Y ganó la oposición en las elecciones parlamentarias en Venezuela. Muchos dicen que es un paso importante para la recuperación del ejercicio democrático en dicho país, y sobre todo para que finalmente encuentre su rumbo la esperada caída del régimen chavista por parte de sus opositores. Negar el autoritarismo y la caricaturización de las ideas de izquierda por parte de dicho régimen sería una tontería fanática en la que uno que otro personaje cae. Pero sobre todo sería una deshonestidad intelectual enorme a la luz de los hechos y los arranques de torpeza política y nulo entendimiento de lo que es la democracia de parte de Nicolás Maduro.
Dicho esto, me parece importante detenerse en las reacciones que ha habido en nuestro país con respecto a lo sucedido en la tierra de Bolivar. Cabe destacar los aires democráticos que han surgido en quienes apoyaron la peor dictadura que ha tenido nuestro país cuando se trata de un gobierno que tiene ideas contrarias a las suyas. Conceptos como el de Derechos Humanos, que antes les parecía una tontera izquierdista, hoy lo enarbolan como si fuera una bandera de lucha de toda la vida. Como si siempre hubieran estado comprometidos con las vidas de las personas y su integridad.Muchos dicen que es un paso importante para la recuperación del ejercicio democrático en dicho país, y sobre todo para que finalmente encuentre su rumbo la esperada caída del régimen chavista por parte de sus opositores.
Es cierto que Maduro no hace un mal trabajo para los medios hegemónicos. Sus discursos revolucionarios y poco inteligentes alimentan las páginas internacionales de nuestros periódicos, los que siempre andan buscando decirnos “se los dijimos” a quienes no pensamos como ellos. Porque más que periodismo, muchas veces lo que pretenden hacer es adoctrinarnos, enseñarnos la “realidad” por medio de las estupideces de estos caudillos que tienen más labia que real inteligencia, y que muestran más enamoramiento por sus palabras y sus posturas frente a las cámaras, que por las ideas que dicen defender.
Resulta de mal gusto ver a quienes abrazaron al dictador Pinochet, hoy llenarse la boca de palabras como libertad y democracia en las editoriales de sus medios con respecto a lo que sucede en países como Argentina y Venezuela. Sobre todo porque esas mismas editoriales las usaron para estigmatizar a todo el que estuviera en contra del régimen Pinochetista hace menos de 30 años atrás. Por lo tanto, sería importante que el compromiso con los derechos de las personas no se mida según la teoría económica que aplican en cada país, porque pareciera que así es, ya que si Maduro aplicara el libre mercado, cosas como las que suceden con Leopoldo López serían de menos importancia y no ocuparían el espacio que ocupan en las primeras planas.
Si es que uno dice velar por los valores democráticos, sería bueno señalar lo poco democrático que es fijarse -o hacer la vista gorda- en ciertas vulneraciones al estado de derecho solamente cuando quienes lo hacen piensan distinto a mí. Sobre todo cuando no he sido capaz de reconocer las acciones u omisiones en las dictaduras que por años reinaron en mi país. Parece una ofensa a la democracia utilizarla únicamente cuando me deja bien ante el otro. Cuando parezco buena persona condenando las brutalidades como si realmente me importara, cuando la verdad es que lo hago solamente con fines ideológicos. Con el objeto de que mis ideas ganen.
Y es que así pareciera que hacen periodismo nuestros medios. Parecen más bien militantes de una idea que reales profesionales. Parecen distinguir entre noticias importantes y las que no lo son dependiendo del favoritismo político de los dueños, y eso no es ser periodista, sino un buen empleado de dogmas que dicen que no lo son y que buscan ocultar. Es por eso que a un medio que se dice serio le debería interesar tanto lo que pasa en Venezuela como lo que pasa en China si es que dice preocuparse de la violencia que ejerce el Estado en contra de sus compatriotas. Porque, por el contrario, no parece ser más que un folletín doctrinario construido por personas que buscan expiar sus culpas y sus responsabilidades en las atrocidades que sucedieron en este país.
Comentarios
08 de diciembre
O sea usted cree que sí es de buen gusto defender los atropellos diciendo “pero si esos que alegan desde allá fueron mucho peóres hace 30 años”.
Por si no lo sabe, muchos críticos del gobierno venezolano también lo fueron del gobierno militar chileno. Además el gobierno militar chileno siempre se declaró en estado de excepción mientras se reconstruía el país, en cambio el gobierno Venezolano comete atropellos jurando estar en estado de derecho pleno.
Pero sobre todo no es comparable la situación: ¿Puede decirme como defiende los derechos humanos en un país con grupos políticos llamando abiertamente a una revolución armada, armados entrenados y organizados para ese fin? Pongo un link de los desclasificados de la CIA por si no me cree
http://w5.cl/2012/11/12/la-infiltracion-historica-de-la-cia-en-la-ultraizquierda-chilena/
¿Ha visto eso en Venezuela? La situación de Chile de ese tiempo era mas parecida hoy a la de Europa que a Venezuela. En Europa se lucha contra un enemigo invisible que se oculta mezclandose entre civiles para camuflarse y poder disparar. En Europa nadie reclama por derechos civiles atropellados ahora mientras se sientan amenazados, sólo después del peligro pondrán caras de espanto y reproche por como se logró la paz. Esa depresión les vendrá después, cuando mocosos sentados cómodamente en sus computadores critiquen conductas de situaciones de las que son absolutamente ignorantes.
Saludos
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08 de diciembre
Epa, no ponga en mi boca cosas que no he dicho. Yo soy muy crítico de lo que sucede en Venezuela y lo he escrito en muchas oportunidades. Pero hay una cosa: la democracia se defiende en todas partes aunque- y sobre todo- el que realiza brutalidades piensa igual a ti. Y acá lo que hacen los medios es destacar las brutalidades de un régimen solamente por una lucha ideológica como si les interesaran realmente las privaciones de libertad y el autoritarismo que ha llevado a cabo el chavismo. ¿Por qué no hicieron lo mismo cuando Fujimori disolvió el Congreso? Simple, porque pensaba igual a ellos. Y sí, hay muchos como Ricardo Lagos y Felipe González que estuvieron en contra de Pinochet y Franco respectivamente, y hoy condenan los hechos sucedidos en Venezuela. Y eso, creo yo, es ser realmente democrático. Lo demás son diariuchos que colaboran con la caricaturización de ideas que no les convienen, como si Maduro fuera la expresión misma de la izquierda, cosa que no es cierta!
08 de diciembre
Celebro el diálogo y lo felicito por atender su interesante columna.
Pero entonces desde su respetable visión política habría que celebrar que hasta los mas “cuestionables” se sumen a una crítica contra un régimen que atropella. No entiendo por qué esa odiosidad de sacar ronchas milenarias locales o enrostrar actitudes indiferentes cuando ocurrió lo de Fujimori. Los hechos del pasado habrán tenido su propio contexto que explicará la actitud que tuvo cada uno. Ahora pensamos mas o menos lo mismo sobre el régimen de Maduro, eso es lo importante.
Saludos
23 de febrero
Me parece que eres un cabrito bien como la bola redóndito hediondo y con un ego enfermizo, tu si eres un quinta columnista no te comprometes políticamente pero mandas dardos muy envenenados para que caigan Giles al leerte o escucharte definete muestra tu tendencia y atente a las consecuencia tinterillo de mala muerte
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