No solo dos modelos contrapuestos de país chocan este 19 de diciembre, también dos formas radicalmente opuestas de entender a la comunidad internacional.
No es difícil darse cuenta de la tendencia realista del candidato José Antonio Kast: el escepticismo sobre el rol de algunas organizaciones internacionales y la nula disposición a crear instancias de cooperación sobre temáticas regionales son claros indicios de ello.
Un realista por su esencia no tiene miedo a aislarse internacionalmente, cree que es mejor encabezar una “resistencia” que ser resistido.Todas estas diferencias se enmarcarán en un debate mayor: la elección de alineamiento con una superpotencia dominante.
Eso bien lo sabe el candidato republicano, quién ha manifestado en más de alguna oportunidad su intención de retirarse del consejo de derechos humanos de la ONU y repensar toda estrategia internacional de Chile.
Por el lado de Gabriel Boric se le ve bastante más comprometido con las ideas liberales en el sentido de crear nuevas instancias de apoyo y colaboración con los demás países vecinos.
Su postura en el tema no ha estado exenta de polémicas como cuando manifestó su intención de revisar todos los tratados internacionales suscritos por Chile (dando a entender una posible modificación unilateral de estos) o su abierto apoyo a una salida marítima soberana para Bolivia.
El entusiasmo del joven candidato en la materia pueden chocar de lleno con las ásperas tierras de la anarquía internacional, lugar donde el idealismo ha fracasado una y otra vez.
Todas estas diferencias se enmarcarán en un debate mayor: la elección de alineamiento con una superpotencia dominante.
¿Kast seguirá apuntando de forma irrestricta a los Estados Unidos o se dejará tentar por los jugosos capitales de inversionistas chinos?
¿Boric estará dispuesto a tener una lógica rupturista con el gigante del norte, como lo han hecho prácticamente todos los gobiernos de izquierda en la región, o intentará mantener una política similar a sus antecesores?.
Sobre este tema los programas de ambos candidatos callan, pero a veces (especialmente en política) el silencio habla más que mil palabras.
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