Las últimas municipales del pasado 23 de noviembre se realizaron bajo una nueva normativa que restringe los aportes privados y propios a campañas, con control de cuenta corriente especialmente aperturada por el SERVEL para tal efecto, con prohibición de aportes de empresas, con designación específica de lugares propicios para la propaganda y además una propaganda restringida bajo ciertas condiciones, con las gigantografías de otrora eliminadas. La agenda de probidad del gobierno consiguió estas entre otras modificaciones y de alguna forma fue una señal de mayor transparencia y probidad, que podría haber repercutido quizás en un mayor interés de los electores.
Por otro lado la mala fama que ha ido adquiriendo la política en el país hacía presagiar una abstención mucho mayor al 55% de la anterior municipal del 2012 con estreno de voto voluntario. La abstención promedio en esta ocasión fue de un 65%. (Fuente CISEC, USACH).
Hubo comunas donde la abstención alcanzó el 75% y más, por ejemplo Antofagasta, Lo Prado, Quinta Normal, La Serena, San Bernardo, Lo Espejo, El Bosque, Santiago, La Pintana o La Granja. Otras que votaron en ese mismo porcentaje, como los casos de Cobquecura, Vichuquén y Treguaco (Misma fuente).
La pregunta inevitable para la Ciencia Política es por qué la gente no se está interesando en los procesos eleccionarios. Eso dicho a grandes rasgos, porque no toda la gente podría estar desmotivada y eso también es materia de investigación.
Algunos analistas dicen que la oferta política es insuficiente, que hay desesperanza por producir cambios, la sensación de que ambos bloques no están diferenciados, desafección generalizada por la forma que se organiza la sociedad, el alto nivel de desprestigio de los partidos o que hay una crisis de legitimidad del sistema neoliberal.
Respecto de la elección municipal 2016 recién pasada, poco se ha estudiado en detalle. El CISEC USACH ha aportado a ello.
Una de las hipótesis del estudio indica que la abstención es un fenómeno de la clase media, clase que resulta ser al mismo tiempo anómica para las elecciones y activa para los movimientos sociales. Dicho trabajo dividió las comunas del país en ocho clusters, que consideran siete variables para distinguirlas y poder agruparlas según esas diferencias. Se constata que las comunas que más participan en elecciones municipales desde el 2004 al 2016 son aquellas rurales, de bajos ingresos, aisladas y con mayor población indígena, además de las cinco comunas más ricas. Por tanto quedan aquellas con población de clase media, más urbanas, con alto nivel de endeudamiento en relación a sus ingresos promedio y empleos en el sector primario de la economía, como las que menos concurren a las urnas si se trata de elegir Alcaldes y Concejales. El estudio constata en relación a las capas medias otro factor interesante: El voto por Alcaldes distintos de la Nueva Mayoría o Chile Vamos se concentra en este grupo.
Por tanto, quedan aquellas con población de clase media, más urbanas, con alto nivel de endeudamiento en relación a sus ingresos promedio y empleos en el sector primario de la economía, como las que menos concurren a las urnas si se trata de elegir Alcaldes y Concejales.
Relacionando estos tres hechos relevantes sobre la clase media en Chile, esto es, alta abstención al mismo tiempo ser el núcleo más importante dentro de los movimientos sociales y tendencia a votar autoridades distintas de los dos bloques, con la teoría sociológica “identidades políticas no colectivas” que dice que los votantes participan más cuando la dimensión de conflicto más importante de la sociedad es clara y define la necesidad de tomar posición en esa disyuntiva, se podría plantear una hipótesis nueva por investigar:
Un liderazgo importante que posicione los conflictos que interesan a la clase media dentro de un proceso eleccionario, podría aumentar su participación electoral.
¿Podrá el sistema político dar sorpresas en esa dirección? Al parecer el caso de Jorge Sharp, nuevo Alcalde de Valparaíso, es un buen ejemplo a estudiar en el rumbo que señala esta u otras hipótesis, lo cierto es que un proceso de primarias auto convocadas y el respaldo consecuente de diversos sectores de opinión pública en el puerto, incluso de ciudadanos que no se interesaban en votar, deja este hito electoral como precedente de procesos políticos renovados.
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