#Municipales

Municipales 2012: al calor de los resultados

Compartir

Sin duda que éste en un gran triunfo de las fuerzas progresistas que ganaron en Cerrillos, Providencia, Recoleta, La Reina, Concepción, Ñuñoa, Santiago, etc. Cómo siempre esta elección, como muchas otras, tendrán los más variados análisis y ángulos para mirarla: la comparación entre los partidos, la fuerza de los grandes bloques, la sociología de lo ocurrido en cada comuna, y así por delante. Pero aunque se requieren decantar muchos asuntos, me atrevo con lo siguiente:

1. Esta es la primera elección con voto voluntario y más allá si fue beneficioso o no, habría que leer el resultado tal cual. La gran masa de abstención ocurrida habría que leerla en clave de señal clara y nítida para el sistema político. La no concurrencia a votar fue una expresión de la seria desconexión del chileno de pie con la política ‘tradicional’-partidaria. Hay un mar de fondo de ciudadanos que piensa que la política institucional sencillamente no los representa. Y ello no sólo incluye a los jóvenes—que son muchos—sino también a personas que han votado antes y que esta vez sencillamente no estuvieron ahí.

2. Este sería el comienzo de la existencia de votantes muchos más inciertos y líquidos que será preciso capturar con mensajes y vínculos hoy impensados por los partidos políticos. Desde luego la oferta hacia los jóvenes tendrá que inventarse porque nadie parece haberle achuntado muy claro.

3. Las ‘palomas’, los afiches y los múltiples contratados que aburridos mecían banderas deberían ser artefactos casi del pasado. Éste, en efecto, es el comienzo de un distinto ciclo político y social. Por lo visto las personas están más dispuestas a que los candidatos interactúen con ellos; elaboren sus programas de modo más transversal y los candidatos estén ras de piso, ‘en la calle’ y no en los balcones.

4. El fenómeno de Ñuñoa o Providencia parecen atestiguar a las claras lo anterior. Una retadora que empieza desde abajo y que primordialmente se involucra a ‘concho’ con su electorado, sin gran parafernalia o derroche absurdo.

5. Con todo, se ha producido un corrimiento de placas tectónicas electorales hacia un voto expresivo-simbólico progresista pero algo difuso. Éste reúne a ecologistas, caudillos, proclives a la participación, viejos militantes en busca de nuevas épicas, críticos acérrimos del modelo económico, etc. Se trata de un magma muy complejo que los partidos deberán develar y saber seducir en los próximos torneos electorales. Ello en la tarea nada simple de acordar los ‘tres títulos de la canción’ en el cual una muy amplia gama de electores esté de acuerdo.

Este sería el comienzo de la existencia de votantes muchos más inciertos y líquidos que será preciso capturar con mensajes y vínculos hoy impensados por los partidos políticos. Desde luego la oferta hacia los jóvenes tendrá que inventarse porque nadie parece haberle achuntado muy claro.

6. En todo este mosaico me parece que la elite política clásica ha quedado a contrapié y tiene una ardua tarea por delante. Tendrá que de modo simultáneo hacer su trabajo al fijar un timing político de las presidenciales pero al mismo tiempo tendrá que saber, con todas las herramientas disponibles, descifrar a los exigentes potenciales electores que tiene por delante. Hoy como nunca son vitales las primarias para elegir a todo el mundo, los partidos deberán sacudirse de los ejercicios auto-centrados y de sus respectivos estatu-quo para abrirse a un Chile plebeyo, demandante, jabonoso, desconfiado pero más dialogante e inquisitivo al que no le venderán ‘gatos por liebre’.

7. Sin embargo, puntos más o menos, en las grandes cifras, la derecha hoy sostiene que bajó unos pocos puntitos aquí y allá. Significa que no entendió nada de lo que está ocurriendo. El gobierno como efigie máxima del poder ya no le importa a nadie, los precarios intentos por construir una distinta razón de ser—ese penoso artefacto de la nueva forma de gobernar—sencillamente ya no va más. Es decir ‘pato cojo’ completo. Ahora viene el cálculo de la derecha de mejor salvar el parlamento que tener una penosa presidencial. Se anticipa que serán varios que muy luego se van del Gobierno a buscarse la vida en las lides parlamentarias, donde la fila me temo será muy extensa.

8. Y para la Concertación debiera venir un complejo juego de darse cuenta que no dan el ancho como la otrora Concertación. A sumar a todos los movimientos sociales y expresiones ciudadanas, algunos como fenómenos locales que son el repositorio de muchas demandas o frustraciones de una democracia que no entrega lo que debiera. El formato institucional para la centro izquierda debe sintetizar los reclamos, conversaciones y pulsiones que tan claro ahora lo tienen los candidatos a alcaldes triunfantes o también los perdedores. Ellos, entre muchos otros, debieran mostrar el camino.

Tags

4

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad

Comenta este artículo

Datos obligatorios*

4 Comentarios

María José Tapia

La mirada de género, no esta demás en estas elecciones. Tres comunas importantes del gran Santiago escogieron mujeres y dos de ellas, dejaran atrás a dos alcaldes cuya actitud gobernante era más bien la del señor feudal que la de un representante de la ciudadanía, pues después de varios períodos en el cargo «ya meditaban a que hijo le heredarían las tierras y sólo una vez que no tuvieran más ganas de gobernar».
Fue precisamente esta actitud la que los dejó fuera. Su seguridad y soberbia fue tal que se negaron a debatir, escuchar y trabajar en pos de las necesidades de todos y no de unos pocos o en favor de si mismos. Se de buena fuente que en una de ellas, el comando fue arrendado con platas municipales y no personales, como debe ser en toda campaña (razón por la que se le pide a los ministros que dejen sus cargos si son presidenciables, ¿o no? no se puede abusar del cargo desde ningún punto de vista para una nueva candidatura).
La contraparte a dichos liderazgos: mujeres como muchas otras mujeres, con fuerza pero también acogedoras, capaces de mirar a la personas en su diversidad y en su cotidianidad. Que es lo que la gente quiere que complemente una buena gestión: liderazgo, economía, progreso …a escala humana, sintiendo que no perdemos nuestra individualidad siendo parte del todo.
Estos son gobiernos locales y esperamos de ellos preocupación por el día a día, por nuestra calidad de vida, pues para muchos de nosotros significa que tienen bajo su responsabilidad el lugar donde hemos decidido asentarnos y formar familia: queremos más áreas verdes, calles por las que se puede circular con seguridad de todo tipo, entre otras necesidades.

Felicidades y los mejores cuatro años para todas las comunas, pero en particular para Santiago, Ñuñoa y mi querida Providencia.

vasilia

vasilia

los que votamos no lo hicimos por la Concertacion, lo hicimos contra la derecha. Era algo que se escuchaba el sabado en el supermercado o en la feria: habia que sacar a Labbe-Sabat-Zalaquett y otros, y se eligio a quienes tenian mas chance de conseguirlo. De ahi los pocos votos nulos, casi no hubo, y eso ocurrio porque la gente fue directamente a castigar a la derecha donde realmente le doliera.

Eso da una idea de lo mal que estan las relaciones entre el mundo politico y la sociedad. Hace muchos años que no se veia esto, es mas, hasta creo que es la primera vez, que los votantes de derecha le quitaron el piso a sus candidatos. Si hubieran votado los tradicionalmente adeptos a esa linea, no tendriamos las sorpresas que ocurrieron. Esta claro que las encuestas son una farsa, porque en esta eleccion, en donde era obvio que habria altisima abstencion (de hecho se hizo una campaña sicologica al respecto) quedo mas que probado que la derecha no tiene apoyo social.

Eramos 13 millones de electores. Votamos con suerte 5 millones, siendo muy optimista en los calculos. Los que no votaron claramente no lo hicieron como castigo a la clase politica, no por desidia ni flojera. Los que no fueron a votar fue porque no encontraron por quien hacerlo. De los 5 millones que sí fuimos, no desperdiciamos el voto: casi no hubo nulos ni blancos, la gente que fuimos a votar lo pensamos bien en la noche previa y fuimos directamente a nuestro objetivo. En el caso de la gente de Ñuñoa y Providencia los resultados estan a la vista: la gente fue a castigar a la derecha. En aquellos lugares donde gano no fue por el merito de sus candidatos, sino porque no hubo mejores desde la oposicion (Pinto en Valparaiso)

Esto pinta muy mal para los ciudadanos. Mientras tengamos el binominal y tengamos este jueguito de alianzas y pactos, tendremos que votar por lo que se nos ofrece, que no es la mejor opcion, o no votar. Y no votar significa que seguiremos teniendo a quienes son el mal menor. La cuestion es que esta vez quedo claro que la ciudadania merece mas, ¿que haran los partidos para darnos el respeto que nos merecemos?

Ronald Motzfeld Espinosa

Paulo:
Muy acertados tus comentarios así como la división de ellos, en sólo 8 puntitos claves, por supuesto que podrían ser más, pero suficientes y decidores.
Para descifrar nuestras elecciones y una masa importante de nuevos votantes voluntarios, sólo podemos acotar que tuvieron como un denominador común: » no estamos ni ahí con la política», e independiente del color de ganadores y/o perdedores, aún «no nos da el ancho «y no se pueden asignar responsabilidades cívicas voluntarias, a un país «en vías del desarrollo», donde es superior la ignorancia, la comodidad y la farándula.
Pensar que éstas elecciones eran de menor importancia; pero sí -esta misma gente – sí que esta dispuesto a alegar por todo y a colaborar en nada, siempre.
Nos quedó «grande el poncho», amigo y una Educación Cívica, que tampoco se enseña y menos se practica.
Un abrazo

Margarita Villar Gutiérrez

Interesante profesor, pero la educación cívica sigue siendo muy precaria en nuestro país. No estoy de acuerdo con el voto voluntario, pues si queremos opinar tenemos la obligacionista de asistir y darnos un poco de nuestro tiempo para ir a opinar mediante el voto, por quienes queremos que nos representen. Falta conciencia cívica y el voto no debería ser voluntario sino que una obligación!