La violencia de género es la violencia contra las niñas, adolescentes, mujeres y contra las personas que no son niñas o mujeres, pero que no corresponden a la orientación sexual heteronormada, es decir, contra todas las personas LGBTQAI+
La violencia de género es ejercida directamente contra todas las niñas, adolescentes, mujeres y contra todas las personas LGBTQAI+ en todos los dominios en el que el género es visible.
La violencia de género es también ejercida indirectamente contra este grupo humano, cuando ese grupo está ausente y existe solamente como representación mental, como concepto.
Comprender que la violencia de género se ejerce en ausencia de víctimas directas y presenciales es importante puesto que permite concebir la violencia de género no sólo como un conjunto de comportamientos voluntarios ejercidos sobre individuos, sino también como un conjunto de convicciones estructuradas, ideas desorganizadas, expresiones verbales y no verbales, omisiones, prohibiciones, restricciones, obligaciones, prejuicios, intenciones explícitas e implícitas, conscientes e inconscientes.
Las violencias sexuales son una expresión de la violencia de género. Las violencias económicas, las violencias científicas y médicas, las violencias educativas, las violencias alimenticias, las violencias políticas, las violencias laborales, las violencias estéticas, las violencias televisivas, las violencias literarias son parte de una larga lista de variantes.
Podemos invertir mucho tiempo y energía en mencionarlas todas y cada una.
Podemos también invertir mucho tiempo y energía en crear nombres para definir cada subcategoría. Por ejemplo, dentro de las violencias sexuales encontramos el acoso sexual. El acoso sexual podemos subdividirlo creando categoría respecto al espacio en que se realiza: acoso sexual callejero, acoso sexual laboral, acoso sexual en contexto educativo, acoso sexual en medio deportivo, ciberacoso sexual.
No digo que no sea útil nombrar, describir y caracterizar todas y cada una de las violencias sexistas y sexuales, todas las discriminaciones sufridas por la mitad de la humanidad y además por la parte de la humanidad que no corresponde a la categoría hombre heterosexual.
Hay dos palabras que me hace falta leer en la prensa: omniderechos e infraderechos. Estas palabras creo que permiten concebir el lazo interdependiente que existe entre esos dos espacios, y el espacio que esta en juego en medio: el espacio de la violencia.
Sin embargo, me parece que hay dos palabras que me hace falta leer en la prensa: omniderechos e infraderechos. Estas palabras creo que permiten concebir el lazo interdependiente que existe entre esos dos espacios, y el espacio que esta en juego en medio: el espacio de la violencia.
Muchas víctimas de violencia de género y de violencia sexual en particular (en modo de ilustración) no se sienten ni se perciben a sí mismas como víctimas de violencia de género y de violencia sexual. Esto por diversas razones. Podemos mencionar algunas razones: edad, madurez, capacidades cognitivas, nivel de educación, acceso a informaciones especificas respecto a sus derechos.
Casos concretos: una niña de 6 años va a saber que fue víctima de incesto años más tarde. Una adolescente víctima de mutilación sexual (escisión, infibulación) no sabrá hacer a diferencia entre acto de barbarie y costumbre local. Una mujer coreana víctima de hipercontrol conyugal y de humillaciones no sabrá que eso es inaceptable hasta tener acceso a otro medio cultural. Una adolescente Asperger aunque sea brillante en muchos aspectos, puede no saber que fue manipulada sexualmente hasta mucho tiempo después. Las personas deficientes intelectuales, trisómicas o disfásicas, salvo intervención de personas externas, podrían nunca ser capaces de expresar lo que sienten frente a adultos abusadores si éstos son parte del staff médico o paramédico o de su entorno cercano.
Esta zona de violencia donde se superponen los omniderechos de algunos y los infraderechos de muchas y de personas LGBTQAI+ ocupa un espacio mucho grande de lo que creemos conocer. Millones de personas no saben cuánta violencia de género reciben a través de internet, la prensa escrita, la radio, la televisión, los manuales escolares, el cine, las canciones, la publicidad, los envoltorios de comida, la moda, los juguetes, los servicios médicos y psicológicos…
¿Cuántas personas saben que el clítoris es un órgano eréctil? ¿Cuántas personas saben que hay 200 millones de mujeres mutiladas sexualmente, algunas realizadas por médicos en clínicas privadas? ¿Cuántas personas saben que las glándulas de Bartolino producen ciprina pero que la lubrificación vaginal no es sinónimo de consentimiento? ¿Cuántas personas distinguen excitación sexual de deseo sexual? ¿Cuántas personas conocen la lucha de algunas investigadoras independientes por quebrantar la implantación de convicciones y prejuicios sexistas en documentos publicados en revistas especializadas?
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Rodrigo
Senora, usted habla estupideces todo el dia o a veces descansa?