Un modelo de sociedad basada en el consumo ha determinado que un importante porcentaje de los ingresos se destine a compra de alimentos, desgraciadamente, de mala calidad nutricional, con un aumento de alimentos envasados y “ultra procesados”, altos en azúcar, grasa y sal.
Chile, al igual que otros países, muestra un importante incremento del sobrepeso y la obesidad desde etapas precoces de la vida. La obesidad alcanzó el año 2011 a un 24% en los niños de I Básico (Junaeb). Un porcentaje importante de ellos presenta además otras enfermedades tales como hipercolesterolemia, hipertensión arterial, síndrome resistencia insulina, diabetes mellitus tipo 2, hígado graso, todas ellas relacionadas con la nutrición y alimentación, así como también, problemas articulares y psicológicos derivados de ella. La obesidad infantil es más elevada en las comunas más pobres, lo que hace necesario considerar los determinantes sociales en el desarrollo de estas enfermedades. Se estima que estos niños probablemente tendrán incluso una menor expectativa de vida que la que hoy tienen sus padres, porque las complicaciones serán más severas cuando sean adultos jóvenes, restándoles salud y calidad de vida.
¿Pero qué ha determinado esto? Un modelo de sociedad basada en el consumo ha determinado que un importante porcentaje de los ingresos se destine a compra de alimentos, desgraciadamente, de mala calidad nutricional, con un aumento de alimentos envasados y “ultra procesados”, altos en azúcar, grasa y sal. Por ejemplo, el consumo de gaseosas representa entre un 10 a 15%de los ingresos en algunos grupos, todo esto en desmedro del consumo de frutas, verduras, legumbres y preparaciones caseras. También ha influido la incorporación de la mujer al trabajo, el menor tiempo disponible para la preparación de alimentos se ha traducido en un aumento del consumo de alimentos fuera del hogar y en locales de “comida rápida” o “fast food”.
Los niños, con unas pocas monedas en el bolsillo, han sido especialmente atraídos por esta amplia disponibilidad de alimentos “ultra procesados”, oferta difícil de resistir, disponibles en diferentes formatos y precios en supermercados, consultorios, clínicas, quioscos callejeros, al interior de los colegios y en sus accesos principales. La introducción de estos alimentos se ha acompañado de una fuerte publicidad y grandes campañas promocionales en todos los medios de comunicación, acompañadas de regalos, concursos, “stickers” y otros elementos de atracción infantil que utilizan la ingenuidad y credulidad de los niños para aumentar sus ventas.
Los organismos internacionales tales como OPS/OMS han efectuado un llamado a los países para impulsar la promoción de estilos de vida saludable y la prevención de la obesidad, considerando que son una de las estrategias más rentables desde el punto de vista sanitario, así como también, en aspectos sociales y económicos. Digamos entonces la verdad: el tratamiento de la obesidad no tiene buenos resultados y requiere de apoyo profesional permanente y de largo plazo, con altos costos sanitarios asociados, al que se debe agregar el tratamiento de las patologías asociadas que son crónicas y que tienden a complicarse con los años .¿Por qué entonces no fortalecer la promoción y la prevención de estas enfermedades en las comunas?
¿Por qué los Alcaldes y Concejales debieran decir entonces #chaocajitafeliz? Porque el foco de la intervención en promoción de la salud y prevención de la obesidad debiera estar en las comunas. Porque allí existe mayor cercanía con la población, es el espacio donde se desarrollan las organizaciones sociales de base, donde están los consultorios, los jardines infantiles, las escuelas, los centros de padres, las juntas de vecinos, allí es donde se hace ciudadanía. Los alcaldes y concejales debieran exigir comida saludable y de buena calidad en su escuelas, contar con nutricionistas en los colegios y convertirse en fiscalizadores de la nueva Ley de Rotulado y Publicidad de los Alimentos(Ley 20.606) recientemente aprobada. Esta Ley prohíbe la venta de alimentos no saludables al interior de ellas y las campañas promocionales cuyo foco es fijar las marcas en las mentes de los niños. También debieran dar cumplimiento a la prohibición de entrega de juguetes y otros elementos que manipulan el deseo de los niños para incentivar su compra. Es decir, los alcaldes y concejales debieran desarrollar en sus comunas fuertes planes en promoción de la salud y prevención de enfermedades, debidamente financiados, con amplia participación intersectorial y ciudadana.
¡Chao Cajita Feliz! es el nombre de una campaña ciudadana que llama al Ministro de Salud, Doctor Jaime Mañalich, a hacer cumplir la Ley 20606.
Señor(a) candidato(a) a alcalde(sa) o concejal(a), le invitamos a ser parte de esta campaña y cuidar a los niños diciendo con nosotros ¡chao cajita feliz!
Frente Ciudadano ChaoCajitaFeliz
Facebook:chaocajitafeliz
E-Mail:[email protected]
—–
Foto: Twicepix / Licencia CC
Comentarios
12 de septiembre
Esto es lamentable, que siempre lo bueno cueste implementar, que » la libre competencia » no sea tan libre, es una ardua pelea que lo bueno siempre este transpirando mas, que este desmostrando serlo, lo bueno no necesita lobi, no debiera mejor dicho, la ley se crea pero no se implementa, por que será? Ya somos una acción futura para las farmacéuticas? Están ellas manipulando las leyes? Por ultimo, #chaocajitafeliz
0