Como siempre en situaciones de litigios con nuestros vecinos, surgen voces beligerantes llamando a la protección de la Patria y a la adoración casi religiosa de la bandera, sin dejar pasar por supuesto, las adulaciones correspondientes a nuestros valientes soldados.
Son siempre los mismos y sus perfiles se repiten. En el plano de la política con minúscula, estos sujetos saben que sus declamaciones heroicas les traerán dividendos eleccionarios usando la retorica patriotera que nubla visiones de futuro para nuestra nación. Después de todo, el chovinismo es parte de los condicionamientos a que somos sujetos por parte del sistema que pretende siempre cubrir nuestras diferencias de clase con símbolos patrioteros que pretenden ir sobre la miseria y explotación de las clases populares del país.
En los días cercanos a la definición de un litigio fronterizo con Perú, que obviamente ha servido en ambos países para fines que nada tienen que ver con las soberanías, los inefables Tarud y Moreira aprovechan de mostrar su autodeclarada heroica defensa de la Patria con opiniones y comentarios tan desprovistos de substancia intelectual como sus trayectorias de políticos profesionales mediocres, que al margen de demostraciones matonescas y arrogantes, nada pueden mostrar que sea de real beneficio al desarrollo de Chile.
Los poderes fácticos y el capital transnacional siempre usarán conceptos como el “orgullo patrio” y la “sagrada soberanía patria” cuando les sea conveniente para afianzar su dominación de clase o cuando sea necesario que las clases populares abandonen luchas reivindicativas peligrosas para el modelo. La misma Guerra del Pacifico fue engendrada y sus resultados aprovechados por el gran capital británico para la explotación del salitre. Eso está claro.
Poco se ha mencionado el carácter continental de nuestra raigambre como pueblo. Poco se habla de la artificialidad de las fronteras, particularmente en América Latina, en que ellas se fijaron por el poder colonial con el fin de facilitar la explotación de cada una de sus regiones.
Nada se dice de la vocación integracionista de nuestros pueblos originarios, que en tiempos modernos constatan innumerables factores que unen sus naciones.
Nada se dice de las posibilidades infinitas de desarrollo si los pueblos latinoamericanos, con historias, lenguajes y culturas comunes, decidieran enfrentar su desarrollo económico y cultural en conjunto.
Nada se dice de las posibilidades infinitas de desarrollo si los pueblos latinoamericanos, con historias, lenguajes y culturas comunes, decidieran enfrentar su desarrollo económico y cultural en conjunto.
En lugar de ello se da pábulo a que mentes estrechas llamen a la beligerancia, o mentes calculadoras para incrementar sus ganancias, utilicen esta circunstancia, desde ya artificialmente creada y mantenida por los poderes fácticos de ambos países, para establecer condiciones mejores para continuar con la explotación de sus gentes y de sus recursos.
Cuando se trata de pensar y avanzar en un modelo alternativo de desarrollo, es el momento de avanzar a la integración de Latinoamérica. Eso es hacer patria para todos los habitantes de este maravilloso continente.
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El chovinismo de Tarud y Moreira: un oportunismo peligroso
[…] fuente Heraldo, El chovinismo de Tarud y Moreira: un oportunismo peligroso […]
Andrés
Chile tiene alguna reclamación con otro país? No
Chile pretende territorios a algun tercero? No
Si la Haya pir lo visto es solo útil para los que «piden», ¿para que entonces acatar cualquier veredicto que de ella emane?
La soberania y patrimonio de una Nacion reside en su pueblo, y es este quien debe pronunciarse frente a cambios que le afecten. Ninguno de los paises mas poderosos la considera para definir su politica exterior. Entonces llamo a no tomar como valido ningun veredicto de la Haya, sea este positivo o negativo.
Pablo
Nada qué decir de estos 2 payasos. Toda la razón, no más.
Pablo
Andrés,
Suscribir al Pacto de Bogotá es una condición para solucionar temas pacificamente. Muchos cuestionan que suscribir a dicho pacto solo nos ha perjudicado, ya que hemos perdido terreno. La verdad es que la «soberanía» es un concepto abstracto que en teoría pertenece al pueblo que lo reside, pero en este caso estamos hablando de Mar, no de tierras.
Renegar de La Haya solo nos convertiría en otro Colombia que se salió de dicho pacto cuando perdió un fallo con Nicaragua.
«Llamar a no considerar válido» me parece una opinión válida, pero espero, que por respeto a la diversidad de opiniones existentes dentro de la ciudadanía, espero que los patriotas y nacionalistas no vengan a hacer de voceros de toda la ciudadanía, siendo que no necesariamente son mayoría.
ludwitja
Curioso….. Tarud jamas se ha subido a un bote o ha ido a una protesta por los derechos de los pescadores artesanales que son brutalmente pisoteados por las pesqueras. Hace tiempo atras, conversando en una conferencia de don Juan Gabriel Valdes, nos reiteraba lo que yo sabia desde antes de boca de don Gabriel Valdes S.: que en temas limitrofes o de relaciones internacionales, hay dos posiciones: la del Estado y la del Gobierno. Tradicionalmente, en el caso de limites, Chile ha tenido sin grandes saltos (exceptuando tal vez cierto periodo del dictador ) una politica de Estado. Con Piñera, la posicion es una posicion de gobierno, defendiendo los intereses de los empresarios, fundamentalmente, y de los politicos que hacen las leyes para esos empresarios gocen las ganancias que tienen gracias a lo que a todos nos pertenece. Para estos abyectos personajes, la huelga de los puertos es antipatriota, antichilena, antidemocratica, porque pone en el tapete la razon fundamental del dolor obrero. Para Piñera y sus asesores, solo miran lo que pueden ganar (sin repartirlo con el pueblo), o perder ( en donde el pueblo seria obligado a tomar las armas para defender los intereses de los poderosos)
Desde la mirada ciudadana, estamos claros que los sres. Tarud y Moreira quieren llevarnos a una guerra si lo propusieran.