Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad
luisconejeros
Estimado Leonardo:
Me parece extremadamente interesante su posteo. Yo en general defiendo la calidad y dedicación con que hacen su trabajo mis colegas periodistas, especialmente los de la TV, que son los m´pas criticados.
Sin embargo, los antecedentes que usted aporta debieron ser aportados transparentemente por los medios de comunicación pues son relevantes desde el punto de vista informativo.
Ýo no sumpongo intencionalidades de los periodistas ni de los medios. Menos aún comparto las visiones que creen en la existencia de complots en todo loq eu se publica.
Sí creo posteos como el suyo, son un llamada a la revisión -desde el punto de vista profesional- de las pautas y metodologías que estamos aplicando en el periodismo nacional.
Muchos saludos,
Luis Conejeros.
vasilia
Yo soy perversa y sí supongo intencionalidad de los periodistas y mucho mas de los medios. Hay una obsesión conque vivamos con miedo, que no podría realizarse sin la complicidad de los periodistas y de los medios porque ellos se alimentan de eso. ¿O es que acaso el miedo no es morboso? El morbo es lo que guía al periodismo actual. Sí, no a todos, pero en medios como los noticiarios de televisión es la norma. De ahí el nulo interés por investigar el caso, porque si se investigaba ya no habría historia. Y claro que ello es parte de un complot. En el segundo en que ningun periodista se tomo la molestia de investigar un poquito hay un complot, porque si a ningún periodista se le ocurrió la idea de hacerlo no fue por no ser pro-activo, sino porque todos saben de antemano que iba a ser trabajo perdido. Y ello porque hay un acuerdo de soltar bombas como estas sin importar si es verdad o no. Ese es el problema, ese es el complot. ¿O es que ud se fía de lo que dicen en las noticias? Si dice «No» es porque ya vio que la dedicación de los medios no es contar «la verdad» sino contar «algo», lo que sea, y la gran mayoría está confabulado para contar «algos» en el mismo modo, usando las mismas expresiones, con el mismo tono… y si eso no es un complot no se lo que es
ed
Es innnegable que vivimos en el miedo, el terror y la incertidumbre: también es cierto que los medios de comunicación (mass media si se quiere) por un lado se encargan de informar, por otro lado, son una forma de establecer nexos sobre todo a nivel emocional más que cognitivos con las personas: Lamentablemente, es difícil tener un filtro medianamente factible, si vivimos en una sociedad desconfiada, apagada por sucesos historicos del pasado; somos reflejo de una globalización exacerbada en la masificación tecnológica, pero también por la violencia y agresividad. Estamos en una era de constante revuelo social y es válido que las reinvindicaciones sociales se lleven a cabo, pero el miedo nos ciega y nos nubla la visión y nos hace ser parte de este lavado de cerebro colectivo que es en cierto sentido hecho por mala interpretación de la informaclón que nos invade a diario. Por desgracia, todo esta actualmente politizado, y son pocos los medios que nos brindan información fidedigna, y talvéz nos tornamos demasiado escépticos o extremadamente confiados. Somos de alma extremista, como nuestra «loca geografía». Nos cuesta ver los matices entre el blanco y el gris, a pesar de que vivimos en una sociedad gris con algunos matices de arcoiris. Somos muy asiduos a los estereotipos, el conservadurismo social y nuestra idiosincracia es nuestra mejor amiga, pero nuestra peor enemiga EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS. Es cierto que pasan cosas aberrantes día a día pero al menos, debemos plantearnos ciertas preguntas tales como si lo que leemos, escuchamos a diario nos llega o nos hace pensar en el mundo que nos rodea, o si nuestro IPOD de última generación nos sirve para informarnos del mundo que pisamos mas que para evadir la realidad real y pasar a la virtual. ¿Es más fácil escabullirnos como ratones, o fingir ser jaguares o fieras con corazon de marmotas? El miedo personal que se torna colectivo, y a veces mera histeria sin insensata, incluso presa de creencias religiosas, supersticiones o » cierta bocanada de opio para adormecernos un rato»- es nuestro peor legado histórico, y lo único que me reconforta es que las generaciones actuales están dando una lucha por cambiar nuestra forma de ver la vida, de enfrentar los problemas, de filtrar lo bueno y lo malo y de tratar de aportar con nuestro grano de arena al cambio, en esta sociedad egoísta, materialista, pobre de alma, pero rica en bienes materiales.
Me parece un artículo digno de reflexión y ahondamiento, porque sucesos como estos pasan a veces inadvertidos o son parte de la palestra mediática cotidiana.
Eduardo Lagos
Licenciado en Educación
Profesor de Estado en Inglés
Magíster en enseñanza-aprendizaje del Inglés como lengua extranjera