Para comenzar hay que repetir hasta el cansancio que la Emergencia Climática es un hecho científico y es irracional, irresponsable y suicida relacionarlo o afirmar que es invento de una ideología política o país en particular o de una hipotética elite global y rechazar, después de informarse de fuentes científicas, cualquier creencia negacionista y conspiratoria.
Los eventos climáticos extremos nos afectan y se incrementan año a año con sequías, inundaciones, prolongadas olas de calor, incendios forestales, etc. Por ejemplo, el pasado mes de julio completamos catorce meses consecutivos (junio/2023 a julio/2024) con récord de temperaturas medias globales y el 22 de julio de 2024 quedó en los registros como el día más caluroso que se haya documentado. Sus efectos se hacen notar, por ejemplo, debido al estrés térmico mueran en Europa alrededor de 175.000 personas al año. Otro triste récord lo sufre la Cordillera de los Andes, con el retroceso histórico de sus glaciares. Es decir, las evidencias del Cambio Climático inducido por el ser humano están por todas partes y son innegables.Las medidas medioambientales deben ser tomadas, en actitud constructiva y de diálogo entre la clase política, grandes empresarios y especialistas, con el propósito de repensar y transformar el actual y destructivo modelo de desarrollo
Podemos agregar otros efectos insospechados, estudio realizado por la Universidad Nacional de Singapur, analizó muestras de semen de 818 hombres, determinando que el calor extremo casi duplicó las posibilidades de tener un recuento bajo de espermatozoides, lo que dificulta la procreación. Otro trabajo realizado por expertos chinos en 2023, sobre la base de casi 2.200 muestras, concluyó que “la exposición a las olas de calor se asoció significativamente con una reducción en la calidad del semen”. Un estudio más amplio y detallado, realizado por investigadores del Instituto de Biología y Medicina Experimental que forma parte del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina, analizaron las muestras de semen de 54.907 hombres de entre 18 y 60 años, recopilados a lo largo de 19 años. Estos datos fueron entrecruzados con la información climática provista por el Servicio Meteorológico Nacional durante el mismo período, entre 2005 y 2023. Así lograron determinar que la exposición a olas de calor reduce en un 10% la cantidad de espermatozoides con capacidad de desplazarse y considerados fértiles. Además, producen menos espermatozoides de formas normales.
Pesimista u Optimista
Qué es mejor, enfrentar la Emergencia Climática desde una perspectiva optimista o hay que ser pesimistas. La diferencia de ambos enfoques para enfrentar los hechos es que el pesimista los trata como problemas sin solución y lo mejor es “cruzarse de brazos y no hacer nada”, en cambio el optimista los encara como un desafío a vencer. Por esa razón, la actitud optimista y esperanzadora conviene más que la pesimista, ya que siempre es mejor buscar alguna solución creativa e innovadora y si no se logra, por lo menos se hizo el intento y no se quedó pasivamente de brazos cruzados.
Que muchos culpen al crecimiento de la población del Cambio Climático algo de razón tienen, si consideramos que el año 1930 el planeta albergaba a 2.000 millones de seres humanos y en menos de un siglo cuadruplicamos su número y hoy somos más de 8.200 millones. Las cifras dan para pensar que es la causa principal de la emergencia climática. Pero, la respuesta es más compleja y podemos decir que es sí y no.
La causa fundamental del cambio climático se debe a las emisiones de gases de efecto invernadero que atrapan el calor y se producen al quemar carbón, petróleo y gas natural. También cuando desforestamos grandes extensiones de bosques. Las emisiones se originan por sistemas de producción que, desde la revolución industrial (1760), lanzan constantemente grandes cantidades de CO2 a la atmósfera, es decir, ya son más de 260 años lanzando CO2 a la atmósfera.
Aquí debemos agregar el impacto de la población global y son sus hábitos de consumo y estilos de vida, principalmente de los países más ricos. El efecto de la población global se puede evidenciar con el Día del sobregiro de la Tierra y es la fecha cuando la demanda de recursos y servicios ecológicos por parte de la humanidad en un año determinado excede lo que la Tierra puede regenerar en ese mismo año. Es como decir, en qué día gasta el sueldo del mes y desde que día se comienza a depender del crédito.
Pero, no todos los países lo hacen de igual manera, por ejemplo, este año 2024 el Día del sobregiro de la Tierra fue el 1º de agosto, pero, para el primer país es Qatar y lo hace el 11 de febrero, en cambio, si la humanidad consumiera como Ecuador o Indonesia, la sobrecarga sería bastante más aceptable y tendría lugar el 24 de noviembre. En el caso de Chile, este año 2024 es el primer país latinoamericano en alcanzar el sobregiro ecológico el 23 de mayo.
En resumen, el efecto de la población sobre el planeta no está en su número, si no que en sus hábitos de consumo.
La búsqueda del crecimiento económico constante es el objetivo central de todas las naciones y visto como medida de éxito y prosperidad de un país. Sin ninguna duda hasta ahora ha sido beneficioso, sacando a millones de personas de la pobreza extrema y mejorado sus expectativas de vida.
Pero, ha tenido un costo adverso enorme que se evidencia con el aumento de las desigualdades sociales, destrucción del medio ambiente, pérdida de biodiversidad, sobreexplotación de los recursos naturales, etc. En este contexto nace la pregunta, ¿es posible crecer indefinidamente en un planeta frágil y de recursos finitos? esto se denomina “el dilema del crecimiento”.
Algunos proponen crecer menos o simplemente dejar de crecer o decrecer. Pero, existen soluciones optimistas y es transformar la forma en que se crece y cambiar el modelo destructivo basado únicamente en el consumo infinito de recursos y bienes materiales.
Los Estados deben impulsar la innovación y promover los incentivos adecuados para el desarrollo de tecnologías no contaminantes. Por ejemplo, la transición a generación energética baja en carbono, aumentar la eficiencia energética y mejorar la salud de los bosques, suelos y humedales que nutren la vida y ayudan a almacenar el carbono. Impulsar a que las empresas migren a una Economía Circular y abandonen la Obsolescencia Programada, desarrollando productos que puedan ser actualizados y mantenidos, pensando en que pasará con ellos cuando dejen de ser útiles. Medidas 0que deben ser implementadas prontamente.
Impulsar empresas con propósito, que no aspiren a ser las mejores del mundo, sino las mejores “para” el mundo. Que aborden la solución de problemas sociales y ambientales con responsabilidad, creatividad, innovación, empatía, transparencia y diálogo. Empresas inclusivas, conectadas y activas en su rol público y que contribuyan a crear y distribuir valor a toda la sociedad.
Las medidas medioambientales deben ser tomadas con asesoramiento de científicos y especialistas, en actitud constructiva y de diálogo entre la clase política, grandes empresarios y especialistas, con el propósito de lograr acuerdos integrales que impliquen la obligación de repensar y transformar el actual y destructivo modelo de desarrollo.
Solucionar la Emergencia Climática es posible con al trabajo de todos, sean políticos de todas las ideología, empresarios, científicos y personas comunes y corrientes.
Seamos optimistas, está en nuestras manos ser los “granos de arena” para frenar el cambio climático.
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