Que se aplique la Ley es justamente lo que estamos pidiendo. Que se respete el derecho y que se aplique la Ley con inteligencia, sin arbitrariedad, con fundamentos jurídicos, con argumentos científicos, con lógica y sentido común, como es la obligación específica que pesa sobre los jueces.
Se llevó a cabo una audiencia de apercibimiento en el Juzgado de Garantía de San Bernardo con el fin de conminar al Dr. Milton Flores a tomarse una muestra biológica para incluirlo a perpetuidad en el registro nacional de ADN criminal, un registro creado para tener un modo rápido de identificación de delincuentes peligrosos.
En octubre del año pasado el Dr. Flores se presentó en el Servicio Médico Legal, pero al ser consultado si estaba disponible para la toma de muestra, se negó, dispuesto a asumir las consecuencias. Y las consecuencias se hicieron ver.
La jueza de garantía no estuvo en condiciones de mirar desde su obligación constitucional primera: respetar y promover los derechos esenciales de la persona, aún cuando esté condenada. Ordenó nuevamente la diligencia de toma de muestra, esta vez bajo la amenaza de iniciar una nueva causa por desacato, cuya pena comienza en 541 días hasta 5 años. En este caso Flores no tendría la atenuante de irreprochable conducta anterior ni derecho a beneficio. Al menos no accedió a la petición del Ministerio Público para formalizarlo por ese delito y con ello precipitar la revocación del beneficio de firmar mensualmente en lugar de cumplir los 541 días privado efectivamente de libertad. Pero es cuestión de tiempo, porque no está en la voluntad del Dr. Flores incluirse en un registro de este tenor.
El asunto es serio, es grave y no solo porque arriesgamos la cárcel. Ya no se trata de castigar un delito, sino de someter una conciencia, de doblegar un espíritu, que es seguramente como muchos se han sentido cuando han sido conminados a comulgar con ruedas de carreta a conducirse por el absurdo. Es abuso, vulneración de los derechos humanos, falta a la probidad de parte del Estado en el cumplimiento de su obligación.
A juicio de la defensoría penal pública, la orden emanada por el Tribunal de Orden Público (TOP) de San Bernardo para la toma de muestra e ingreso al registro de ADN criminal es un asunto administrativo que no constituye parte de la pena y, por tanto, el juez de garantía sí era competente para dejarla sin efecto, sin comprometer la cuestión de fondo que ya fue sanjada por el TOP al dictar la sentencia, pero que nuestro sistema judicial no permite sea revisada por un Tribunal Nacional superior ya que no existe el derecho al recurso en el segundo juicio para quien ha pedido la nulidad del primero. Con ello se deja desprotegida y sin defensa a la persona que ha sido condenada, hecho que en sí mismo constituye una vulneración. Pero la jueza no lo estimó así y siguió adelante razonando sin incluir en el análisis la posibilidad que se planteó, omitiendo la posibilidad de que pudiera tratarse de un error y por tanto una injusticia: castigando, vulgarizando y pervirtiendo el potencial humano.
En efecto, el ingreso al registro en este caso no corresponde al delito por el que fue condenado el Dr. Flores -cultivo de cannabis sin autorización del SAG- ni a la pena de 541 días que le fue asignada, por tanto se trata de un error por parte del Tribunal Oral de San Bernardo, por segunda vez, ya que lo mismo sucedió al asignarle la pena accesoria de inhabilidad perpetua para ejercer derechos políticos, lo que fue corregido por el propio Tribunal al día siguiente de leída la sentencia. Los jueces pueden equivocarse, de hecho lo hicieron y se rectificaron, aún cuando ya era un tema juzgado.
Que se aplique la Ley es justamente lo que estamos pidiendo. Que se respete el derecho y que se aplique la Ley con inteligencia, sin arbitrariedad, con fundamentos jurídicos, con argumentos científicos, con lógica y sentido común, como es la obligación específica que pesa sobre los jueces.
La posibilidad de la cárcel está nuevamente muy cerca. Es un riesgo, vamos por un filo, pero no hay otro modo. Convicción y consecuencia. Junto a todos los que se van sumando tenemos un propósito trascendente, elevado, una auténtica utopía, no para soñarla, ni para pedirla, ni para pelearla, simplemente para hacerla realidad.
De lo que se trata es incluir la dimensión del espíritu, aquella donde reside nuestra dignidad para vivirla cotidianamente. Proteger el cultivo con políticas públicas impregnadas de una comprensión más esencial, más científica, moderna y al mismo tiempo ancestral de la naturaleza humana, desde donde emerja un servicio, una acto de parte del Estado y de los ciudadanos, que tenga como propósito y requisito la conciencia, comprendida esta como una cualidad del funcionamiento humano.
En este proceso de transformar el paradigma no somos espectadores, somos actores, protagonistas, aprovechando todas las oportunidades para buscar cómo es posible vivir con dignidad, vivir desde el espíritu, exigiéndonos ofrecer un contacto que invite a buscar con determinación los ajustes que necesitamos y que nos dejarán en verdad satisfechos, sin falsas bondades.
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Foto: Wikimedia Commons
Comentarios
21 de marzo
El Doctor Flores está dando la hora.
Rosa Parks en EEUU, cuando fue encarcelada por no darle el asiento a un blanco, no tuvo ningún problema en que le tomen las huellas digitales.
Incluso fue un beneficio para la causa de terminar con la segregación racial.
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24 de marzo
Grande Dr Flores y Triagrama.
Son un ejemplo de la lucha por el cultivo de nuestra espiritualidad. No se dejen amedrentar y sigan en esta lucha contra la ignorancia de la ley Chilena.
Viva el Libre cultivo de Cannabis !!
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24 de marzo
«De lo que se trata es incluir la dimensión del espíritu, aquella donde reside nuestra dignidad para vivirla cotidianamente. »
Me gustaria saber cuantas personas que participan en el Equipo Triagrama y que consumen marihuana han tenido brotes sicoticos y no lo dicen para no afectar su campaña pro-marihuana. Porque cuando una persona se fuma un porro puede pensar en la dignidad, pero cuando padece los efectos no le queda un rastro de dignidad.
Que absurdo cuando hablan de «ignorancia» cuando se trata del asunto de la marihuana y no se advierte que el problema no es la plantita. La cannabis puede estar tranquilamente plantada a la orilla de la carretera junto con las margaritas y a nadie le importaria. El problema es quien consume.
24 de marzo
Para un ser humano que ha despertado, que ha experimentado plenamente donde reside su dignidad, que ha alineado su voluntad a la del todo, se torna admirablemente inquebrantable.
Las transformaciones evolutivas necesitan coraje y me parece que en este caso el Dr. Flores está dando el ejemplo, en tiempos donde el interés individual prima incluso dentro de personas que se declaran pro cannabicos. De pronto aparecen desde varios sectores seres que exigen una transformación esencial, por el bien común, porque es lo que como especie nos corresponde, aquello me parece mucho más auspicioso que seguir viviendo como se ha estado viviendo. Eso va en armonía con nuestra vocación de seres humanos; EVOLUCIONAR.
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