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Que mis ovarios no pesen

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A mediados de este año, muchos nos indignamos, sonrojamos y, en última instancia, nos reímos a mandíbula batiente, a causa de un instructivo dictado en la Intendencia de la Región de Coquimbo. La idea era normar la vestimenta de los funcionarios de la repartición y, especialmente, las mujeres. Nada de pabilos, strapless, falditas sugerentes, jeans apretados.
 
Estas disposiciones causaron impacto en las redes sociales y casi nadie en el oficialismo blindó la medida. El intendente Sergio Gahona anunció que el gobierno derogaba la medida, que terminó siendo uno de los sucesos humorísticos del año. Y es que es muy impopular pretender normar el aspecto físico de las mujeres.
 
Una cosa radicalmente distinta ocurre si se trata de derechos reproductivos de las mujeres, puesto que grupos políticos y religiosos consideran que tienen las prerrogativas suficientes para imponernos a todos sus convicciones en esta materia. Sí, a pesar de que nosotras no adhiramos a éstas.
 
Recientemente, los senadores Evelyn Matthei (UDI) y Fulvio Rossi (PS) presentaron un proyecto sobre aborto terapéutico que en el fondo no es tal. Lo que se plantea es que no se considerará delito cuando se produzca la muerte del feto como consecuencia de alguna intervención, tratamiento o fármaco indispensable para salvar la vida de la madre, lo que deberá ser certificado por tres médicos.
 
Los parlamentarios han asegurado que se inspiraron en dos casos para presentar esta moción: los de la periodista Mónica Pérez y de Claudia Pizarro, joven de 28 años que presentó un recurso de amparo para solicitar la interrupción de su embarazo, argumentando que está afectada por un cáncer uterino y porque el feto no presenta cerebro. Recientemente, la Corte de Apelaciones de Santiago acogió a trámite esta acción.
 
Pese a esto, el calvario de Pizarro sigue. Esto, porque desde el Hospital San José y del Ministerio de Salud salieron a desmentirla. Citando a La Tercera, el ministro Jaime Mañalich sostuvo que “tengo que decir radicalmente que la presentación es un montaje, cuando llegó a hacerse el tratamiento con el Papanicolau alterado tenía tres meses de embarazo, se le sugirió como corresponde, esperar el término del embarazo para hacerse la biopsia del cuello uterino, cosa a la que no accedió".
 
Por supuesto, la aludida reaccionó con indignación. En declaraciones hechas a Radio Cooperativa y citada por La Tercera, Pizarro dijo que "a mí me dijeron que yo tenía un bichito en el útero. Yo me atendí por otro médico para que realmente me dijera ‘sabes que tienes esto y no te dijeron en el hospital’, porque eso es lo que pasa, que en el hospital nunca dicen nada, ni una cosa, y ese es el drama”.
 
Independientemente de las declaraciones cruzadas, ¿por qué se obliga a Claudia a desarrollar hasta última instancia su embarazo, si es evidente que el feto que tiene nulas opciones de vida extrauterina? ¿Por qué es válido someterla a esa tortura sicológica, exponiendo además su salud? ¿Por qué Claudia (y Juana, y Rosa, y tú y yo) debe (mos) pagar estos costos? ¿En función de ideologías y cosmovisiones que claramente no nos consideran sujetas de derecho? ¿Pagamos este costo para que algunos, los que toman decisiones, puedan vanagloriarse de tener posiciones pro vida y de paso, cuidar sus delicados equilibrios políticos? Porque tanto la Concertación como la Coalición por el Cambio le hacen el quite incluso a debatir estos temas, todo por mantener la fiesta en paz en el frente interno.
 
En este ámbito, como en muchos otros, nuestras autoridades –salvo contadas excepciones- demuestran estar totalmente desconectadas respecto a nuestras necesidades e intereses. Son como los curas que hacían misa en latín, de espalda a la feligresía.
 
Así, uno de mis muchos deseos para el 2011 es que yo, ciudadana chilena, pueda ejercer mis derechos, incluyendo los reproductivos, libremente y sin que el hecho de tener ovarios en lugar de testículos influya. Porque, hasta la fecha, puedo elegir entre usar una polera strapless o una con pabilos, pero no qué decidir sobre mi cuerpo.
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Lorena Muñoz Zapata

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lesliepower

lesliepower

Gracias!
Trabajo con mujeres, niñ@s, embarazo, lactancia, crianza… acompañé a parir a mujeres con mortinatos, conociendo directamente lo traumático de la situación. Lo trágico es que esa mujer que hoy no puede abortar, tampoco tiene el apoyo del gobierno, empresas, etc para poder elaborar el trauma que significa parir a un mortinato. Las isapres y los demás sistemas de salud a penas cubren tratamiento psicológico y psiquiátrico. Los hospitales y clínicas no dan el alta a la mujer hasta el 3 o 4 día, sin siquiera tener derecho a dar sepultura a su hij@.
Acompañaré siempre a cualquier mujer que quiera llevar a término un embarazo de alto riesgo, así como acompañaré a quien decida abortar.
Todo lo que esté «en contra», en el sector de lo «prohibido» atenta con la empatía «ponernos en el lugar del otro» y ese valor, es universal y escapa a religiones y a posiciones políticas.
La neutralidad debiera ser del estado.
El aborto es una situación real, que existe y el Ministerio de Salud, debe, dejar de negar y otorgar el derecho a atención médica a quien decida abortar.
Para terminar, los «pro vida» deben partir por otorgar los recursos y el apoyo necesario a las madres y padres para llevar hacer de la crianza compatible con la vida laboral. Apoyar la vida es apoyarla de verdad, entregando información y libertad a los seres humanos,
Un abrazo
leslie Power
Psicóloga Clínica
powerlesliecl
http://www.espaciocrianza.cl

    loremunozz

    Así es, el estrado debería ser un lugar neutral, donde quepamos todos los ciudadanos, independientemente de convicciones políticas, religiosas o de otra índole. Y concuerdo contigo respecto a los costos en la salud psicológica de las madres en estos casos: Hay una total falta de empatía al respecto. Además, es sabido que si una mujer tiene los recursos suficientes, puede pagar por interrumpir su embarazo, de manera segura. Si eres pobre, o te arriesgas a un aborto clandestino o aguantas. Saludos.

sergioroa

Empatia: Colocarse en el lugar de otro..es bueno aplicarlo en relacion con el bebe que esta en el cuerpo de su madre y que no es parte de su cuerpo, es un ser independiente con sus derechos tambien. Ahora este concepto de derechos reproductivos no puede estar por sobre el derecho a la vida , este ultimo es superior. Te recuerdo que el uso libre de tu cuerpo lo tienes consagrado hace rato gracias a la pildora condones etc.., nadie te controla tu sexualidad y que tendencia te gusta, como nadie te impide modificar tu cuerpo para hacerlo mas atractivo. ¿ Entonces , que deseas?

    loremunozz

    Exactamente: hablamos de empatía. Concordamos que es obligación de cada cual de informarse sobre el uso de anticonceptivos, en caso de que no se desee tener hijos. Sin embargo, también sabemos que como sociedad, no hemos hecho lo suficiente para poner a disposición de todos los sectores esta información, por lo tanto, no creo que los derechos reproductivos estén garantizados para todos.

    Más allá de esto, lo que planteo es que el aborto -al menos, el terapéutico- debe ser una opción, independientemente de que por convicciones religiosas, una mujer decida llevar a término un embarazo que ponga en riesgo su vida o dar a luz a un hijo inviable. Pero debe existir una alternativa para quienes no deseen este camino. Eso, al menos, creo yo.

oinotna

Don Sergio de eso se trata precisamente , de lo que «ella desea».

    loremunozz

    Así es. Saludos.

    sergioroa

    Los deseos V/S Derechos , gana derecho a la vida.

lesliepower

lesliepower

Estimado Sergio:
El aborto, la homosexualidad, la infidelidad, la monogamia, los nacimientos, los delincuentes, las fiestas, los funerales, etc, son situaciones humanas. El aborto existe, existió y existirá siempre, es una realidad humana. Hay algunos que la quieren ver, otros que prefieren negar o teñir con fundamentos religiosos y /o políticos. Yo no estoy a favor del aborto, si del aborto terapéutico, pero fíjese, que apoyo y acompañaré a toda mujer que quiera abortar. Por qué, yo que siendo mujer no quiero imponer mi pensamiento a otra mujer? Porque sencillamente, esta es una cuestión de salud que escapa a mis pensamientos e ideales.
Le recomiendo leer a Casilda Rodrigañez, W. Reich, Francoise Doltó, Laura Gutman, Joyce Mc Dougall, etc etc etc.
Las mujeres tienen un saber sobre sus cuerpos y sobre sus embarazos, el aborto ha sido parte de la sexualidad femenina, así como las relaciones sexuales, el embarazo y por último la lactancia, eslabón que está siendo mutilado por el sistema patriarcal….confíe en la mujer y lea, por ahí es capaz de ponerse en el útero y en la mente, espíritu, alma de esa mujer.
Un abrazo cariñoso
Leslie Power Labbé
@powerlesliecl
Psicóloga Clínica

amoral

muy interesante la reflexion, me parece relevante lo que señala Leslie respecto a la relacion de la mujer y su cuerpo, los saberres sobre uno misma, nos sorprenden a diario cuando somos capaces de ampliar la mente y observar que la libertad de pensar sentir y hacer de nuestro cuerpos solo nos pertenece a nosostros.

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Lorena Muñoz Zapata

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