La pregunta que muchos nos hacemos con ese toque de superioridad frente a una sociedad reprimida por sus países vecinos es: ¿dónde terminará el conflicto con Bolivia? Pese a que el Tribunal Internacional de La Haya no tiene la facultad de obligar a Chile a ceder territorios para permitirles el acceso marítimo al pueblo boliviano, éste si puede asegurarse de que efectivamente nuestras autoridades, en representación de los ciudadanos chilenos, se sienten en una mesa a discutir y negociar en busca de una solución a este problema de carácter internacional. Pero, ¿está Chile dispuesto a dialogar con Bolivia? No aún.
Los ánimos o, más coloquialmente expresado, las temperaturas entre ambos pueblos involucrados aún no es suficiente como para llegar a una etapa en dónde autoridades chilenas sientan el apuro o la necesidad de negociar con Bolivia, ya sea por resguardar el territorio nacional o por intentar ceder la menor cantidad de este, tomando en cuenta que la meta boliviana es tener una salida totalmente soberana al territorio marítimo que hoy le corresponde a Chile. Claro, desde el punto de vista del chileno es obvio que por ningún motivo hay que entregar territorio nacional, y quizás para algunos es incluso absurdo que obliguen a Chile a tener que negociar con autoridades extranjeras para llegar a un acuerdo en el que eventualmente nuestro país podría llegar a perder territorio.¿Debemos conversar? No lo sé. Pero creo necesario que nuestro país, efectivamente, deje de tratar de mala manera a los bolivianos sólo porque nuestros antiguos militares les quitaron un territorio muy valioso.
¿La solución? Al menos la solución que plantea Chile es aliviadora en cuánto a kilómetros cuadrados que se cederían. Sin embargo es una solución un tanto compleja, debido a que involucra a una tercera nación en este acuerdo tripartito: Perú. Se plantea desde nuestro país que la frontera entre Chile y Perú podrían ser cedidos a Bolivia para así acordar como territorio nacional boliviano a esa parte del norte chileno y del sur peruano. Pero, ¿que ganamos nosotros? Técnicamente nada. Absolutamente nada. Aunque por el lado de las relaciones internacionales, Chile, podría asegurarse de que Bolivia no presione más a nuestro país frente a La Haya. En otras palabras, Chile podría, en un futuro, sacarse un peso de encima como lo es actualmente Bolivia.
Bolivia. Ese país en el centro de Sudamérica caracterizado por tener conflictos con la mayoría de sus países vecinos, como lo son Perú, Paraguay y Chile. Bolivia, ese país que, si bien es inferior a nuestra nación en ámbitos socioeconómicos, no deja de ser inteligente en cuanto a la estrategia que han usado para doblarle el brazo a Chile. No me queda claro si es por suerte o por si lo tenían planeado, pero desde mi perspectiva lo que está haciendo Bolivia, o al menos lo que está intentando hacer, es dejar a Chile mal parado frente al mundo entero. Tanto como por sus reclamos de que no se han respetado los tratados internacionales como por las acusaciones de que los chilenos no hemos respetado sus derechos como personas -lo que no está tan alejado de la realidad- , Bolivia ha logrado colocar a Chile en un escenario en dónde no solo se ve presionado por la nación boliviana, sino que prácticamente por el mundo entero -que en un futuro le ocasionará una mala pasada a nuestra patria- .
¿Debemos conversar? No lo sé. Pero creo necesario que nuestro país, efectivamente, deje de tratar de mala manera a los bolivianos sólo porque nuestros antiguos militares les quitaron un territorio muy valioso. Se los dice un chileno que no está de acuerdo con ceder territorio ni con dejar mal parado al pueblo chileno.
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