La maternidad de las invisibles

La invisibilidad social e institucional frente a la maternidad de mujeres con discapacidad severa, y la dura lucha de permanecer junto a sus hij@s.

Legalmente, no hay un decreto que diga «que una mujer que posee una discapacidad que la haga dependiente total de apoyo para realizar sus labores y vida cotidiana, no podrá ser mamá o criar«, y es el sustento bajo el cual se cometen innumerables violaciones a derechos humanos, avalados por quienes, han sido designados para su defensa.

[texto_destacado]Sin embargo, muy pocos se detienen a pensar ¿cómo una mujer con discapacidad severa puede cuidar de su hij@, si su cuerpo es inmóvil? Es como la imagen de una persona completamente atada, intentando correr en búsqueda de auxilio.

Grotesco es la interpretación de la maternidad, sin tomar en cuenta la particularidad de cada ser humano.

Las mujeres con discapacidad severa estamos luchando por la permanencia de nuestros hij@s junto a nosotras, visibilizando las ataduras que nos pone el actual sistema, con la inexistencia de políticas públicas o un programa, que defienda nuestros derechos (de nuestros hijos y nosotras). La nula adecuación de herramientas para ejercer la maternidad en iguales oportunidades.

Las mujeres con discapacidad severa estamos luchando por la permanencia de nuestros hij@s junto a nosotras, visibilizando las ataduras que nos pone el actual sistema

La crueldad de ser juzgada, sin conocer desde la voz de quien lo vive, y la intervención fría de pseudo expertos, que crean lineamientos y medidas en pro de nuestro bienestar, desde lo que ellos suponen, necesitamos.

Se escandalizan cuando una mujer decide abortar o porque el Estado no apoya la maternidad de aquellas más vulneradas, por la desigualdad, la exclusión, y la injusticia social, y por otro lado, naturalizan el hecho de que una mujer, solo por haber nacido o adquirido una discapacidad «limitante en las funciones del cotidiano», su contexto y entorno la obligue a derivar los cuidados de sus hij@s a familiares, o que sean institucionalizados.

La maternidad también es un privilegio solo de algun@s