La Corte acaba de declararse competente para conocer el fondo de la demanda que Bolivia interpuso a Chile. Y mucha gente considera que esto ha sido una derrota del equipo diplomático chileno (añadiendo una serie de insultos injuriosos y groseros hacia la Presidenta Michelle Bachelet, algo que se está haciendo una pésima costumbre en los comentarios de los periódicos) como si realmente fuera una victoria de Bolivia.
Todas esas personas, ¿han leído la demanda?Según Evo Morales, Bolivia llora por no tener una salida soberana al océano Pacífico. Estan los videos oficiales, estan las declaraciones de sus representantes, esta todo un arsenal diplomático que lo ratifica. Bien, ¿qué está dispuesto a dar a cambio de eso? Eso hora de encarar a Bolivia con sus propios argumentos.
«La Corte concluye que el objeto del diferendo es saber si Chile tiene obligación de negociar de buena fe una salida al mar para Bolivia y si éste ha incumplido sus compromisos».
Eso es lo que quiere Bolivia. Que la Corte diga que Chile tiene obligación de negociar. Nada más. Porque es todo lo que se pide en la demanda, y nada más.
Como ya expliqué hace un tiempo en esta página “no es que Chile se siente a negociar el quid del asunto, es que lo haga para que le dé a Bolivia lo que Bolivia quiere. ¿Y qué quiere? Nadie lo sabe realmente. ¿Que se le regrese el “territorio usurpado”? Eso no está en la demanda. ¿Quiere que se le regrese en las mismas condiciones en que Chile lo ocupó o en las actuales? Eso no está en la demanda. ¿Devolverá Bolivia lo pagado por Chile por ese territorio “usurpado” con intereses y al cambio actual? Eso no está en la demanda. ¿Será inválido el tratado de 1904? Eso no está en la demanda. Lo que está es que Chile debe sentarse de buena fe a negociar. ¿Negociar qué? ¿Compensaciones económicas por los años de ocupación? Eso no está en la demanda.”
O sea, que si bien Chile podría pasarse una buena cantidad de años en la Haya, otra vez, esta declaración de competencia es un golpe para Bolivia. Porque se ha vendido a los bolivianos que si la Corte falla a su favor, tendrán mar. Y eso es mentira. La Corte no va a darle salida soberana al mar. No puede, en absoluto, obligar a los dos países a negociar, porque no tiene atribuciones al respecto. No puede decirle a Chile las condiciones en que se tiene que sentar a negociar, porque no tiene atribuciones al respecto. No puede poner límite a esa negociación porque no tiene atribuciones para eso. No puede imponer los términos de esa negociación porque no tiene atribuciones para eso. Así lo ha declarado expresamente por el presidente del Tribunal, Ronny Abraham: «no le corresponde determinar el resultado de tal negociación». Golpazo mortal para la campaña publicitaria del presidente Evo Morales que vendió a los bolivianos que la Corte nos puede forzar a algo.
Pero más interesante es lo que ha dicho el presidente Abraham con respecto al tratado de 1904: «No es necesario ni pertinente o adecuado examinar el Tratado de 1904”. O sea, 14 jueces han establecido que no se mencione el Tratado… incluyendo los supuestos incumplimientos. Otro golpazo para la campaña del presidente Morales. Bolivia no habla del Tratado en su demanda, el Tratado no se menciona en el fondo. O sea, si Bolivia pretende que la Corte sancione a Chile por los supuestos incumplimientos, se cerró sola esa puerta.
Lo único que puede hacer Bolivia es hacer lo que hizo en su demanda: basarse “en acuerdos, práctica diplomática y una serie de declaraciones que se pueden atribuir a los más altos representantes de Chile». Eso pone en un grave problema a Bolivia, no a Chile, y será tremendamente divertido de oír. El equipo diplomático de Bolivia tendrá “que explicar por qué esperan que la Corte acoja la demanda de un Estado que rompió relaciones diplomáticas con el demandado precisamente en medio de las negociaciones que ahora esperan que se cumplan (actitud que anuló totalmente ese acuerdo), que se ha negado a reestablecer dichas relaciones y que ahora exige negociaciones “de buena fe” cuando fueron los mismos demandantes los que actuaron de mala fe retirándose de las negociaciones”.
Yo sí quiero que Bolivia entre en ese pantanal, de explicar todas las negociaciones que ha rechazado, las al menos dos ocasiones que ha roto relaciones diplomáticas con pataleta de crío malcriado (1964 y 1975) y quiero ver cómo se las arregla la Corte para sentenciar a favor de un país que llora por un mar que vendió. Pero lo que conviene a Chile es sentarse a negociar. O sea, reactivar Charaña, tal como ha declarado Evo Morales que le interesaría, ahorrándonos varios millones de dólares en una demanda que aunque se acoja no va a obligarnos a nada. Lo que tenemos que hacer es usarla a nuestro favor. ¿Quiere Bolivia salida soberana? Perfecto, queremos soberanía perpetua de Silala. Bolivia demanda “negociar”, no “ceder”, no “regalar” y como Bolivia quiere salida soberana al mar, el precio es Silala. Y ojo, no habrá carretera, no habrá puerto, no habrá ferrocarril, no habrá nada más porque Bolivia no quiere nada más que salida soberana al mar (lo puso en su demanda). Solo el territorio, como nosotros solo queremos Silala. De paso, volvemos a poner a Perú en el asunto, ya que Perú ha hecho declaraciones a favor de la reivindicación boliviana. ¿Qué tal si ahora prueba esa buena fe hacia Bolivia dejando que tenga su franjita territorial? Eh, que Bolivia ha argumentado que esas declaraciones son válidas y Perú apoya la demanda boliviana, o sea esta de acuerdo con esa idea. ¿Y cuál sería el problema de cederle Charaña a Bolivia, si no ha movido un dedo en ningún puerto que otros países le han cedido? Sabemos que no hará nada en Charaña y las cosas seguirán casi igual, salvo que Chile tendrá Silala y no tendrá que pagar nada a Bolivia.
Según Evo Morales, Bolivia llora por no tener una salida soberana al océano Pacífico. Estan los videos oficiales, estan las declaraciones de sus representantes, esta todo un arsenal diplomático que lo ratifica. Bien, ¿qué está dispuesto a dar a cambio de eso? Eso hora de encarar a Bolivia con sus propios argumentos.
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