Venezuela, desde la llegada de Hugo Chávez, en 1998, se ha constituido como un caso relevante para la política regional e internacional. Es precisamente desde esta arista que hay un factor a tomar en cuenta, la corrupción. En el último informe de la ONG Transparencia Internacional, Venezuela se ubica en el puesto 158 de 168 del mundo. Preocupante cifra, que lo sitúa como el país más corrupto de Latinoamérica y que es gobernado por un partido populista de izquierda.
A partir de lo anterior, cabe preguntarse lo siguiente, ¿Cuál es la relación entre el populismo y la corrupción? Para esclarecer aquello, es necesario revisar la definición de populismo y corrupción.El gran control estatal del oficialismo en todos los poderes, le ha permitido que sus personeros estén encargados de los puestos de primer rango,
El populismo tiene múltiples definiciones. Di Tella (1965) lo define como un tipo de movimiento político basado en el apoyo de grandes masas de la población, pero que no extrae su poder de las estructuras organizacionales autónomas de estos grupos. Además, por lo general, el populismo se da en los países en desarrollo, donde se constituyen fuerzas que están en favor de los cambios sociales.
Desde una perspectiva económica, Díaz (2011) menciona que el populismo tiene como objetivo primordial mejorar la equidad social, especialmente en la redistribución del ingreso. En esta misma línea, dice que todo esto se debe llevar a través del desarrollo de políticas económicas basabas en una amplia presencia del Estado en la economía. Limitar el rol de los privados, aplicando restricciones al sector y las actividades desarrolladas en este. Con esto, el Estado tiene un rol más protagónico dentro de la planificación económica y por ende, es más grande y se requiere más personal. Punto a destacar más adelante.
Bajo este mismo aspecto, Krauze (2006) en el Decálogo del Populismo, hace mención a dos aspectos que el líder populista resalta en términos económicos fiscales. Primero, el populista utiliza de modo discrecional los fondos públicos. El autor menciona que, el Estado es el patrimonio privado del líder, quien puede utilizar estos dineros para enriquecerse o para gastar en proyectos que considere importantes para el país, ejemplo una reforma estructural. Esto ha provocado que países con líderes populistas caigan en crisis económicas y además, el patrimonio económico del líder podría aumentar. Segundo, el líder reparte directamente la riqueza, éste focaliza la ayuda, donde el método de cobranza, es con obediencia.
Finalmente, Cardoso y Falett (1969) dan cuenta de los ejes principales que un populismo debe seguir. Estos giran en torno a los intereses de las masas, que buscan mejorar la redistribución de la riqueza y la búsqueda de un mayor bienestar social. Todo esto, puede estar de la mano con la toma de capitales estatales para el aprovechamiento personal del líder. Es un arma de doble filo para la economía de un país.
Luego de revisar las definiciones de distintos autores sobre populismo, se procederá a trabajar el concepto de corrupción.
La corrupción para Treisman (2000), significa la mala utilización de recursos públicos para ganancias privadas. Además, añade que la corrupción es la variable que influye en que algunos países en vía de desarrollo aún no se desarrollen. De este modo, se puede complementar con Van Klaveren (1990), quien define al corrupto como aquel que utiliza el cargo público que tiene como una plataforma para obtener recursos de manera ilegal.
Transparencia Internacional (TI), define la corrupción como: “una manipulación de las políticas, las instituciones y las normas de procedimiento en la asignación de recursos y la financiación por los responsables políticos, que abusan de su posición para sostener su poder, estatus y riqueza”.
Finalmente, Raimundo Soto (2003) entiende el concepto “como la utilización de un cargo público en beneficio propio o de terceros y en contra de los intereses de la institución o comunidad”.
Tras haber revisado los conceptos de populismo y corrupción, es necesario dar cuenta del caso en cuestión.
Tal como se mencionó al inicio, Venezuela se ubica en el lugar 158 de 168 países en el informe de la ONG Transparencia Internacional. El producto de este puesto, sin duda ha sido la profundización del chavismo en el país. El encargado de dichas cifras, es la llegada de Nicolás Maduro al poder en 2013, sucediendo al fallecido Presidente Hugo Chávez, principal motor de la situación actual venezolana.
Durante el gobierno de Chávez, se aplicaron una serie de medidas económicas, como: la expansión del gasto del gobierno, el control de los precios y medidas proteccionistas a la industria nacional. Así, se provocó la gran inflación existe, déficit fiscal y restricciones externas. De este modo, se puede dar cuenta de la presencia de un populismo marcado, en donde, las definiciones anteriores ayudan a sostener esta primicia.
El gran problema de Venezuela es el control de los otros poderes del Estado. El Legislativo y el Poder Judicial están en manos de gente afín al gobierno y la ideología chavista. Además, se tiene el control de sistema electoral, generando gran poder para el oficialismo en las elecciones y por ende, se pueden llevar a cabo elecciones “arregladas”. Pero esa idea es una suposición, ya que aún no se comprueba si es verídico que el oficialismo gana de esa manera o simplemente lo hace por su labor electoral.
Un informe de la BBC (2013) menciona que la corrupción en Venezuela viene desde tiempos previos al chavismo, pero que, con la llegada de Hugo Chávez se masificación. Durante el gobierno de Chávez, el barril de petróleo pasó de estar a 8 dólares a valer 100 dólares. Entonces, el Estado comenzó a tributar más dinero y así, aumentar sus arcas fiscales. Al tener el Estado más dinero, y considerando el progresivo control de los otros poderes, se hace más “fácil” que la corrupción se intensifique. Los personeros del oficialismo tendrán más incentivos para usar esos fondos públicos para beneficios personales.
En el mismo informe de la BBC, se señala que existen serios problemas para el control y sanción de los actos de corrupción, sin entes que la regulen, porque, los tribunales, el Ministerio Público y el Congreso, que son los órganos que tienen la facultad para realizar investigaciones, no las hacen. Una de las razones de aquello, radica en que estos tres órganos, están en manos del oficialismo. No existe esa oposición que articule cierto control de estos órganos, haciendo que los actos pasen desapercibidos y aumenten los patrimonios de los “imputados”, y aumentando la desigualdad en la sociedad, dejando de lado todo el discurso de un mayor bienestar social.
Para tener en cuenta, en Venezuela pasó a que un 30% del presupuesto nacional se lo llevara la corrupción, a un 60% de ese presupuesto. Eso es principalmente provocado por el sistema, tal como lo consigna la BBC. Esto lleva a observar el comportamiento de los individuos en el espacio tanto de lo público como de lo privado. Según plasma la BBC, el sistema venezolano te impide hacer cosas por el camino legal, por lo que incentivo que provoca la corrupción, es altísimo.
A pesar de que en Venezuela los problemas de corrupción vienen antes de Chávez, el populismo que se instauró durante el gobierno de Hugo Chávez y su continuidad con Nicolás Maduro, ha profundizado la corrupción en el país.
El gran control estatal del oficialismo en todos los poderes, le ha permitido que sus personeros estén encargados de los puestos de primer rango, haciendo que haya un mayor incentivo para la acción de corromper. Con esto, se cumple el dicho de Van Klaveren (1990), quien dio cuenta que el corrupto usa el cargo público para obtener estos recurso de manera ilegal.
El populismo sí podría llegar a aumentar el patrimonio de los líderes, producto de hechos fraudulentos. A pesar que, en Venezuela, no se pueda comprobar con Maduro, en Argentina el patrimonio de los Kirchner, ha aumentado un 16% año tras año. El ejemplo se aleja de nuestro caso de estudio, pero puede orientar para ver que lógica es la misma.
Finalmente, una solución para Venezuela estaría enfocada en contratar profesionales de cada área para las gestiones gubernamentales y no personeros contratados por favores políticos o personales. De esta manera, Venezuela podría volver a ser un país hegemónico en la región.
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