Cuando aún no termina de disiparse el humo de los incendios forestales más catastróficos de nuestra historia, una nueva calamidad nos cae en la forma de violentos aluviones. Nada parece indicar que este año será distinto a los demás en cuanto a golpes de la naturaleza o de la brutalidad humana.
Sin embargo, es año de elecciones presidenciales. Un gran nubarrón se cierne sobre nuestras cabezas, la atmósfera se carga de electricidad, y amenaza tormenta. Es que la contienda que se avizora, será de proporciones, se juega nada más ni nada menos, la continuidad del programa de transformaciones sociales más profundo desde el retorno a la democracia. En la vereda de enfrente, y desde su cómodo lugar en las encuestas aguarda desde el 2014, el inversionista candidato. Todo ha jugado a su favor, una prensa adicta, encuestas on demand, y errores no forzados en la gestión política de los partidos de la Nueva Mayoría. Todo parecía correr a favor del candidato favorito del gran capital y de la gran industria. Todo seguía su curso natural hacia una pronta proclamación, y victoria en octubre. Todo hasta que sendas investigaciones de prensa, desembocan en acciones judiciales, que pretenden esclarecer si el ex presidente de los tics nerviosos, cometió “negociación incompatible” y “uso de información privilegiada”. Caso denominado “Exalmar”.
Pese a la negativa rotunda y con altos decibeles de su círculo más cercano, y a la escasa cobertura en los medios “amigos”. El caso se instaló en el imaginario colectivo, como uno más de los negocios audaces del ex presidente. No debía pasar a mayores, bastaría con unas cuantas entrevistas a ejecutivos y altos empresarios, expertos o ex ministros de su gobierno, que ensalzaran la gran obra realizada en política exterior. Sin embargo, junto con el levantamiento de la reserva en la investigación, se supo que el ex presidente sería citado a declarar como imputado en la causa. Cuando no acababa de reponerse de ese mazazo, se conocen antecedentes sobre la minera Dominga, empresa no incluida en el fideicomiso “Ciego”, y que se transa con una ganancia multimillonaria durante el mandato presidencial. También se afirma que una aplaudida intervención presidencial para “bajar” un proyecto energético en la misma área, habría beneficiado el negocio familiar.
Los tiempos de la política, muchas veces no coinciden con los tiempos de la justicia. Muchas decisiones deberán tomarse antes de que se haya dictado sentencia en los mencionados casos. Desde ya, la decisión del ex presidente de asumir una nueva candidatura presidencial. La decisión de los partidos de la derecha de llevarlo de candidato, o realizar primarias en el mes de julio de 2017. La decisión de sus adversarios en la derecha de concurrir a dicha primaria, o ir a primera vuelta.
Dadas las características de personalidad del ex presidente, creemos que va a insistir en su candidatura, va a hacer uso de la cobertura mediática que dispone, y de sus inmensos recursos financieros para acallar las críticas en su sector y va a continuar victimizándose. Finalmente va a buscar en el apoyo electoral, el agente blanqueador y desinfectante que le permita borrar de su currículum público, las sospechas y las dudas que lo ensombrecen.
En la vereda de la Nueva Mayoría, pese a resistir más de 3 años de críticas y ataques demoledores, la única figura que continúa su marcha con una voluntad inquebrantable, es la presidenta Bachelet. En una coalición negada tres veces, y mentada otras tantas sólo como “acuerdo programático”, los partidos han navegado en aguas tempestuosas, no en las mejores naves, ni con las mejores tripulaciones. El año 2017, sorprende a la Nueva Mayoría tratando de llegar a buen puerto, pero haciendo agua, y con el timón averiado.
Con un electorado más pendiente de las chimuchinas festivaleras, y más recientemente de las indagatorias de carabineros en la casa embrujada de Puerto Montt, que de la actividad política, el desafío mayor es para las fuerzas progresistas.
Sin claridad respecto de quién va a conducir al conglomerado de partidos, que pretende continuar en la senda del desarrollo, y del progreso social, los meses que restan hasta la primaria del mes de julio, depararán muchas sorpresas. Una de ellas la conocimos este verano, la DC pretende competir, y será su presidenta, una joven mujer magallánica quien asumirá el desafío.
¿Qué pasará en el PS? habrá una decisión antes de la primaria del mes de julio? Los titubeos y vacilaciones han hecho crujir la orgánica partidaria, y sólo una victoria maciza en las elecciones internas del 26 de marzo, permitirá a los socialistas ser factor decisivo en la definición presidencial.
Mal que mal, solo la DC y el PS aparecen como los partidos que llegarán inscritos en todo el país para el 14 de abril. Y es que gracias a las innovaciones legislativas para “mejorar” la política, se estableció esa fecha, como límite para que los militantes “ratifiquen” su militancia, y para que los militantes nuevos se inscriban. Los partidos deben sumar al menos de 18 mil 522 militantes en todo el país. Requisito que ha resultado más difícil de cumplir, que lo que pensó el legislador. La derecha, hasta la hora de esta columna, no está reuniendo las firmas necesarias para inscribir ninguno de sus partidos. Debiera preocuparse el ex presidente? Me dicen, que él es independiente, y que podría juntar las firmas para inscribirse. También me dicen algún “raspado de olla” les quedará para movilizar a sus fieles.
Con un electorado más pendiente de las chimuchinas festivaleras, y más recientemente de las indagatorias de carabineros en la casa embrujada de Puerto Montt, que de la actividad política, el desafío mayor es para las fuerzas progresistas. Es la centro izquierda, la que tiene la vocación de cambio y transformación que nuestra sociedad requiere, y por ende es la que tiene que hacer el mayor esfuerzo por aumentar la participación en las elecciones primarias, y en las elecciones de octubre. Nada favorece más a la derecha y a sus mandantes del gran capital, que la falta de interés y la abstención electoral.
La decisión más importante de este año, será precisamente el levantarse a votar. Sin ese impulso mínimo necesario, nada impedirá a los partidarios del status quo, a los adoradores del mercado a ultranza, hacerse con el único poder que les falta, para asumir el control total en nuestro país.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad