El pasado domingo 28 de noviembre en una vivienda abandonada en la ciudad de Calama fue hallada atada de pies y manos y con múltiples heridas el cuerpo de la activista ambiental Javiera Rojas, evidenciando que había sido brutalmente asesinada.
Javiera Rojas (42) era una reconocida ambientalista que pertenecía a la Agrupación Ecológica Valle de El Durazno y se destacó por luchar en contra de proyectos como la Termoeléctrica de Prime y el Embalse La Tranca por sus efectos negativos en los distintos ecosistemas.Estos tres casos nos muestran porqué ser defensor del medio ambiente, al igual que el periodismo, están entre las actividades más riesgosas a nivel global.
Aprovechando este caso, vamos a recordar dos más aún no resueltos.
- El 21 de agosto del 2016 dos trabajadores de la constructora Edibor se dirigieron al hogar de Mónica Paillamilla, copropietaria del terreno donde vivían los Collío/Valdés, para advertirle que debía sacar a la familia de ahí antes de que ocurriera algo grave. Al día siguiente, la activista ambiental mapuche Macarena Valdés (32) fue encontrada muerta colgada en su casa. Existen diversos testimonios que denuncian amenazas contra Macarena y su familia por parte de individuos identificados como sicarios relacionados a la minicentral hidroeléctrica de Tranguil, en manos de la empresa RP Global y la empresa eléctrica SAESA. Minicentral que fue levantada sin realizar la Consulta Indígena ni evaluación de Impacto Ambiental, más otras irregularidades. En 2017, un informe pericial independiente ofreció pruebas de la participación de terceros en la muerte de Macarena Valdés, que había sido colgada sin vida, lo que inicialmente fue desestimado por la Fiscalía, a tal punto, que existió la intención de cerrar la investigación.
- La muerte de Alejandro Castro el 4 de octubre del 2016 en medio del conflicto ambiental que afecta a la zona de Quintero y Puchuncaví, existiendo un manto de dudas sobre las reales causas de su fallecimiento.
Estos tres casos nos muestran porqué ser defensor del medio ambiente, al igual que el periodismo, están entre las actividades más riesgosas a nivel global. Algunos datos:
- el 2017 fueron asesinados 197 activistas ambientales.
- El 2018 se asesinaron, en promedio, a más de 3 personas defensoras por semana.
- El más reciente informe de Global Witness destaca que 212 personas defensoras de la tierra y el medio ambiente fueron asesinadas el 2019, es decir, 4 asesinatos por semana. La mitad de los homicidios del 2019 ocurrieron en Colombia (64) y Filipinas (43). Otros países que aparecen son: Brasil (24), México (18), Honduras (14), Guatemala (12), Venezuela (8) y Nicaragua (5). Es un tipo de crimen que se ha cuadruplicado desde el 2002 y los principales sectores involucrados son: Minería (50), Agroindustria (34) y explotación forestal (24).
Un número importante de los asesinados por defender la tierra y el medio ambiente afecta a personas de pueblos originarios, cuyas habilidades de gestión de la tierra y el agua son claves para combatir la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad. Las investigaciones evidencian que las tierras gestionadas por indígenas tienen bajas tasas de deforestación y mejores resultados de conservación que aquellas zonas protegidas, pero que excluyeron a los pueblos originarios.
Al ser los ciudadanos de pueblos originarios los que sufren un mayor riesgo de ser víctimas de represalias, es posible entender por qué entre 2015 y 2019, más de un tercio de todos los asesinatos fueron contra ellos, a pesar de representar solo el 5% de la población mundial y resultan ser la comunidad en mayor peligro.
Cada vez se hace más urgente proteger nuestro planeta/hogar, pero, quienes defienden su territorio y nuestro medio ambiente, personas que son hoy más necesarias que nunca, están siendo silenciadas de diversas formas: con ataques violentos, arrestos, amenazas de muerte, demandas judiciales y/o campañas difamatorias que los acusan de “anti-desarrollo”, “delincuentes” o simplemente “terroristas”. En casos extremos los y las defensoras son asesinados o simplemente los hacen desaparecer. Estas campañas y actos son ordenados o influenciados por gobiernos o grandes empresas con el fin de defender intereses políticos y económicos.
Esperemos que los asesinatos cometidos en nuestro país sean solo casos excepcionales y no se repitan para no entrar a formar parte de estas fatídicas estadísticas.
Comentarios
09 de enero
Intentaron quemar a Julia Poblete, dirigenta social de Laguna Verde que ha protestado por los problemas que han tenido en el abastecimiento de agua y electricidad.
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09 de enero
Asesinan a tiros a líder indígena en el occidente de Honduras. Pablo Hernández presidía la Red de Agroecólogos de la Biosfera y era indígena lenca, la misma etnia a la que pertenecía la ambientalista Berta Cáceres, asesinada en 2016.
https://www.dw.com/es/asesinan-a-tiros-a-l%C3%ADder-ind%C3%ADgena-en-el-occidente-de-honduras/a-60375564
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