Un año más conmemoramos el día Internacional de la mujer y la paz mundial, día que recordamos la gran lucha que se ha dado en todo el mundo en pro de la igualdad de derechos que han tenido grandes avances en el mundo, si bien el objetivo inicial de la conmemoración se basa en el promover igualdad de derechos, incluyendo en ese entonces la participación política, hoy abarca innumerables temáticas relacionadas con la mujer y la brecha existente en todo ámbito, si bien se han obtenido grandes acciones aun reconocidas como “logros” como el sufragio, la participación política, la formación profesional, la integración laboral, el divorcio, entre otros.
En Chile se han alcanzado grandes progresos en la materia, sin embargo aún tenemos una gran deuda como sociedad, en nuestro país es valorada la natalidad y la crianza, nos encontramos con que la mujer actual en particular la mujer trabajadora de una u otra forma es castigada por ser madre en la dicotomía de tener el milagro de la vida en su vientre y a la vez ser castigadas en su desarrollo profesional y laboral.Es momento de dejar de hablar de “logros”, es momento de hablar de derechos e igualdad de éstos indiferente del género y condición.
Si bien nuestra legislación ha mejorado las condiciones laborales de quienes deciden ser madre, aún tiene grandes falencias al momento de hablar de los procesos que tiene que vivir desde que se anuncia la llegada de un hijo limitando su vida laboral ajustándose a los «beneficios» que le otorga el Estado como el derecho a lactancia y horarios flexibles. Beneficios que no son suficientes considerando la ardua tarea que significa el ser madre y trabajadora, el rol que cumple la mujer siendo madre en la vida de un hijo, por sobre todo lo primeros meses de vida.
La vida laboral al igual que la maternidad cumple un rol importante en el desarrollo de la mujer, es por esto que resulta imperante el establecer derechos que aseguren el desarrollo de la mujer trabajadora tanto en términos laborales como en términos de su maternidad.
Es momento de dejar de hablar de “logros”, es momento de hablar de derechos e igualdad de estos logros independiente del género y condición
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