Con mucha sorpresa recibimos la noticia anunciada por el Seremi de Agricultura, Patricio Araya y el Delegado Presidencial Patricio Urquieta, sobre un proyecto piloto que permitiría que el desierto florido de Atacama (fenómeno que es inusual) ocurra todos los años por razones turísticas. El proyecto piloto contempla la instalación de un sistema de regadío en distintos puntos del desierto lo que permitiría observar una flora en los meses de agosto y septiembre.
En una primera revisión se ve como un proyecto interesante desde la perspectiva de desarrollo turístico, no obstante, desconocemos hasta el momento cual es la opinión de organismos técnicos como CONAF, SERNATUR y Ministerio de Medio Ambiente sobre el impacto y viabilidad de esto. Algunos expertos en esta materia ya señalan que la intervención humana en este proceso cíclico de flora, podría traer graves consecuencias para las semillas que dan vida al Desierto florido.Hoy Copiapó posee un río seco producto de la explotación hídrica de agrícolas y la gran minería, tenemos en constante amenaza humedales, flora y fauna local porque no existe una gestión institucional que vaya en el resguardo del uso responsable del agua
Otro de los puntos que nos causa dudas es el mantenimiento del sistema hídrico de regadío, ya que este proyecto se pretende lanzar en un momento crítico de escasez de este bien, tan preciado como es el agua para nuestra región. Hoy Copiapó posee un río seco producto de la explotación hídrica de agrícolas y la gran minería, tenemos en constante amenaza humedales, flora y fauna local porque no existe una gestión institucional que vaya en el resguardo del uso responsable del agua. El mejor ejemplo es el parque Kaukari, proyecto ejecutado con una gran inversión pública pero que no cuenta actualmente con afluente constante de río, secando gran parte de la flora y eliminado la poca fauna que existía.
Es importante señalar que los Municipios no son suficiente para ir en el cuidado del recurso hídrico, es un trabajo que debe llevarse de forma multisectorial y tal como el Gobierno que con gran entusiasmo promueve estos proyectos pilotos, creemos que es el Ejecutivo el que debe liderar el uso responsable del agua mediante sus instituciones (MOP, agricultura, Medio ambiente, etc), fomentar la participación ciudadana en mesas de trabajo, hacer vinculante las opiniones desde la junta de vigilancia del Rio Copiapó y en definitiva, tomar acciones REALES con temas importante para los Atacameños. El agua es vida, agua que en nuestra región no tenemos.
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