El Gobierno perdió una vez más la batalla ideológica y prefirió quedarse dormido en los pilares al intentar reformar un poquito lo que tenemos. La poca certeza de la reforma educacional, sumada a un proceso constituyente que es una tímida manera de decir querer cambiar algo sin querer hacerlo realmente, son una muestra clarísima de una nueva derrota que al parecer no les incomoda tanto.
Tal vez nunca quisieron dar una real batalla. A lo mejor les parecía muy violento entrar a discutir pilares fundamentales de la concepción de Chile hoy en día- aunque la campaña de Bachelet dijera lo contrario-, porque el terror concertacionista los poseyó por mucho tratar de evitarlo.No creo que la Mandataria haya perdido parte de su audición, y por eso no escuchara que se quiere otro modelo y otra manera de concebir las pensiones de los chilenos, sino que estoy seguro de que ya no se piensan otras opciones que no sean la de fortalecer lo que ya fue impuesto.
No se sabe, pero lo que sí está claro es que acá hay ideas que no se quieren cambiar. El anuncio de la Presidenta de avanzar hacia una AFP estatal es otra evidencia. No creo que la mandataria haya perdido parte de su audición y por eso no escuchara que se quiere otro modelo y otra manera de concebir las pensiones de los chilenos, sino que estoy seguro de que ya no se piensan otras opciones que no sean la de fortalecer lo que ya fue impuesto.
Es fácil argumentar que es difícil gobernar y que las cosas no se cambian de manera brusca, cosa en la que estoy de acuerdo, pero no hay que insultar a la inteligencia de la ciudadanía pensando que al alimentar un sistema de las características del creado por José Piñera, se podrán cambiar algunos de sus efectos en los jubilados y en nuestros futuros.
Decirnos que este es solamente un problema que se soluciona arreglando unas cosas por acá y otras por allá, es negarle al chileno la posibilidad de discutir algo mucho más profundo y que tiene que ver con la manera en que quiere vivir su jubilación. Se le está negando preguntar y obtener respuestas reales que no sean un cúmulo de términos ideologizados que se disfrazan de tecnicismo. Pero sobre todo -y más importante- nos están contando que acá hay una sola manera en que funcionan las cosas.
Así por lo menos nos lo dijo el hermano mayor del ex Presidente Piñera. Cuando un periodista trató de hacerle preguntas, se ofuscó y armó un escándalo que los medios centraron solamente en su actitud particular y no en el funcionamiento de todo un mecanismo. Porque, ¿no es acaso la actitud de Piñera la que hemos recibido por años de parte de quienes nos han dicho que ellos son los representantes de “la verdad”? O para ser más explícito, ¿no es el anuncio de Bachelet el triunfo ideológico del ex ministro de Piñera al proponer en otras palabras lo que él dijo de manera arrogante en un programa de televisión? A mi parecer sí.
Según creo, los militantes del partido de la “realidad” ganaron una vez más. Prefirieron quedarse agarrados a dos manos a sus principios ideológicos antes que salir por la ventana y aspirar algo del aire que se respira por estos días. Se quedaron atrincherados tapándose los oídos y viendo cualquier manifestación en contra de sus ideas como un acto de populismo barato, mientras se negaban a ver aquellos populistas anuncios de hace treinta años en los que nos prometían pensiones casi millonarias.
Por mucho que renieguen de José Piñera y lo ridiculicen, tanto La Moneda como los ejecutivos de las AFP están siguiendo sus pasos. Bachelet y los ejecutivos especulan con nuestras pensiones, anotaron punto por punto lo que decía el desquiciado dueño del “Mercedes”.
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