El próximo gobierno deberá priorizar la búsqueda de posibles soluciones, tales como conducir agua dulce desde las regiones del sur hacia el norte; desalinizar el agua de mar; o negociar agua de altura desde países fronterizos. Únicamente para las personas, ya que ningún proyecto de darle agua al Norte es bueno si es para darle agua a las mineras.
Tratando de hacer una nueva síntesis del problema de abastecimiento de agua, llegamos a que las actividades mineras han dañado seriamente a los glaciares y a las fuentes naturales de suministro. No se trata sólo del daño producido por el calentamiento global ni el aumento de población, sino principalmente de los perjuicios causados por la minería no ferrosa como principal actividad extractiva en Chile, que se ha consumido enormes cantidades de agua en el Norte Grande y el Norte Chico, llegando a la V Región y ahora amenazando a la Metropolitana con el proyecto Andina 244.
Según el Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA), en un análisis desde el 2004 al 2012, “se aprecia que las exportaciones mineras representan más del 60 por ciento del total. Casi todas las «exportaciones industriales» son asimismo recursos naturales con escaso valor agregado. Las tres principales, salmones y truchas, celulosa, y vino, representan un tercio de las mismas. Medidas en pesos ajustados por inflación, tanto las exportaciones mineras, como las industriales y agrícolas, silvícolas y pesca, están por debajo de sus máximos anteriores a la crisis».
Lo interesante es que en términos monetarios y de toneladas, el cobre se mantiene prácticamente con los mismos valores, por ejemplo en millones de toneladas, 5.412,5 en 2004 y 5.433,9 en 2012, según estadísticas anuales publicadas por COCHILCO. La demanda mundial de cobre sigue creciendo debido a los notables aumentos de su consumo en China, pero la oferta está prácticamente estancada por la sencilla razón de que el agua es uno de los insumos necesarios para el procesamiento del mineral, como materia prima directa en el proceso de concentración o flotación, junto al azufre, además de usarse en el transporte hasta los puertos de embarque. También puede usarse en forma indirecta, para la generación de energía eléctrica.
Mientras, en el Norte los habitantes carecen de agua para los usos más básicos y los pocos agricultores que van quedando no tienen agua de riego ni para sus animales, la industria minera echa mano a la generación de energía eléctrica en base a centrales termoeléctricas que toda la ciudadanía rechaza por contaminante y pretende seguir ocupando agua para sus procesos industriales.
En este dilema de a quién favorecer, a la minería o a las personas, no hay donde perderse. Lo principal es proveer de agua a las personas, a sus cultivos y a sus animales, dejando a la industria minera del cobre hasta donde está. La propiedad de la minería metálica y del agua debería volver a manos nacionales y el uso de la segunda debería gestionarse regionalmente.
El próximo gobierno deberá priorizar la búsqueda de posibles soluciones, tales como conducir agua dulce desde las regiones del sur hacia el norte; desalinizar el agua de mar; o negociar agua de altura desde países fronterizos. Únicamente para las personas, ya que ningún proyecto de darle agua al Norte es bueno si es para darle agua a las mineras. Respecto de los ingresos por exportaciones podrá favorecerse a los productos renovables tales como, pesca, agrícolas y silvícolas que además dan trabajo a más gente que la minería del cobre. Esta misma minería debería buscar autofinanciar su energía eléctrica usando la geotérmica, solar o eólica, pero por ningún motivo las contaminantes.
En materia de transportar agua desde el sur, ya hay al menos un proyecto francés y otro español. En el primer caso VIA Marina, la empresa detrás del proyecto “Aquatacama”, está en conversaciones con generadoras de energías renovables no convencionales para analizar las complementariedades y sumar más apoyo a su proyecto que propone llevar a través de tuberías submarinas agua desde las desembocaduras de los ríos en la zona centro sur de Chile, hasta el norte del país.
En el segundo caso un consorcio empresarial hispano-chileno se propone solucionar el déficit hídrico del Norte con el trasvase por tubería de agua procedente de tres ríos del sur del país. El proyecto, denominado “Vía hídrica del norte de Chile” y presentado recientemente ante el Ministerio de Obras Públicas por el consorcio Euro Engineering Group (EEG), consiste en tender bajo tierra una tubería de acero a lo largo de 2.400 kilómetros para llevar el agua del sur hacia el norte. El costo de la obra, que puede estar lista en tres años, es de unos 10.500 millones de dólares, según EEG, que no quiere fondos públicos y está en conversaciones con “varios grupos financieros” interesados.
En cuanto a desalinizar el agua de mar, hay diversos métodos, tales como Ósmosis inversa, Destilación, Congelación, Evaporación relámpago y Formación de hidratos, pero para varios de ellos se requiere un alto consumo de electricidad. Serán nuestros profesionales quienes deban orientar hacia cual es el mejor proceso.
Respecto de compartir las aguas, la Directiva Marco del Agua de la Comisión Europea dice: “El agua no es un producto comercial como cualquier otro, sino un patrimonio que debe ser protegido, defendido y tratado como tal”. También hay un mensaje clave: “La emergente cultura del agua se apoya en la idea fundamental de que el agua es un recurso compartido: la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH) pretende administrar el agua de modo más eficaz y equitativo mediante una mayor cooperación. Reunir a las organizaciones vinculadas con los recursos hídricos superficiales y subterráneos, exigir nuevas legislaciones alrededor del mundo, instar a la participación ciudadana y explorar formas alternativas de dirimir conflictos forman parte del proceso”.
En resumen, poner freno al crecimiento desenfrenado de la minería, a la que en cambio debe agregársele valor mediante manufactura, y dar soluciones radicales a la escasez de agua, son tareas para el próximo gobierno.
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Foto: Wikimedia Commons
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