La fotografía que introduce la nota de 24 Horas del martes 14 de junio sobre las ascendentes movilizaciones estudiantiles, es una abierta declaración de intenciones. Se trata de la imagen de una persona encapuchada, tomada con seguridad del archivo, que no tiene ninguna relación con el contenido de la noticia. No hay en ella enfrentamientos ni escenas violentas.
Se percibe un serio peligro. Como en 2006 y en tantas otras ocasiones, los medios se la juegan por el camino que parece más fácil. Ya tuvimos algo de esto en días recientes, cuando el desalojo del Liceo Barros Borgoño fue parte del menú noticioso por varios días, con la repetición de las fantásticas cifras dadas por el alcalde de Santiago.
El duopolio COPESA – Edwards , guía espiritual del resto de la prensa oficialista, ha hablado, fijando dos ideas fuerza.
La Tercera, en una editorial publicada ayer, 14 de junio, acusa a los estudiantes de carecer de demandas claras. Contradictoriamente, se lamenta en el mismo texto de que formulen peticiones “de claro tinte ideológico”, como la estatización de la enseñanza secundaria y el fin de la municipalización. Desde luego, hay una discusión ideológica de por medio, que se pretende excluir del debate público, asignando un significado negativo y peyorativo al término.
Asociar la movilización con la “violencia”, es una necesidad y también un instrumento eficaz en la medida que ocupa espacio y tiempo para sumergir las demandas. En la pertinaz tarea de criminalizar a los estudiantes, algunos destacan por su audacia.
En su análisis político dominical, El Mercurio conecta el asesinato de Edmundo Pérez Zujovic (ocurrido en 1971) con la confusa “agresión” al ministro Lavín de la semana pasada. El delirante razonamiento, mezcla el discurso de Edmundo Perez Yoma en recuerdo de su padre con las movilizaciones, en el sentido que “los actos de violencia anteceden a las campañas de odio”. “Sus palabras resuenan en un ambiente de creciente hostigamiento por grupos organizados de manifestantes contra las autoridades”, concluye uno de los diarios más antiguos de Chile.
———–
Foto: El beso – Sin. fronteras / Licencias CC
Comentarios