La relación entre la ciudadanía y las autoridades políticas no ha sido de las mejores en los últimos años. La confianza en las autoridades ha venido en declive, producto de diversos factores, tales como: Relación dinero y política, el cuestionamiento a la probidad y transparencia de los actores políticos.
Han existido esfuerzos por recuperar la confianza en las autoridades. Así, se avanzó durante el año 2015 en una agenda de Probidad y transparencia de la democracia que permitió normar de mucha mejor manera la relación entre el dinero y la política. Ese mismo año la Presidenta convocó al “Consejo Asesor Presidencial contra los conflictos de Interés, el tráfico de influencias y la corrupción”, conocida también como la “Comisión Engel” que entregó un informe completo con una serie de medidas que debiesen tomarse al respecto.La difusión de la cuenta pública a la comunidad se hace generalmente mediante una ceremonia que busca más ser una acción de propaganda de la figura del Alcalde(sa) de turno
Sin embargo, poco o nada se ha hecho en temas de rendición de cuentas a la ciudadanía por parte de las autoridades políticas, que permitan aumentar los niveles de control social o accountabillity.
Al respecto, quiero detenerme en la “cuenta pública” como una instancia de control social a nivel comunal.
La Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, en su artículo 67, dice: “El alcalde deberá dar cuenta pública al concejo, al consejo comunal de organizaciones de la sociedad civil y al consejo comunal de seguridad pública, a más tardar en el mes de abril de cada año, de su gestión anual y de la marcha general de la municipalidad. Deberán ser invitados también a esta sesión del concejo, las principales organizaciones comunitarias y otras relevantes de la comuna; las autoridades locales, regionales, y los parlamentarios que representen al distrito y la circunscripción a que pertenezca la comuna respectiva. La cuenta pública se efectuará mediante informe escrito”.
El inciso tercero dice del artículo 67 dice “Un extracto de la cuenta pública del alcalde deberá ser difundido a la comunidad. Sin perjuicio de lo anterior, la cuenta íntegra efectuada por el alcalde deberá estar a disposición de los ciudadanos para su consulta”.
¿Es efectivamente la cuenta pública una instancia que fomente el control social?
Yo pienso que no, al menos por tres razones:
En primer lugar, porque la difusión de la cuenta pública a la comunidad se hace generalmente mediante una ceremonia que busca más ser una acción de propaganda de la figura del Alcalde(sa) de turno, y mediante textos impresos que van en el mismo sentido de ensalzar la figura del Edil por sobre el contenido propiamente tal.
En segundo lugar, en la normativa no se expresa la existencia de instancias o espacios para que la comunidad pueda presentar formalmente comentarios, observaciones o sugerencias a la cuenta pública.
Y en tercer lugar, los concejales se convierten en meros espectadores de la cuenta pública, no estando ellos obligados a rendir cuenta anualmente de sus acciones ante la ciudadanía.
De acuerdo a lo anteriormente planteado, sugiero algunas medidas:
– La ley debiese obligar también a los Concejales a realizar una cuenta pública anual de su gestión. Esto requiere una modificación de la Ley 18.695, que puede ser presentada por algún parlamentario mediante moción, o por el Ejecutivo mediante Mensaje.
– Desde el Gobierno central debiese elaborarse un instructivo de elaboración de cuentas públicas para municipalidades, tanto para el documento a entregar al Concejo Municipal, como para el resumen a exponer ante la ciudadanía.
– Finalmente debiese promoverse la idea de “cuentas públicas austeras”, evitando que las ceremonias de presentación de la cuenta pública realizadas por las municipalidades se conviertan en un gasto enorme de recursos públicos, y que por el contrario se enfoque en proporcionar información clara y precisa que permita a la ciudadanía controlar la acción de las autoridades.
Al existir cuentas públicas claras, se fortalece el control de los ciudadanos hacia sus autoridades, y se fortalece finalmente nuestra democracia.
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