Hace poco he leído sobre la muerte de Liu Xiaobo. ¿Quién era este hombre? ¿Y por qué puedo estar impactado por la muerte de alguien a quien nunca conocí?
Leo que era un crítico literario brillante, mordaz, un intelectual reconocido como la más clara voz de oriente. Fue invitado a hacer clases en diversas universidades de Occidente, lo hizo, publicó ahí más que en su propia tierra. ¿Era un chino embobado por el oropel del humanismo cristiano occidental? No, tuvo un entusiasmo pasajero, con el tiempo manifestó su desilusión por occidente.
Liu Xiaobo sabía de donde venía, quien era y lo que quería. Pocos pueden sentir eso al final de su vida.
Volvió a China recurrentemente porque era de ahí, porque era chino, porque quería ser chino. En su niñez, alejado del sistema formal de educación se hizo a si mismo desarrollando su intelecto fuera del alcance del poder controlador del Estado chino. Ingresó a la Universidad en 1977 a estudiar literatura, la independencia de su formación inicial le permitió destacar en la década de los ’80 como uno de los más activos intelectuales de su país. Para las protestas estudiantiles de 1989 volvió del extranjero para integrarse activamente al movimiento en huelgas de hambre y mítines. Negoció con las autoridades la liberación de estudiantes detenidos y logró que muchos de ellos huyeran, otros en Tiananmen, 300 según las autoridades, cayeron aplastados por los tanques y las balas.
Tras la matanza Liu Xiaobo recibió su primera condena de dos años por “incitación y propósitos contrarrevolucionarios”. Se le recomendó salir de China y hacer una vida de resistencia desde occidente pero no lo hizo. En la Navidad de 2009 fue condenado a 11 años de prisión.
En su declaración de defensa, en 2009, decía no tener odio:
“El odio puede pudrir la inteligencia y la conciencia de una persona. La mentalidad de ver enemigos envenenará el espíritu de una nación, incitará luchas crueles y mortales, destruirá la humanidad y tolerancia de una sociedad y perjudicará el progreso de una nación hacia la libertad y la democracia”.
He leído que su señora, también una literata, hace ya años se encuentra con arresto domiciliario sin que existan cargos y procedimiento en su contra. En 2010 Liu Xiaobo recibió en cautiverio el Premio Nobel de la Paz. De ahí en adelante se desplegó una campaña internacional pidiendo por su liberación y, ahora último, por entregarle una asistencia médica adecuada para tratar un cáncer que, de haber sido detectado a tiempo, pudiera no haber tenido las trágicas consecuencias de estos días.
"Ha muerto un chino que nunca renunció a ser chino, una voz y una pluma de oriente, que demandaba libertad para su pueblo"
Este chino que ha muerto a manos de sus opresores se ha convertido en el segundo Premio Nobel de la Paz que muere en cautiverio, el anterior fue Carl von Ossietzky un pacifista que falleció a manos de los Nazis en 1938.
En nuestro medio no hay indignación evidente, no es conveniente este sentimiento. Los capitales chinos son demasiado poderosos y el temor, como siempre el temor, impide que nuestros líderes levanten la voz aunque sea en un gesto mínimo, que salve algo de su propia dignidad. Que entendamos nos dicen que, después de todo, los derechos humanos son un invento de occidente.
Las portadas del mundo se han llenado de la imagen de este hombre que no conozco. Quizás mucha letras sean tecladas en su nombre el día de hoy y, espero, muchas más en el tiempo venidero.
Para Pekín ha muerto un sedicioso, una amenaza, un enemigo. Quizá si más de un suspiro de alivio haya salido de la boca de los opresores. Ha muerto un chino que nunca renunció a ser chino, una voz y una pluma de oriente, que demandaba libertad para su pueblo; ¿libertad como la entienden los de occidente?, que importa, la libertad es la libertad. Me impacta su muerte que nace de la entrega a sus convicciones y a su pueblo. Allá lejos ha muerto un hombre, pero por acá siento que ha nacido otro héroe de los derechos humanos y tal vez sea eso lo que me tiene impactado.
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JLuisSilva
Lo que yo noto es que el novel se ha ido “despersonalizando”, la tendencia es a entregarse a buenos referentes de algo positivo para la sociedad mas que a una persona descollante y descomunal en algo que puede estar demasiado desmarcada de una idea colectiva, tendencia o ejemplo social. Y con esa sana intención de influir mas positivamente en la sociedad obviamente se entra en el vicioso juego político. Como el resto de las organizaciones y movimientos sociales por lo demás.
Saludos
Luis B.
Liu Xiaobo de seguro merecia el premio y ser oido…suele ser agobiante vivir en un regimen censurador.
La unica sombra radica en que los premios Nobel hace ya tiempo son otorgados tambien con fines politicos.
El premio nobel entregado a Obama fue a todas luces un chiste. B.Obama supero a Bush en muertes causadas y en guerras propiciadas por USA …….en bombas lanzadas…..en el financiamiento indirecto al EI, etc. (FTE correos de H Clinton en Wikileaks)
Otra polemica fue el nobel que le otorgaron al musico Bob Dylan ! Hace poco declaro que el hace musica no literatura.
El desconocimiento de Xiaobo es tambien por la barrera idiomatica