Lo que refleja la encuesta CEP, aparte de la mala aprobación hacia la clase política, es el preocupante poco interés de la ciudadanía con el tema del medio ambiente y a modo de broma, el presidente Piñera tiene más puntos a favor y esto es mucho decir.
Las últimas encuestas muestran que su mención entre los problemas ciudadanos fluctúa entre el 4% y 5%, a pesar de la COP25 de por medio, que por algún tiempo, hizo que los medios de comunicación dieran bastante cobertura al tema medioambiental. Es decir, este breve período con mayor difusión no resultó en que la gente comprendiera y percibiera la cuestión del cambio climático como algo realmente grave y mucho menos urgente.
Al parecer el ciudadano común no se da cuenta de la relación que existe entre las demandas sociales, las zonas de sacrificio, la privatización del agua y el cuidado del medio ambiente. No entiende que la megasequía que nos afecta por más de una década, los incendios forestales, las olas de calor cada vez más frecuentes y prolongadas, todos estos eventos se encuentran íntimamente relacionados con el calentamiento global. Si los manifestantes supieran lo grave que es la situación, evitarían los incendios, la quema de buses y neumáticos para no envenenar aún más la atmósfera con elementos contaminantes y además cancerígenos.Hay que entender que en el corto plazo el calentamiento global y el cambio climático incidirán de forma negativa agravando aún más problemas que la población percibe como más importantes que cuidar el medio ambiente
Hay que entender que en el corto plazo el calentamiento global y el cambio climático incidirán de forma negativa agravando aún más problemas que la población percibe como más importantes que cuidar el medio ambiente, ellos son: la pobreza, salud, empleo, desigualdad, vivienda, delincuencia. En resumen, el calentamiento global causará un recrudecimiento de los conflictos sociales a nivel local y global.
Si gran parte de la ciudadanía no está interesada en informarse y/o prefiere esconder la cabeza a enfrentar el desafío que significa el calentamiento global para no cambiar sus hábitos de consumo. Así, será difícil que el Estado actúe siguiendo las indicaciones de los científicos y migre hacia un desarrollo sostenible e implemente políticas, ejecute estrategias, efectúe cambios en la planificación urbana y asuma compromisos para adaptarnos a los cambios climáticos y ambientales que se vienen. Además, los grandes empresarios, apoyados en la ignorancia de la ciudadanía, podrán dilatar con facilidad las modificaciones al modelo de desarrollo y de las inversiones que deberían hacer para no destruir el medio ambiente y disminuir la contaminación que hacen sus empresas.
Por ejemplo, si el Estado mejora el transporte público al mismo tiempo que impone medidas para desincentivar el uso del automóvil, una ciudadanía informada las comprenderá y dejará el auto en casa, en cambio la población ignorante se opondrá a dejar la comodidad del auto.
Es cierto que somos un país pequeño y que nuestro aporte a la contaminación del planeta es modesto, pero eso no quita que de seguir así, los efectos del cambio climático sobre nuestro vulnerable territorio serán aún más graves en el futuro. Por ejemplo, es bastante probable que a corto plazo Santiago tenga que recurrir al racionamiento del agua potable, una ciudadanía informada y madura ya estaría actuando en consecuencia, sin esperar que el Estado a modo de padre, le diga lo que debe hacer.
Comentarios
20 de enero
Muy buen artículo, se abren muchos temas para debatir y aportar por el sensible problema del medio ambiente.
Sólo voy a comentar respecto de un aspecto, me refiero al de las encuestas. Que el tema medio ambiente fluctúe entre el 4 y 5% en cuanto a nivel de importancia, sólo me hace recordar aquella frase que dice que no hay que gobernar ni definir políticas de Estado en base a encuestas. Ahora debemos preocuparnos de que el tema medioambiental esté bien representado y asegurado en la nueva constitución, y así podremos olvidarnos de las veleidosas encuestas.
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21 de enero
Pablo, tienes razón, claro que una nueva constitución no transformará automáticamente a la ciudadanía en gente preocupada por el tema medioambiental, ni menos que cambie sus hábitos de consumo, para eso hay que tener la voluntad de informarse.
Saludos y gracias por la opinión