Comprendo y comparto la indignación de aquellos que llaman a no votar. No obstante, considero que atender aquel llamado, es una ingratitud con aquellos y aquellas que lucharon incansablemente por conquistar o reconquistar el derecho legítimo al sufragio.
En esta misma fecha, pero del año 2011, éramos los estudiantes quienes liderábamos mayoritariamente el debate social, político y ciudadano, con las masivas movilizaciones y marchas, en las que, justamente, exigíamos (y seguimos exigiendo) aquella educación pública, gratuita y de calidad, arrebatada en dictadura y desgastada durante los consecutivos gobiernos de la Concertación. Sin embargo, durante estas últimas semanas, el debate que tanto nos unía ha quedado de lado -ojalá cercano-. Y es que hemos sido testigos del categórico llamado de un grupo no menor de estudiantes secundarios, quienes incitan a la ciudadanía a no dirigirse a las urnas para votar y elegir así a los futuros alcaldes y concejales, quienes dirigirán y fiscalizarán los programas públicos que se llevarán a cabo en nuestras comunas.
Todos los estudiantes estamos conscientes de la profunda vulnerabilidad de nuestra sociedad en muchos aspectos. Los gobiernos -desde Aylwin hasta el de Piñera- han sido responsables directos de la nula voluntad de modificar anacrónicas estructuras heredadas en dictadura, de gobernar a espaldas de la ciudadanía y de proteger los interés de sus coaliciones que aparentemente parecieran divergir, pero donde a través de la práctica y nuestra experiencia, ha quedado manifestado lo contrario.
Existe un descontento tanto con la Concertación como con la Alianza, pero ¿cómo distinguir la apatía versus la protesta, entre quienes no acudan a sufragar? La lectura de aquella nefasta acción –para mí – se inclinará por lo primero; indiferencia, desinterés y pasividad ciudadana. Esto, sumado a la experiencia de otros países donde poseen grandes índices de desigualdad -al igual que el nuestro-, hará que los sectores acomodados sean quienes más concurran a votar en comparación con los más vulnerables. Es decir, los candidatos y futuras autoridades apuntarán sus programas políticos a aquellos grupos que sí optarán por el sufragio.
Comprendo y comparto la indignación de aquellos que llaman a no votar. No obstante, considero que atender aquel llamado, es una ingratitud con aquellos y aquellas que lucharon incansablemente por conquistar o reconquistar el derecho legítimo al sufragio. Así como lo hizo el MEMCH (Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile) por conseguir el sufragio femenino a mediados del Siglo XX, y como muchos chilenos y chilenas lucharon activamente contra el autoritarismo pinochetista, el cual los privaba violentamente, y con un sangriento costo, del derecho a elegir a sus representantes.
El duopolio Concerta-Alianza, se ha repartido los »trozos de torta» a su soberano antojo y sin consultar al »cumpleañero». Los invito a ver más opciones en su comuna, como aquellas ciudadanas, compuestas por líderes comunales y dirigentes vecinales, quienes proponen una democracia participativa (inexistente hoy en día) e inclusiva, para que los propios vecinos sean protagonistas en las decisiones de sus barrios. Y si por mala fortuna sólo existen candidaturas de aquel duopolio, lo invito a anular su voto, registrando y expresando de manera clara y categórica en un papel, su descontento con las grandes fuerzas políticas de siempre.
Comentarios
21 de octubre
De la mayor importancia es la necesidad de transformar el actual sistema educacional, pero se debe comenzar en su base, LA CALIDAD ACADÉMICA, que requiere una REFORMA TOTAL. Se debería estructurar una escala salarial según CAPACIDAD PEDAGÓGICA, sin importar los años pasados que no otorgan mejoramiento actualizado.
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21 de octubre
¿somos ciudadanos responsables? Sí. ¿Nos importa la marcha del pais, queremos mas influencia y poder ejercer mas control sobre las decisiones politicas, economicas y sociales? Sí. ¿Y como demostramos eso? Cumpliendo con el gran deber que distingue a un ciudadano del que no lo es: votando. ¿Que tenemos que votar por los que «nos ofrecen» los partidos? En absoluto. Votar nulo es decirles «eh, ninguno de uds me convence» y dejar un testimonio por escrito, que se contabilizara.
Si no vamos a votar, damos la señal de que no nos interesa votar. Y este duopolio seguira manteniendose. Sabemos que con el binominal saldra alguien elegido, y no el mejor. Pero el voto es nuestro derecho y nuestro deber, y no ejercerlo es pesima señal para los ciudadanos, no para los partidos.
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21 de octubre
Me gustó mucho, sobre todo viniendo de un joven estudiante. Aunque en todas las comunas van candidatos alternativos del partido Igualdad o Humanista que requieren del apoyo pues no son parte de este duopolio, si aún así alguien no se siente representado me parece mucho más protesta anular que abstenerse.
+2
22 de octubre
Muy buen análisis¡¡¡
+1
26 de octubre
http://www.theclinic.cl/2011/12/27/elputobinominal/
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