Los vecinos de Cochamó, Puelo y El Manso estamos firmes en la postura: este proyecto NO debe realizarse.
A partir del impacto que ha generado el proyecto Hidroaysén y su pretensión de inundar una porción de la Patagonia chilena para aportar megawatts al Sistema Interconectado Central (SIC), mediante una kilométrica línea de transmisión que fracturará nuestro país, los chilenos hemos crecido en nuestra capacidad ciudadana de responder a aquellos proyectos energéticos que no respetan el medio ambiente ni las vidas de aquellos que se ubican en los sectores de intervención.
El Río Puelo y el Río Manso son dos ríos ubicados en la décima región, en la cordillera cercana a Argentina. Estos ríos podrían ser intervenidos por la empresa Mediterráneo S.A con una central de paso que afectará el cauce natural y normal del Manso para generar energía eléctrica que, al igual que Hidroaysén, llega al SIC. La historia también se repite respecto de las líneas de transmisión: luego de la central de pasada, la energía se conduce por torres de alta tensión que, según la propuesta de Mediterráneo S.A, se ubicarán en la orilla del Lago Tagua Tagua y del Río Puelo, y atravesarán aéreamente el Estuario de Reloncaví.
Si tuviera que definir todo el proceso que los vecinos y amigos de la Comuna de Cochamó, donde se ubican el Puelo y el Manso, hemos vivido por este proyecto energético que, de llevarse a cabo, afectará profundamente nuestra vida, usaría tres palabras: lucro – desinformación – desigualdad.
Lo primero, evidentemente, se refiere al desenfreno de empresarios, chilenos y extranjeros, por conseguir ganancias a pesar de todo: medioambiente, personas, culturas, comunidades. En este tipo de proyectos, que son mezquinos con la fuente de la que pretenden lucrar, quienes ganan son los empresarios (en este caso, ex socios de Piñera) y no la ciudadanía. Basta ver la situación en que vive hoy la comunidad de Ralco, luego de que Endesa instalara su central, sin cumplir las promesas que se dieron a la comunidad de Alto Bío Bío. Además, en este proceso ha resultado evidente la avaricia de Mediterráneo, que plantea su proyecto de la manera más “barata” para ellos, existiendo otras posibilidades aunque más “caras”, más respetuosas de la comunidad.
Segundo, ha sido muy doloroso e indignante sentir que no solo la empresa le miente a la comunidad de Cochamó, con mecanismos burdos y que rayan en lo ilegal, sino que también el Estado y Gobierno de Chile, a través del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) prefiere mantener a la ciudadanía desinformada para salir rápido de este asunto en carpeta.
Por último, las diferencias entre las oportunidades, tiempos, recursos e información con que cuentan las empresas para elaborar sus proyectos no tienen ninguna relación con las oportunidades, tiempos, recursos e información con que cuenta la ciudadanía para reaccionar. Es decir, el chancho está pésimamente pelado.
Los vecinos de Cochamó, Puelo y El Manso estamos firmes en la postura: este proyecto NO debe realizarse. Sus impactos sociales (los descendientes de colonos manifestaron que esto significaría la muerte para sus vidas), económicos (considerando lo que sucedería con el turismo en la zona) y medioambientales (Cochamó fue declarada por la ONU como reserva de la biósfera) generarían daños irreparables y, aún más, dejarían la puerta abierta para que nuevos proyectos hidroelétricos, como la mega represa que tiene dibujada Endesa para la zona, se desarrollen fácilmente.
Las empresas hidroeléctricas mienten cuando dicen que producen energía limpia, que darán trabajo y que mitigarán el impacto causado. En nuestra página web se pueden revisar en extenso las razones de por qué nuestra oposición al proyecto, además de la declaración del Segundo Encuentro Binacional por la defensa del Puelo y el Manso.
http://vimeo.com/44124008
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