Armarse para combatir la delincuencia

Ante el aumento de la delincuencia en nuestro país lo más preocupante es cómo se están dando los diversos asaltos en la Región Metropolitana y en Chile, ya que cada vez va in crescendo la violencia y se ha desatado una escalada de armamentismo y violencia sin control.

A los asaltantes ya no hay nadie que le ponga límites. En otros países, como China, un país comunista y democrático, si alguien que comete una falta o un ladrón roba, le cortan la mano prácticamente. Hoy, en este minuto, el delincuente tiene muchas más atribuciones que el ciudadano común y eso no puede ser, porque sabe que no le va a pasar nada. El delincuente dice “me toman detenido o preso, y calcularé cuántos son los días que estaría preso depende el robo que haya cometido”.

Hoy quien saca una pistola, asalta y golpea a una persona, está impune.

En San Antonio, el Carabinero que tomó el procedimiento y detuvo a unos delincuentes que portaban armas está en juicio y sumario interno por un mal procedimiento. Es ridículo. Esto es como las protestas, donde si una persona agrede a un Carabinero no tiene ninguna sanción, pero hoy si se le da un piropo a una mujer, tiene sanción. Estamos en el mundo al revés.

Si no somos capaces como país y como sociedad de dar seguridad, se tiene que tomar “el toro por las astas”, y no queda otra que los dueños de casa se armen para proteger sus familias y su hogar. Sin embargo, no es legal que guardias municipales sin control tengan armas, a pesar que puedan usarlas, pero al interior de una casa, si una madre debe cuidar a sus hijos, no le quedará otra que estar armada para combatir la delincuencia. Es más, el Estado debería darles la condición y preocuparse de capacitar a los dueños y dueñas de casa a usar armas.

El Estado debería darles la condición y preocuparse de capacitar a los dueños y dueñas de casa a usar armas.

Lo que debería pasar es entender que estamos deformando a la sociedad y las visiones en educación. Si un profesor o inspector no es capaz de poner los puntos sobres la “íes” a un niño en un colegio, en la sociedad menos, por lo que el alumno va a entender que puede hacer cualquier cosa y nadie le va a decir nada.

Recientemente hubo un asalto de El Arrayán, donde unos ladrones entraron a una casa y maltrataron a los dueños de casa, los golpearon y se robaron una billetera con $20.000 y un computador. Está todo desproporcionado, actuaron con violencia para llevarse $25.000. Hay que ponerle coto a esto de una vez por todas.

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René Barba

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