Mirado desde el punto de vista de un defensor del medio ambiente, hay que reconocer que después de no pocos meses de incertidumbre y con una pizca de angustia, hoy nos encontramos con un borrador de la Constitución que muestran un aporte considerable para lo que hemos visto en materia del medio Hoy nos encontramos con un borrador de la Constitución que muestran un aporte considerable para lo que hemos visto en materia del medio ambiente y de la protección de la naturaleza
ambiente y de la protección de la naturaleza. Hay una comprensión moderna de nuestro entorno en que nuestros derechos se interrelacionan con los derechos de la naturaleza y con el territorio. Dejando el viejo paradigma que teníamos los ingenieros de dominar a la naturaleza para progresar permitiendo que hoy podamos pensar siendo parte de ese entorno y, con el alma más aliviada, que hemos entendido que el progreso es con la naturaleza y no en contra, se trata del desarrollo sostenible en armonía con el territorio, como bien se expresa en el principio del buen vivir.
Se recogen principios que nos muestran un camino armonioso para avanzar, llamándolo desarrollo sostenible y armónico con la naturaleza y el territorio. Hoy junto con los derechos humanos se plantean los derechos de la naturaleza. Hay principios que eran poco habituales en nuestro léxico, muy acotado e influido por la modernidad, como el principio del buen vivir que para tener sentido se complementa con el principio de la responsabilidad ambiental. También se complementa con la defensoría de la naturaleza y otras instancias que nos permitirán proteger nuestro entorno.
También aparece nombrada en la Constitución el tema de la gestión de residuos y señala que es deber del Estado normar y fomentar la gestión, reducción y valorización de residuos, en la forma que determine la Ley. Que un servicio público, normalmente despreciado, aparezca mencionado en la constitución le establece un nuevo nivel jerárquico que posibilitará, a lo mejor, tener el tan ambicionado país limpio que nos merecemos.
Comentarios
19 de mayo
Lo bueno de estar viviendo fuera de Chile ahora es que, una vez que termine de sacar toda mi plata del país, será muy agradable ir de vacaciones. Si ese bodrio de constitución funciona como pretende, Chile será como esos lagos del sur con pocas visitas, o la Patagonia: solo oficinas públicas, un par de almacenes, y una visita genial a lugares poco explorados. El país será pobre como rata, sin innovación ni crecimiento. O sea, básicamente como ir al parque Kruger, rodeado de favelas. Bien para los que puedan ir de visita, atroz para quienes viven ahí.
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