento de ser candidato presidencial. No sólo hay aprendizaje, sino también contactos, vinculaciones, conocimientos y toda la caja de herramientas que se usa en el mundo del poder y de la política.
Hemos escuchado en innumerables oportunidades que a los 16 años empezó a luchar contra la Unidad Popular, que participo en el “Acuerdo Nacional”, que fundó un partido, que formó parta de la “política de los acuerdos”, que fue dirigente de partido, parlamentario y ministro. Ha llegado, por tanto, el momento. El mismo afirma que “antes de resolver qué profesión quería estudiar, decidí que dedicaría mi vida a lo público”.
El diagnóstico
Allamand, en su discurso de proclamación, destaca que “el punto de partida de esta campaña es el Chile de hoy”. ¿Qué caracteriza este momento político e histórico? Él mismo afirma que Chile “es hoy una sociedad más compleja… ha disminuido la pobreza pero seguimos teniendo un muy disímil acceso a oportunidades educacionales, laborales y culturales… el mismo desarrollo ha traído nuevas brechas… hay demasiadas diferencias entre los chilenos”.
Esta referencia es importante, por cuanto reconoce que el Chile de hoy está fuertemente cruzado por “demasiadas diferencias”. La consecuencia de este hecho es la generación de un “estado de malestar “público” entre los chilenos. Para Allamand, esta situación encuentra raíces en el gobierno de Bachelet y afirma que “todo ese negativo proceso se acentúo durante el último gobierno de la Concertación… se hizo evidente que algo andaba mal: Chile languidecía en lo económico…; era evidente el debilitamiento político… y la paz social se resquebrajaba”.
La gestión del gobierno, también es parte del diagnóstico. En general, hay una visión positiva de la “obra Piñera”. Sin embargo, cree que hay que “mejorar lo bueno, abordar lo pendiente y corregir lo insuficiente: mejorar lo bueno es, que los que ya tienen trabajo tengan ahora mejores remuneraciones… y que los abusos hacia los consumidores se erradiquen… redoblar los esfuerzos para combatir la delincuencia” y mejorar la gestión política.
Tácticas de posicionamiento
Sobre la bases de este primer nivel estratégico, pasa a definir las tácticas de posicionamiento presidencial. En esa dirección, por tanto, debe definir y establecer relaciones políticas con el gobierno, con el sector y con los “presidenciables”.
En relación al gobierno la postura es de apoyo total a la obra y a la forma en que se está aplicando el modelo. La distancia tiene que ver con el rol de la política en el seno de la gestión Piñera. En efecto, no sólo se requiere eficiencia en la gestión, sino también negociación, capacidad de anticipar y resolver conflictos. La primaria oficialista lleva tres meses y las tensiones que se han generado con el Gobierno –como una forma de diferenciarse- han sido mínimas. Hay mucha prudencia. Hay miedo al descuelgue.
Su discurso busca mantener la unidad política del sector. En rigor, no hay grandes tensiones como para romper una alianza histórica que encuentra raíces en el régimen militar. Hay pragmatismo y poco riesgo. Hay claridad de que no se puede dañar la base de apoyo socio-político para la presidencial de verdad.
Frente a Golborne
La distancia con su “primer rival” se marca desde que se define la columna vertebral de su relato basada en la trayectoria: “trayectoria v/s mérito”. Son comunes sus afirmaciones en torno a que su candidatura no es producto del “pragmatismo, de la publicidad, de las encuestas, ni de la simpatía. En términos de tensiones y “peleas” ha sido una campaña muy poco agresiva –mucho “guante blanco”-. Parece, que a veces se olvida que debe disputar –en primer lugar- espacios de posicionamiento con Golborne. Las diferencias entre ambos son matices de un mismo baile.
Frente a Bachelet
Para Allamand “es posible” ganar la próxima presidencial. Ha llamado al optimismo desde el primer momento ya que lo separa de la Concertación-PC sólo cinco puntos porcentuales. Lo ha dicho: Bachelet es el candidato a vencer. La disputa de espacios de posicionamiento con la “santa del silencio” ha sido dejada para marzo. Se dieron cuenta que no se podía seguir discutiendo con un “fantasma”.
La propuesta y el programa
A la fecha, sólo hay un conjunto de ideas sobre distintos sectores y situaciones del país que no alcanzan a configurar un programa. De hecho, en su discurso de proclamación sólo hay lugares comunes que podrían ser parte del programa presidencial de cualquier actor político. Sólo se han identificado ejes de la futura gestión que en lo esencial es la continuidad de la tríada de este gobierno: “sociedad de oportunidades, valores y seguridades”. El eufemismo que usa, establece que “nuestra idea de Chile articula los conceptos de capacidad, justicia y comunidad”. Nada nuevo.
“Quién soy, qué veo, qué hago y qué quiero” son los pilares de su relato; en definitiva, trayectoria, diagnóstico, tácticas de posicionamiento y proyecto configuran la arquitectura teórica de su campaña político-presidencial. Hasta el momento ha sido un diseño “poco exitoso” en la perspectiva de que con Golborne, si bien las distancias se ha acortado, no ha sido capaz –hasta la fecha- de generar condiciones para ganar la primaria. Tampoco, ha sido exitosa en generar una candidatura más competitiva para enfrentar a Bachelet.
—–
Fuente de fotografía
Comentarios