Ella tenía 14 años, vivía en Quinta Normal y su tutor la esterilizó por que el médico psiquiatra del hospital Dr. Felix Bulnes Cerda le aconsejó que así lo hiciera, ya que por el hecho de que ella vive con autismo, no tiene habilidades para hacerse cargo de su vida afectiva y sexual -mención aparte que no tiene capacidad de asumir rol parental alguno aunque haya apoyo familiar-.
Aquella tenía 14 años, vivía en Cochrane, y cuando fue al control médico en Coyhaique, la enviaron fuera del box de atención para hablar con su padre quien le dio flor de paliza al psiquiatra que le sugirió la esterilización de su hija con síndrome de Asperger. El padre le enseñó que el no estaría toda la vida, prefirió priorizar que aprendiera a trabajar, a estudiar y a valerse por sí misma. Ella había sido pedida en matrimonio y estaban esperando que cumpliera los 16 años para que se casara con el hombre que la pidió, el cual en el trato claramente indicaba que debía seguir estudiando hasta 4to medio y debía seguir recibiendo tratamiento médico.La esterilización, el aborto, el parto y las amenazas para dar en adopción en forma forzada son violaciones a los derechos humanos de nuestras mujeres en situación de discapacidad.
Esa vivía en Puerto Aysén, también tenía 14 años, era Bipolar 2 y Asperger, le sugirieron a su madre firmar la esterilización, pero el tutor legal era el padrastro, el cual esperó al médico psiquiatra titular afuera para «darle una paseada». El psiquiatra renunció y el padrastro no firmó, exigiendo a su mujer que se alineara a su orden. Así pasa con la sexualidad de las mujeres en situación de discapacidad, son terceros quienes deciden sobre su útero, el psiquiatra y los familiares tienen más poder que una mujer en situación de discapacidad.
Muchas veces, he escuchado compañeras lamentando: «Parir y criar es privilegio de mujeres sanas», algunas ya fueron esterilizadas. Y créanme, eso duele. Yo respondo diciendo: «¿Cómo te atreves a decir tal cosa? Que nos traten de asexuados por orden social, no implica que lo seamos. Si quieres acostarte con quien se te antoje, tu problema, el asunto es que el médico o matrona asesore tu decisión, mas no te digan cómo debes pensar respecto a tu sexualidad«.
Recuerdo lo que dice Sol Gutierrez Toledo -perteneciente al colectivo Palos de Ciego- respecto a este tema: «La represión sexual que ejercen los padres de las personas etiquetadas con discapacidad los convierte en delincuentes, en Violadores de DD.HH. Mutilan el éxtasis de la vida de cualquier ser humano so pretexto de un diagnostico médico que puede ser hasta cuestionado. El chacal sexual ya no es un violador, si no que la propia familia, entidad máxima de represión, control y de violación de la autonomía de sujetos sujetados a una etiqueta infantilizadora, que genera una asexualidad ante la sociedad. Desde esa perspectiva los padres, parientes y tutores legales de las personas reprimidas en su sexualidad son unos delincuentes. Las personas independiente de la etiqueta política somos seres sexuales y afectivos«.
Antes de vivir en situación de discapacidad, somos seres humanos, lo peor es que el útero es la parte del cuerpo en donde todos pueden opinar, menos quien lo carga. ¿Tanto miedo tienen que una mujer con discapacidad disfrute con su compañero o compañera sexual sin culpa alguna? ¿Temen a que pueda decirte en el futuro que quiere cambiar los medicamentos y el tratamiento médico por que quiere tener hijos? ¿Tienen miedo a que descubramos a través de la afectividad sexual, que somos humanos por completo y nuestras limitantes poco y nada importan a la hora de sentir placer, afecto, amor?
¿Temen no poder darnos tratamientos más agresivos en forma de pastillas o inyecciones y que podamos decir en un futuro queremos tener una familia y debes aconsejarme medicinas que permitan hacer compatible mi tratamiento médico con mis planes de vida? ¿O van a seguir con la genialidad de que por que la posibilidad de tener un hijo con síndrome de down es del 50%? ¿O es por que si se equivocan en un medicamento, no están dispuestos a hacerse responsables de que podamos decidir si abortar o parir? ¿Desde cuándo somos incapaces de hacernos responsables de nuestros actos y de nuestro cuerpo? ¿O acaso no somos mujeres y seres humanos también? ¡Saquen nuestra realidad del closet!
El útero es mío, es de cada mujer en situación de discapacidad que lo carga, y quiero comunicar a toda la nación que nadie tiene derecho a seguir decidiendo sobre el. La esterilización, el aborto, el parto y las amenazas para dar en adopción en forma forzada son violaciones a los derechos humanos de nuestras mujeres en situación de discapacidad. La mujer decide, la familia de la mujer respalda, el equipo médico social asesora y la sociedad en su conjunto respeta. ¿Es mucho pedir aquello?
Comentarios
25 de noviembre
La mujer debe tener la libertad para decidir acerca de su sexualidad y de su derecho a abortar. Si no es capaz de esa plena libertad total entonces hay una descriminacion que debe terminar. Pero lo que Paulette habla carece de forma. Menciona que las mujeres deben tener la facultad de ejercer los placeres y beneficios de tener sexo cuando y con quien le plazca. Y no estoy en desacuerdo pero deja de lado las consecuencias de ello: embarazos no deseados en que el futuro niñ@ no esperado queda en espera de la otra decision: lo cuido y lo descuido, lo doy en adopcion y otras opciones en las que el perjudicado es la consecuencia de esa libertad requerida. Respecto a niñas con problemas como los mencionados, se necesita de que haya una institucion que decida si debe estrilizarse debido a su condicion mental. y la ley deberia decidir bajo ciertas normas humanitarias y modernas y no a cargo de la ignorancia de instituciones , padres o guardianes de discutible intelectualidad. El hecho de sufrir de Arperguer no descalifica a una mujer de su sexuialidad sino del fruto que de ello provenga y si es capaz de sustentar adecuadamente esta nueva vida.
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