Al comenzar a escribir debo aclarar que soy un chileno-norteamericano desde los años sesenta, quién viaja a menudo a Chile. Tengo derecho a voto en ambos países y creo en la democracia y el orden. Al ver las noticias por la señal internacional de TVN respecto de la conmoción causada en la sociedad chilena, al intentarse aprobar la idea de uno de los tantos proyectos de creación de energía (2.500MW), me doy cuenta que estamos a años vela, no luz, de lo que significa mantener una discusión objetiva e informada.
Por parte de la oposición ojalá nada se hiciera y que se siguiera pateando el tarro a los próximos gobiernos, pese a que en los años 2007/2008 sus líderes emitieron opiniones favorables respecto del proyecto HidroAysén. A pesar de ello, cuando fueron gobierno, nada hicieron al respecto, y fueron 20 años, aún sabiendo fehacientemente que en 15 años más, estaremos sin energía suficiente para echar andar a la industria chilena, ni encender la iluminación de la ciudad de Santiago. Los mismos señores de la fallida Concertación, aquellos que se culpan entre sí del glorioso "Transantiago"; aquellos que defraudaron al Fisco robándole a los chilenos los fondos de "Chiledeportes"; o a través de la malversación del MOPGATE; aquellos que crearon la ONEMI, servicio que fue incapaz de dilucidar sí Chile se encontraba frente a un tsunami o a una marea de 20 centímetros durante el terremoto de 8.8 grados del 27 de febrero del 2010, donde fallecieron más de 200 compatriotas.
Pues bien, estos “seudo intelectuales” que supuestamente apoyan la inversión social, hoy actúan con una rebeldía inaudita tratando de frenar el desarrollo normal de las actividades del país, politizando y rechazando cuanto proyecto presenta el gobierno actual, a pesar de que solo critican y no proponen, ni aceptan ningún diálogo, sino que se dedican a través del senador Navarro a denunciar cosas y casos que terminan destituyendo a rivales directos de él, y sin ningún juicio acusatorio adjudicado, como en los casos antes mencionados, donde hoy, hay gente en la cárcel por ello. Los mismos que envían al lumpen a la calle a agredir a Carabineros, a romper vidrios, a causar daños a la propiedad y a producir un efecto de caos sin causa, para luego acusar a Carabineros que son ellos los que provocan a la población. Por favor señores Escalona, Frei, Pizarro, Girardi, Navarro, Lagos, Toha, Gómez y un sin número de otros caudillos sin revolución: ¡basta con la hipocresía!
Volviendo al tema que me llevó a entregar mi opinión, la solución según creo es clara: ¡No hagamos nada! Comencemos con los cortes de luz en los próximos inviernos y sigamos viviendo en el mundo de "Bilz y Pap", sigamos siendo unos "Mickey Mouse" que no comen ni dejan comer, tipo perro del Hortelano. O sea, no al carbón, no al petróleo, no a la energía nuclear, no a la fuerza hidroeléctrica, no al gas, ni boliviano ni argentino. Paralicemos todo, dejemos que la industria se acabe y que no haya razón de existir. En el intertanto, reciclemos todo e iluminemos nuestras viviendas con paneles solares y molinos de viento, pero a la gran industria (minería), que nos suple con el 65% del gasto social, que se rasque la espalda sola.
Por favor compatriotas, sobre todo los ayseninos: reaccionen y aprovechen los vastos recursos naturales que nos entrega la Patagonia, que hoy solo nos entrega tarjetas postales para el recuerdo de viajes de unos pocos, pero al resto del país nada. Permítannos entonces surtirnos de un 10% solamente de la capacidad energética que necesitará nuestro país. Para aquellos que no se informan y que se contentan con repetir lo que "los caudillos gritan" sepan qué: “La única manera de sobrevivir a la escasez de energía en los próximos años será bajo una inversión inmensa de todos los tipos de energía, tanto tradicional como renovable”, y el que diga lo contrario es un hipócrita que solo desea el "anarquismo social" para abastecer su propio beneficio. Dicho personaje no sólo no entiende nada sino que le duele que sean los grandes capitales los que finalmente nos entregarán la energía necesaria y los 800.000 empleos que se necesitan en Chile para rebajar el desempleo, hoy a un alto 7,2% y con una distribución muy desigual del ingreso per capita.
Los ministros actuales saben de la tarea dificilísima que tienen por delante, pero ellos son profesionales de tomo y lomo, con intención de hacer bien las cosas…déjenlos actuar y si lo hacen bien re-elíjanlos. Tengo confianza en Dios, en mi Chile querido y en ellos. Ellos son quienes están sacando al país adelante después del “gran sismo”, aquellos que recobraron del fondo de la tierra a los 33 mineros, aquellos que intentan mejorar a la educación, la salud y la producción. Ellos saben, porque han estudiado en universidades reconocidas mundialmente quiénes hoy podrían estar dirigiendo grandes empresas privadas pero afortunadamente fueron elegidos por nuestro Presidente para que rindieran exámenes en nuestro País, para incrementar la grandeza de nuestra Nación y para mejorar nuestra calidad de vida. Y por eso es que tengo fe en ellos pero no así en la oposición cuyo Capitán Planeta, Mr. Lagos, quedó desempleado por no haber hecho lo suficiente por la "Pacha Mama" en Washington, y a sabiendas él que el proyecto HidroAysén "era necesario", hoy se quedó pegado en la letra chica, que ni él puede leer. Aún más, nuestra simpática Bachelet, hoy trabajando por las mujeres de la ONU, aún no tiene claro el por qué, de a pesar de tener al 85% del país encontrándola de lo mas "querida", sus sucesores no lo fueron tanto, quiénes de seguro pretenderán repetirse el plato con ella por la falta de caudillos. Cuidado que Lavín, Golborne y Larraín lo están haciendo muy bien y de seguro no confundirán un tsunami con una marejada alta.
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