Si hace unos años hemos escuchado decir que a las personas, en particular los jóvenes, no les interesa la cosa pública, que están desencantados y escépticos respecto de quienes la ejercen, y más aún, que se muestran reacios a participar, ahora esa percepción ha estado dando un giro. De un tiempo a esta parte, se ha generado un cambio hacia una notoria participación ciudadana.
Los movimientos sociales del último año, han demostrado precisamente esto y nos han motivado a:
– Cambiar el sistema educacional, o al menos generar la inquietud en la opinión pública.
– Exigir un comportamiento ético a las empresas que no protegen el medio ambiente.
– Hacer primarias para elegir a candidatos de cargos públicos.
– Eliminar el centralismo y dar más poder a las regiones.
Y es que hoy las personas, están exigiendo no solo que se les escuche (lo que han logrado mediante estas masivas convocatorias), sino que su opinión sea vinculante. Y es que el Chile de hoy es distinto al de hasta hace unos años atrás.
Somos ciudadanos más exigentes, más conscientes en cuanto a la reivindicación de nuestros derechos. Nos hemos empoderado: ya no queremos “lo básico” o “lo mínimo”, queremos más y de buena calidad.
Y somos nosotros, como integrantes de un país, y de una comunidad –entendida como aquel grupo de personas de un pueblo, región ó nación- quienes sabemos qué es lo que necesitamos y queremos.
Existe un fervor social, un germen de cambio y movimiento que no puede ser ignorado por nuestras autoridades. Pues si lo hicieren, caerían en un modo de hacer política que ya se considera obsoleta: la paternalista, esa que se hace a puertas cerradas.
Algo semejante ocurre en la comuna de Las Condes. Muchos vecinos están cansados de “liderazgos gerenciales”, que diseñan políticas comunales a espaldas de sus intereses y preocupaciones, sin considerarlos. Ejemplos de esto hay varios. Y fuertes reacciones sociales, también.
Precisamente porque no nos da lo mismo que frente a nuestros hogares se construya una estación de servicio o un edificio, que se edifique una pasarela que esté a punto de caer, o que se pretendan destruir nuestras preciadas y escasas áreas verdes para reemplazarlas por una carretera o más comercio. Hitos que alteran nuestra cotidianeidad e implican costos, no sólo durante su proceso de construcción, sino a mediano y corto plazo, obligándonos a adecuar nuestro estilo y calidad de vida. Y ojo, que no es que queramos imponer, sino tan sólo Que se nos considere en aquella toma de decisión.
Así, no basta con tener una institucionalidad mínimamente democrática (elección de alcalde y concejales), es necesario profundizar la democracia, y ya no es suficiente la excusa de que para seguir avanzando es necesario andar con rapidez y que más participación social solo perjudicaría la “eficiencia”, o que dañaría la “gestión”. ¡Creemos que éste es un falso dilema!
Cuando nosotros los vecinos de Las Condes hemos tenido oportunidad de opinar, en convocatorias generadas por la propia comunidad, lo hemos hecho masiva y contundentemente. Así ocurrió con la votación de la plaza Los Dominicos o del mall que se planeaba construir en calle Martin de Zamora, donde la intención de mercantilizar los espacios públicos (una vez más), fue rechazada por amplia mayoría.
Participación y eficiencia van de la mano, y aplicadas en conjunto potencian las decisiones comunales, las mejoran, involucrando a todos y a todas. La experiencia está a la vista, Suiza uno de los países más democráticos y con mayor participación directa de los ciudadanos, goza de los mejores índices de eficiencia.
Cuando nosotros los vecinos de Las Condes hemos tenido oportunidad de opinar, en convocatorias generadas por la propia comunidad, lo hemos hecho masiva y contundentemente. Así ocurrió con la votación de la plaza Los Dominicos o del mall que se planeaba construir encalle Martin de Zamora, donde la intención de mercantilizar los espacios públicos (una vez más), fue rechazada por amplia mayoría.
Entonces, ¿qué es lo que queremos?:
1. Queremos saber qué está ocurriendo en nuestra comuna, que se nos informe permanente, oportuna y transparentemente.
2. Queremos participar activamente en las decisiones relevantes de la gestión municipal, y no ser meros espectadores de las decisiones que toman algunos bajo una consigna paternalista.
3. Queremos saber, opinar y participar, y que nuestra voz sea vinculante, y necesitamos los medios y la institucionalidad suficiente para lograrlo.
Trabajaremos por una comuna que escuche y construya políticas con la ciudadanía, con sus vecinxs, pero que además, asuma, de una vez por todas, su carácter de comuna moderna, con un alcalde que tenga fuerza y liderazgo, que cree en la democracia y la participación ciudadana.
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Foto: Marcio Cabral de Moura / Licencia CC
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Lila Moreno
Después de leer este artículo, votaré mañana por Santiago Albornoz!…………
gloria sanchez calderon
Espero que Ud. sea nuestro nuevo alcalde y que recuerde que dentro de la comuna hay gente de clase media baja y no como hasta ahora que el actual alcalde solo quiere desaparecer Colon Oriente de la Comuna, y nos tiene demaciado olvidados en todo aspecto la comuna para el es de padre hurtado al poniente y paul harris al oriente nosotros no existimos, pero ahora se acuerda de que necesita nuestro boto.