Latinoamericano, argentino, sencillo. Esta última cualidad se vio reflejada en la manera en cómo apareció frente a la plaza de San Pedro. No vestía otra insignia papal que la cruz y la sotana blanca. Pide rezar por Benedicto XVI y pide al pueblo que recen por él mismo. Lo anterior, a los ojos de la comunidad internacional, fueron señales de humildad y sencillez.
Su historia es particular, combatió por las desigualdades en Argentina, la pobreza, la trata de blancas, el matrimonio homosexual, batallas que en más de una oportunidad derivaron en confrontaciones con el gobierno argentino. Es jesuita y latinoamericano, es decir, se trata de un papa perteneciente a una orden religiosa católica fundada por Ignacio de Loyola en el siglo XVI que se caracteriza por tener obediencia directa al papa y es el único jesuita dentro del cónclave.
El Vaticano es un Estado, la iglesia es gobernada por el papa y hay ministerios, pero no hay una suerte de gabinete. De manera que la primera tarea que tiene Jorge Bergoglio es generar un gobierno, buscar espacios en donde los ministros puedan discutir en conjunto. Por otro lado, ha habido innumerables filtraciones en la prensa internacional de conductas sexuales abusivas de miembros pertenecientes a la iglesia. Frente a esto, resulta indispensable mejorar la imagen de la iglesia por todos estos casos de abusos que manchan la imagen de la iglesia. Esa es una tarea pendiente y muy importante; la renovación de la iglesia.
La Iglesia tiene la necesidad de un papa pastor, acogedor, afable, cercano, menos jerárquico y Francisco ha dado claras señales de estas cualidades, ya que se ha mostrado como una persona directa y cercana, no obstante las acusaciones que lo vinculan a la dictadura argentina.
América Latina es el continente con más católicos en el mundo, pero al mismo tiempo es el continente con más desigualdades. Como consecuencia, surge la necesidad de buscar en cierta medida una igualdad, una igualdad que es difícil de lograr precisamente por el sistema económico imperante que mueve los mercados.
¿Por qué el nombre Francisco? Recordemos que Giovanni Francesco Bernadone, más conocido como San Francisco de Asís, fundó la orden de los franciscanos, donde su principal trabajo fue la renovación de la espiritualidad cristiana, de manera que esta es la gran tarea que tiene Jorge Bergoglio: la renovación de la iglesia, acomodar los principios cristianos a la realidad que hoy nos rodea ¿cuál es esta realidad?
La iglesia del siglo XXI es la iglesia de los laicos, se debe actuar de acuerdo a la realidad del país, debe haber una conversión, transformación, evolución y cercanía a la sociedad. Los jóvenes hoy están movilizados y esto es una oportunidad para abrir un camino de renovación. La iglesia necesita acercarse a los pobres, incluir a las mujeres, transparentar sus actuaciones.
Vivimos en un mundo en el que la familia ya no se compone de un hombre y una mujer, países como Argentina ya han incorporado en sus ordenamientos jurídicos la figura del matrimonio homosexual. Vivimos en un mundo en el que el modelo económico es el consumo, la competencia y en donde priman el progreso material y el despilfarro económico, realidad que no se condice con los principios que predica la iglesia, de ahí que la tarea del papa es la renovación de la iglesia y de sus principios fundadores.
La iglesia del siglo XXI es la iglesia de los laicos, se debe actuar de acuerdo a la realidad del país, debe haber una conversión, transformación, evolución y cercanía a la sociedad. Los jóvenes hoy están movilizados y esto es una oportunidad para abrir un camino de renovación. La iglesia necesita acercarse a los pobres, incluir a las mujeres, transparentar sus actuaciones. Debe concentrarse en hechos y no en palabras. Hoy la iglesia no tiene credibilidad, de manera que ésta es la gran primera tarea que tiene Jorge Bergoglio; renovación e innovación.
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