Desde la primera vez que Piñera fue candidato a la Presidencia de la República, el año 2005, intentó marcar la diferencia con los otros postulantes a la Moneda haciendo gala de un mayor conocimiento y preocupación por las temáticas ambientales, así como por los temas energéticos y se manifestó a favor de las energías renovables no convencionales. Pero, pese a sus declaraciones y argumentos, siempre quedaron dudas sobre hasta qué punto estaba dispuesto a materializar de todo lo dicho. Sin duda su primer programa de gobierno, presentado en la campaña del 2005, era mucho mejor en materia ambiental que el del año 2009, que es mucho más débil y con pocos compromisos de fondo. En todo caso, este análisis ya forma parte de la historia, porque hoy lo que importa es que el Presidente Piñera simplemente ha dejado de vestirse de verde. En menos de dos semanas hemos sido testigos de cuánta importancia le atribuye este gobierno a la ciudadanía y a los temas energéticos y ambientales. Finalmente, esto no es una sorpresa, se veía venir, pero no por eso deja de ser escandaloso.
La más reciente muestra de ello es la aprobación por parte de de la Comisión de Evaluación Ambiental de Atacama del proyecto Castilla, que pretende construir la central termoeléctrica más grande de Sudamérica, con una capacidad de generación de más de 2.100 MW y con una inversión del orden de los USD 4.000 millones. Este hecho ha dejado en evidencia el sello de este gobierno: las personas y el medio ambiente no importan. Piñera perdió su oportunidad de hacer un cambio en este país, incorporando nuevas formas de gestionar la demanda energética y las débiles regulaciones ambientales. Al igual que en los gobiernos de la Concertación, se ha preferido privilegiar las grandes inversiones y a los grandes consorcios empresariales que buscan el lucro en desmedro de la ciudadanía y de los ecosistemas.
Con la reciente aprobación de dos proyectos emblemáticos para la ciudadanía, como son la central termoeléctrica Castilla y la explotación minera en Isla Riesco, ya no hay nada que esperar de la política ambiental y energética de Piñera. Hemos pasado de un escenario de promesas de buenas intenciones a la realidad de tener un Presidente-empresario que alinea a sus subordinados para aprobar proyectos que no son necesarios para el país y que, por el contrario, generan enormes daños a las economías locales y a los ecosistemas naturales.
Pero la historia es larga y no se inicia con este gobierno. La forma de actuar del actual gobierno no es distinta de las actuaciones de los ex presidentes Frei, Lagos y Bachelet. Lo que hoy ocurre con Castilla e Isla Riesco, así como con tantos otros proyectos que tiene implicancias ambientales y energéticas, es posible porque el país cuenta con una débil regulación ambiental, desarrollada e implementada en los gobierno tanto de la Concertación como de Piñera. Lo mismo ocurre en el plano energético, en el que la política de generación eléctrica está en manos de los privados y el gobierno no tiene facultades para ordenar a las empresas, pues son éstas las que deciden cómo, cuándo y dónde realizar sus proyectos. Si desde el año 1990 a la fecha ningún gobierno ha sido capaz de desarrollar un marco regulatorio adecuado y una política energética eléctrica discutida con todos los actores, no es precisamente por falta de tiempo o posibilidades, es debido a que ha existido y existe una complicidad entre autoridades y empresarios. En esto sentido, Piñera es un continuador de una pseudo política ambiental y energética que no busca el beneficio del país, sino sólo el beneficio de las grandes empresas.
Esperemos que las reacciones ciudadanas y la más que probable baja en la popularidad, esa que le gusta tanto al Presidente, lo hagan reflexionar sobre las decisiones tomadas.
(*) Flavia Liberona es Directora Ejecutiva de Fundación Terram
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Foto: www.fotopresidencia.cl
Comentarios
01 de marzo
Excelente análisis Flavia, es ciero que en todos los gobiernos hemos tenido estos problemas (sin importar el color político, que para mi siempre es el mismo: el del dinero y si es por debajo, mejor), pero temo que este gobierno más enfocado en el ámbito empresarial sea desastrozo el despliegue de proyectos de generación de energía contaminante.
Aunque «es demasiado tarde para ser pesimistas» situaciones catastróficas como éstas decaen y por lo mismo, tendremos con más fuerza, seguir en la crítica y en la oposición a lo que dañe nuestro medio ambiente y poner todo nuestro esfuerzo a realizar proyectos en pro de la ecología, para si algún día se revierte la balanza.
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17 de julio
Oi Nepf4,Aed entra em cena outra queste3o de1 pra dizer que ainda sere1 teatro? Pq se3o duas lienaugngs diferentes. Antigamente havia o teleteatro que era um sucesso, mas ne3o era nem teatro nem televise3o. Ente3o me parece que o que veredamos ne3o seria o teatro na tv, mas uma outra linguagem, um misto das duas. Porque o fato e9 que nada e9 igual a experieancia de estar na plate9ia de um teatro. Assim como nada e9 igual a estar no escurinho do cinema. Outra coisa e9 ver filme na tv ou pee7a na tv, mesmo que num hometheater. Concorda?(Desculpe, acho que sai totalmente do tf3pico do post )bjs
01 de marzo
Que la clase política de oposición, si es que en realidad existe, (puesto que a estas alturas es sólo un recurso distractor para parecer que el «otro sector votante» se sienta identificado, siendo de la misma calaña que la «no oposición»), …abogue inocencia ante estas resoluciones, es un recurso tan inverosímil y tan bajo, que sinceramente en lo personal, me produce asco y un sentimiento de repudio por su Democracia (Sub-democracia). No es extraño, para mi, que estas gigantescas y desacertadas decisiones se aprueben dentro del marco del acontecimiento del terremoto, dónde la atención qse concentra en un aspecto un poco más importante. No es coincidencia, tanto reportaje previo en los medios, tanto sentimentalismo de unión entre chilenos, no es coincidencia que le hayan llamado «aniversario del terremoto» creyendo ser algo que celebrar, no es coincidencia que el Sr. Piñera dé a conocer el Proyecto Post Natal en estos días… no es coincidencia… como tampoco lo es, que la clase opositora no revele una artimaña tan básica y elemental como es esta.
No puede hablarme Ud. a mi, de que representan al pueblo o sector desprotegido, porque yo, sé que no es así.
Yuri Baradit.
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