En Aysén siempre han faltado a la verdad, diciendo que represar nuestros ríos, significaría desarrollo para la región, mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades, más trabajo y sin dudarlo se apoyan en las debilidades históricas de Aysén por la falta de políticas de estado más certeras por una mejor educación, salud y mejor conectividad.
La semana pasada, HidroAysén, en su afán de tratar de cambiar su imagen, continúo con su puerta a puerta. En semanas anteriores había visitado en el sur profundo de la región a las localidades de Caleta Tortel, Villa O’Higgns y Cochrane. El fin de semana pasado prosiguió en las localidades de Río Tranquilo, Puerto Guadal, Puerto Bertrand, Bahía Murta.
La estrategia es simple. Tocan a la puerta y al abrirla el poblador se encuentra con una señora de aspecto humilde que la gente no sabe es Maria Irene Soto, la gerenta de comunicaciones de la transnacional, que con buenos modales dice que quiere conversar sobre el proyecto de HidroAysén. Tiene cierto dominio de las palabras y de los códigos que acostumbramos en Aysén. Le dice que linda es su casa, que precioso es su pueblo. Es imposible, dada la idiosincrasia de la cultura de Aysén, cerrarles la puerta. Como es costumbre se les hace pasar y se le escucha. Luego muy dulcemente así como que no quiere la cosa le pregunta como está la vida y usted le contesta con la típica frase de siempre “trabajo es lo que necesitamos”. Entonces la funcionaria le explica con lujo de detalles, que HidroAysén le va a solucionar todos sus problemas y tendrán trabajo de sobra y muy bien pagado si se concreta la intención. Además, remata diciendo que al entrar en operación las represas, bajaran las tarifas domiciliarias por consumo eléctrico.
Como es lógico cuando no se sabe la verdad del proyecto y no se tiene acceso a la información, le puede parecer bien. Pero la verdad es que esos dichos faltan a la verdad y son una estrategia. Se sabe que los más de 7 mil obreros especializados que necesitan y que llegaran a la región si se construyen las represas, en su mayoría serán de fuera de la región. HidroAysén jamás ha prometido bonificar la energía eléctrica de Aysén, todo es una falacia ideológica para llegar a las personas y hacerles creer algo que no es. Pero eso no es todo. El personal de HidroAysén se toma fotos con las pobladoras(es) en poses cariñosas y en forma automática envía esas fotos vía Twitter con comentarios favorables a HidroAysén.
Es sabido que HidroAysén ha despedido a casi todo su personal en la región, que quedan los menos. Que cerraron la oficina de Cochrane, que fue una oficina emblemática en la zona cero del proyecto. Es entendible que los pocos funcionarios que quedan luchen por sus trabajos y sus familias que dependen de sus sueldos, a esta altura es un tema de sobrevivencia y puede ser respetable, aunque uno no esté de acuerdo con ellos. Pero otra muy distinta es lucrar de la inocencia del mundo rural con estrategias sin ética, abusando de personas que no tienen acceso a la verdadera información certera y profesional, de lo que verdaderamente representaría para la vida de la cuenca del Baker y de Aysén como un todo, el posible represamiento de los ríos Baker y Pascua y la destrucción que traería el proyecto pretendido por la transnacional a esas mismas personas que visitan en sus casas.
HidroAysén desde siempre ha abusado de la falta de información fidedigna en el mundo rural de Aysén. Pero esto sucede a todo nivel, es usada como estrategia fuera de la región y en el extranjero. En Aysén siempre han faltado a la verdad, diciendo que represar nuestros ríos, significaría desarrollo para la región, mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades, más trabajo y sin dudarlo se apoyan en las debilidades históricas de Aysén por la falta de políticas de estado más certeras por una mejor educación, salud y mejor conectividad. La transnacional no duda en atribuirse las facultades de arreglar esos problemas históricos de Aysén, como si fueran un estado dentro de un mismo estado y que solucionarán estos problemas.
Entonces, ¿cómo se explica lo deficiente del proyecto, el paupérrimo estudio de impacto ambiental, que fue manipulado para sacarlo adelante y aprobarlo con una clara presión indebida por parte del gobierno? Un proyecto diseñado más encima con tecnología del pasado en el mundo del futuro. Diferente seria si HidroAysén hubiese presentado un buen proyecto, con un estudio de impacto ambiental con estándares profesionales y de calidad mundial en un país miembro de OCDE, reconociendo las comunidades y su desarrollo, entablando con ellas un diálogo sincero y adecuado con las organizaciones y las comunidades. Exponiendo los pros y contras, escuchando, buscando soluciones en conjunto. Pero lo que ha hecho es todo lo contrario.
En Santiago la transnacional hace lo mismo que en el mundo rural, camuflando la información. Su vicepresidente ejecutivo, Daniel Fernández, un profesional de basta experiencia como director del Metro y luego de TVN y miembro del partido PPD, no duda ante audiencias que se suponen ilustradas en presentarles un mapa en blanco de Aysén y Magallanes como si fuéramos una sola región, aprovechándose de su ignorancia. Luego con gran desplante muestra en este gran mapa un diminuto punto rojo, que representan las 5 represas que pretenden construir, demostrando que la intervención es mínima. En ningún momento hace alusión a que la cuenca del Baker es el territorio con la mayor inversión privada de la región, avalada en varios millones de dolares. Que existen más de 90 complejos turísticos funcionando a orillas de ríos y lagos y sus 11 localidades trabajando en función del turismo, con una importante inversión estatal en difusión e infraestructura. Solo en Puerto Guadal, se han invertido en lo últimos años más de 5 millones de dolares a través de fondos del FNDR en alcantarillado, agua potable, pavimentación, plaza y se está trabajando de la misma manera en las otras localidades. Además, el señor Fernández dice que la cuenca del Baker es un territorio deshabitado y al parecer no sabe que viven más de 20 mil personas desde Villa Cerro Castillo a Caleta Tortel. También debemos sumarle el desarrollo del mundo ganadero y agrícola, que ha estado creciendo en los últimos 10 años de manera importante. Luego, teatralmente ante un público atento, el señor Fernández, expresa que ellos como transnacional están haciendo todos los esfuerzos sustentados con importantes inversiones para respetar el medio ambiente y que una demostración de esa visión es que no escatimaran recursos para no destruir el Parque Nacional Torres del Paine. Pero no dice que el Parque Nacional Torres del Paine está distante a miles de kilómetros en otra región y con un mar de por medio.
Esa es la triste realidad de HidroAysén y de su discurso para justificar su proyecto. ¿Pueden ser confiables? No, por la sencilla razón que no hablan con la verdad y manipulan la información. Aysén no necesita de HidroAysén para lograr un desarrollo sustentable, su posible llegada solo traerá destrucción de lo que reconocemos hoy como región.
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