Yo no soy un experto en comunicaciones. Tampoco soy un estudiante de una carrera afín. Soy un común y silvestre consumidor de medios en los cuales, dependiendo el estado de ánimo, uno busca entretención o informarse.
A propósito de la discusión sobre el proyecto de ley de TV digital, varios datos han sido revelados. Por ejemplo, que el 68% de los chilenos ve televisión abierta y no de paga, y si eso lo combinamos con el dato cierto de que en promedio un 68% ve televisión todos los días (encuesta UDP 2009) y que son los estratos socioeconómicos más bajos aquellos que más la consumen y la que más educativa la consideran, uno debería analizar cuál es el impacto que esta genera y qué es lo que los chilenos están consumiendo y cómo se están informando.
Cuando Fernando Paulsen señala que según estudios en Europa y EEUU la opinión o editoriales de los periodistas no cambia la opinión de quienes los escuchan no es más que una simple defensa ante una realidad aberrante que ocurre en un país donde los niveles de educación, y criterio por ende, no son los mismos que los del viejo continente o EEUU. Si lo mezclamos con el ingrediente de que la principal fuente de información de los chilenos la obtienen de noticiarios que son amarillistas, dedican horas a noticias que no son noticias y casi la mitad de la duración al fútbol, claramente la opinión de un periodista sobre un tema será toda la imagen que una persona promedio podrá tener sobre un tema, ya que además escasamente leen.
La televisión es un medio poderoso, que impacta enormemente; muchas veces la gente considera que absolutamente todo lo que sale en televisión es la realidad y lo que hay más allá de lo que nos cuenten Amaro, Matías o Constanza, no existe. Los responsables de que en verano se dediquen minutos eternos a notas sobre "el aumento del consumo de agua embotellada" o que "aumenta en verano el consumo de hielo" o "los teams de verano repletan las playas" o que durante el año el noticiario se divida en "policial", nota simpaticona y "deportes" (básicamente football), no son los conductores o periodistas que salen a hacer la pega que les mandan; son los editores y directores de los canales que han visto en sus noticieros centrales una necesidad urgente de continuar el rating que les dejan las teleseries para dejar en buen pie al programa del horario prime. Entonces sacrifican la política, la sección economía, las noticias internacionales, alguna entrevista en profundidad (relegadas a la 1 o 2 am), y toda sección que baje el rating, acción que trae unas consecuencias catastróficas para la ciudadanía, la cultura y el país que queremos construir.
Tal vez usted me podría decir "cada uno ve lo que quiere", pero no es así. La educación y cultura te dan libertad y si solo te dan basura para elegir, tu poder de decidir baja, pierdes libertad y finalmente eligen por ti.
La televisión, más allá de si será digital o no, debe propender a la calidad, no sólo decir que entrega programas de calidad y que se hace un gran esfuerzo por hacerlo. Debe dejar de subestimar a los chilenos y subir su nivel, o seguirán creando una sociedad obnubilada y más desigual. En ella, solo los estratos altos, que consumen poca TV -y cuando lo hacen ven TV de pago- serán los únicos que seguirán cultivando sus intereses en otras materias, seguirán informándose por otros medios y continuara siendo el Chile de siempre.
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Foto: bookgl / Licencia CC
Comentarios
26 de abril
Estimado Leonel:
¿Nos hacemos más ignorantes o menos ignorantes con la televisión? «this is the question»
No se si ha visto el documental «Bowling for columbine» y la la reflexión final referente a la influencia de la televisión en la agresividad de la gente.
Saludos,
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04 de mayo
Por supuesto que nos hacemos mas ignorantes, con una television abierta que solo muestra farandula y programas populistas carente de contenidos educativos. La television deberis por sobre todo, se un medio mediante el cual se eduque y culturize a todos aquellos que no tienen acceso a medioa privados de television que si poseen programas culturales y estan obligados a ver los programas que estas estaciones de tv, determinan por que marcan una alta sintonia.
27 de abril
Concuerdo, pero creo que hay responsabilidades compartidas en diversas esferas. Partiendo por los propios televidentes, porque ¿Vería la gente la Belleza del pensar (otra belleza) en vez de Yingo o Primer Plano?
Verlos como simples víctimas de editores y directores me parece errado. No niego que la TV es en general una basura, incluidas las noticias, pero el televidente tiene aunque un mínimo de racionalidad.
Por otro lado, hay una responsabilidad mayor por parte de otras esferas, por ejemplo en cuanto a la educación. Y no hablo de los profesores, sino de quienes se encargan de crear los planes y programas de estudio, incluso de quienes legislan.
La TV es en ese sentido, la guinda de la torta para completar un sistema de des educación sistematizado e institucionalizado desde arriba, de quienes hacen la política un show.
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19 de mayo
Concuerdo en que la parrilla programática de la TV ya no es la de los ’90, bastante más culta que la de hoy. De que hay mucha grasa que sacar, sí, es cierto.
Pero yo trabajo en televisión y el tema no pasa por subestimar a la gente. Es una discusión eterna como del huevo y la gallina saber quién manda a quién: si la tv impone lo que la gente debe ver o la gente decide qué ver y los canales se adaptan a ello.
Trabajo en un programa de reportajes, serio, que cumple en varias ocasiones el rol educativo que señalas, pero el rating, el nunca bien ponderado rating, dice que la gente prefiere ver Blockbusters, como realities o programas de baile.
Créeme que me he preguntado mil veces qué es lo que la gente quiere ver. En twitter y otras redes sociales la gente comenta que la tele es basura, que quieren ver más programas con contenido, pero no entiendo dónde están ellos cuando los programas que piden están en pantalla.
Quisiera encontrar la respuesta a esta disyuntiva. Nos ayudaría a tener mejor contenido en pantalla y a un público que quiera verlo.
Saludos!
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31 de mayo
Gracias por tus palabras Daniel.
Me he preguntado lo mismo que tu, pero, como ya lo debes saber, los rating de hoy en día no son los de principio de década o incluso antes, donde tu programa si tenía menos de 20 puntos era un fracaso y hoy si promedio sobre 20 es que definitivamente la rompe.
La gente ya no ve tanta televisión y también ha cambiado su gusto por verla. Las últimas semanas he visto con gusto como tolerancia 0 promedia 10 puntos a pesar de tener programas de baile o canto, ya ni se, y que a lo más tienen un peak de 30 puntos, cosa que antes era el piso de un programa de aquellos.
La gente se desencanta y deja de ver televisión y con el tiempo serán más si es que ésta no cambia.