No están Camila ni Giorgio, ¿le pasa algo, entonces, al liderazgo político en el movimiento ciudadano estudiantil? Boric podrá ser agudo y hasta “demasiado serio”; por ahí pareciera que se olvida de lo que tal vez es lo más importante que se hizo el 2011. Me refiero a instalar un liderazgo.
Los estudiantes pueden haberlo hecho muy bien o no tanto, estar “entrampados” o “rearticulándose”, pensando en un “bloque social”, en transformaciones por aquí o más allá. Sin embargo, lo políticamente más potente de su 2011 fue ponerse a la cabeza de un movimiento social de much@s más que ellos mismos.
Demandas, crisis, injusticias hay por doquier. No pasa nada si alguna figura no se instala, no es percibida como con la capacidad y, sobre todo, la identificación emocional, para dar cuenta, expresar y dirigir eso que tantos saben y sienten que pasa.
El discurso, por sí solo, jamás ha liderado nada. Ningún discurso modifica el mundo. Es alguien (o varios) quien(es) desde cierto lugar enuncia(n) un discurso, lidera(n) y modifica(n) las realidades.
A comienzos del año 2011, en Chile estaba todo preparado. Y jamás hubiera sucedido nada si ciertas personas no hubieran hecho lo que hicieron. No hay política efectiva sin liderazgo. Por más popular y democrático que un@ se ponga. Sin líderes no se mueve nada. Por eso me causan sorpresa declaraciones de Boric y compañía, llenas de ideas y sueños para 2012 –o de sesudas argumentaciones a favor de la “profundización” del movimiento-, pero donde la palabra “liderazgo” no está.
Hablan demasiado de “estrategia”, digo yo, y la primera cuestión de estrategia, parece, es mantener la cualidad del liderazgo: identificación emocional, capacidad de discurso, conducción en las acciones.
Llama la atención el “asambleísmo” de los estudiantes. De afuera parece al mismo tiempo una fuerza y una amenaza. Desde afuera también, ese asambleísmo es percibido como pura ebullición estudiantil: el mundo les queda pequeño y el exceso de querer nos da fuerzas a todos. A todos los verdaderamente entrampados en los enredos del “mundo real”.
¿Quieren construir una “nueva izquierda”? No olviden el liderazgo. ¿Quieren politizar los temas? Liderazgo. Quién se instala dónde y cuándo, para hacer o decir qué. Liderazgo implica aquí que cada sector social se sume a un movimiento en marcha, no un acuerdo acerca de cómo vamos a empezar a hacer las cosas.
Un dato: la política chilena 2012, vueltos de las vacaciones en marzo, solo tendrá un nombre: municipales. Creo que liderazgo será mostrar qué hacen y dicen los estudiantes en las comunas. Y, claro, el lugar de penetración está regalado: la educación pública (¡gratuita y de calidad!)
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