El nuevo gobierno de Chile anunció un paquete de medidas bajo el rótulo "Alerta Temprana", tema sobre el cual he comentado anteriormente y participado de varias discusiones en Twitter. Esta es una reacción a ese anuncio.
Un poco de contexto: la emergencia vivida en Chle el 27 de febrero y durante horas y días posteriores demostró falencias en procesos e infraestructura de información pública y telecomunicaciones.
Nótese orden de esos conceptos: más importante lo primero que lo segundo, más fin que medio; más salvar vidas que saber cómo y dónde cada conocido percibió el sismo y sus consecuencias.
El anuncio gubernamental destaca acciones en el ámbito de la telefonía móvil (servicio pagado), televisión digital (requiere infraestructura y televisores nuevos), información en línea entre empresas y organismos públicos (no usuarios) y portabilidad numérica (cero relación con el tema).
Se anunció, además, energía para unos 400 "sitios" de telefonía celular, sin incluir backbones Internet ni infraestructura de broadcasting tradicional y sin detallar si habrá subvención o se obligaría a empresas a invertir (costo se podría traspasar a usuarios).
¿Y los medios masivos?
Preocupante la ausencia de radio y TV, que llegan a prácticamente 100% de la población y no se caen si todos accedemos a la vez. Tampoco se abordó la Internet con su potencial comprobado para información durante emergencias, mucho más resistente a momentos de gran demanda que la telefonía móvil o el SMS.
¿Qué es más importante, el negocio o el usuario?
Quizás más preocupante aún que dichas ausencias es ver reflejada una ideología centrada en lo privado. Incluso si nos ceñimos a servicios móviles, faltan compromisos clave como roaming intercompañías, una red móvil para el Estado y servicios de emergencia independiente y rebaja de precios de SMS para que usuarios privilegien su uso.
Parte del anuncio es que empresas móviles "triplicarán" capacidad SMS, uno de los servicios de plusvalía más alta para las compañías, que cobran a usuarios entre cientos y miles de veces el precio que por tráfico equivalente de datos Internet.
Como buenos ejecutivos que son, los nuevos gobernantes parecen lograr con inversión baja un impacto propagandístico alto, mientras entre líneas se ve potencial beneficio para empresas de telecomunicaciones y electrodomésticos.
Ni es necesario leer entre líneas: "lo primero que hicimos fue re-estudiar el sistema de los celulares en conjunto con la industria", dijo el subsecretario Jorge Atton en CNN Chile.
En estos tiempos en que se ha puesto en duda a nuevas autoridades por el delicado tema del conflicto de intereses, no pinta bien que los anuncios bordeen en la complacencia con las empresas.
Solución neoliberal: que los usuarios compren aparatos nuevos
Hay párrafos particularmente interesantes del anuncio que se pueden rebatir fácilmente:
"Se requiere que las personas vayan, gradualmente, cambiando sus teléfonos actuales por celulares que integren la tecnología de alerta temprana".
Respuesta: desde hace más de una década, hasta los celulares mas sencillos incluyen esta capacidad. Una compañía informó a Subtel que estima que el 70% del parque es compatible con CBS. El 30% restante podría necesitar actualizaciones de software, sin necesidad de que usuarios compren aparatos nuevos.
"En el futuro, aplicaremos este sistema de alerta temprana también en el marco de la TV digital, para que los mensajes se desplieguen en los televisores"
Respuesta: no hay razón técnica para que la TV y radio de hoy no incluyan alerta automáticas en su transmisión, de hecho en EEUU es famoso desde los años 70 el EBS (Emergency Broadcasting System).
Seamos propositivos
Cell Broadcast para alerta temprana es un paso adelante. También las alertas vía ISDB. Incentivar autonomía energética y mejorar capacidades de redes móviles privadas no son malas ideas. Pero las alertas y garantías tendrían mayor impacto vía medios de comunicación masivos, millones de chilenos ya tenemos acceso a ellos y las redes privadas deberían ser un complemento de eso, no un reemplazo. Se debe incorporar broadcasting tradicional al proyecto y asegurar Internet.
Además, para que exista alerta temprana en cualquier soporte, tiene que existir primero la información que irá en la alerta, eso es lo otro notablemente ausente del anuncio, y es allí dónde se produjo la mayor falla el 27 de febrero. ¿Desde dónde se obtiene información sismográfica, hidrográfica, atmosférica, etc.? Es razonable pensar que eso tendría que venir del Ministerio del Interior o algo como la Onemi. Pero sin ese eslabon no habrá alerta ni temprana ni tardía.
En definitiva, el anuncio fue una débil declaración de intenciones, más anuncio político que reporte técnico de avances. Si viviéramos una situación natural igual que la del 27 de febrero posiblemente moriría casi tanta gente como entonces, y eso es inaceptable porque en sobre 2 meses ya se podría haber hecho más.
Lo más interesante: aún no es demasiado tarde
Independiente de si la autoridad puede o quiere contestar la pregunta de arriba y otras, podemos aprovechar la ocasión para innovar el proceso de hacer ley incorporando a la ciudadanía:
Propongo al Presidente, ministro y subsecretario que antes de despachar el proyecto para alerta temprana al legislativo lo instalemos en un wiki -un documento compartido y editable en web- a través del cual los expertos y usuarios podamos comentar y modificar la iniciativa de acuerdo a nuestro interés, para que no sea sólo resultado de las reuniones entre cuatro paredes que sostuvo el Gobierno con las empresas de telecomunicaciones.
Sería interesante ver si un proyecto así puede depurarse de manera más rápida y efectiva por indicaciones de la ciudadanos interesada que por los legisladores. Hasta ahora nunca se ha hecho algo así en Chile. Y no es demasiado tarde.
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