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Feminista

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Soy un feminista, porque reconozco en los procesos de construcción social del género una histórica reproducción de violencia simbólica. Porque soy hombre, y como tal fui preparado para menospreciar a las mujeres, para pensarlas desde mi propia satisfacción, y para negar que este sesgo existe. Porque se me enseñó a ver a toda mujer desde una óptica de extrañeza y enemistad, en función de una “solidaridad de género” que tiene tanto sentido como exigirle a un blanco que odie a los negros, por afinidad con su raza. Como consecuencia lógica de mi vergüenza, soy feminista.

Porque tengo madre, hermana y pareja, soy feminista. Porque veo cómo ellas han crecido en un mundo donde su principal cualidad debe ser  la belleza física. Un mundo que todavía le pregunta a mi hermana si no le da miedo practicar un “deporte de hombres”. Un mundo donde, si mi pareja se dedicara a lo mismo que yo, seguramente ganaría menos. O, al menos, su “riesgo” de maternidad desincentivaría su contratación. Soy feminista, porque la maternidad es vista como una práctica casi anómala, que interfiere con el curso de “las cosas”; es vista como un estorbo, como un mal necesario.

Soy feminista, porque existen los concursos de belleza para niñas de 6 años. Porque el color rosado es de niña, y el azul es de niño. Porque a Bachelet le dicen “la gordis”, y se burlan de su forma de vestir (y nos parece lo más normal del mundo). Porque las mujeres usan zapatos con taco y maquillaje. Y algunas, no se atreverían a salir de sus casas sin ellos. Y muchos (y muchas) les reprocharían hacerlo…

Soy feminista, porque a toda mujer se le presentan hoy dos alternativas, y solo dos alternativas: o vales como simulacro de hombre, o te dedicas a la casa y los niños. Soy feminista, porque hoy son hombres los que deciden acerca del cuerpo de la mujer: cómo debe ser, cómo debe presentarse, cómo debe parir.

Soy feminista, porque el linaje familiar es patrilineal, lo cual es biológicamente inexplicable. Llevamos el apellido de nuestro padre, y nuestros padres el de sus padres, perdiéndose a cada escalón familiar, un apellido materno. Porque una mujer -tenga hijos o no- es la punta inconclusa de una familia, aun cuando biológicamente el hombre es capaz de tener hijos con distintas mujeres, y abandonarlos, pero cada mujer llevará en su vientre al hijo, y luego lo alimentará con su propia leche. Ese vínculo de tamaña importancia se desconoce, cómo no, y por eso soy feminista.

Soy feminista, porque a toda mujer se le presentan hoy dos alternativas, y solo dos alternativas: o vales como simulacro de hombre, o te dedicas a la casa y los niños. Soy feminista, porque hoy son hombres los que deciden acerca del cuerpo de la mujer: cómo debe ser, cómo debe presentarse, cómo debe parir.

Porque suscribimos a diario a lógicas de cosificación de la mujer: la mujer como objeto, a menudo sexual, como “cosa bonita”, como pieza intercambiable, como adorno. La mujer como “mina”, pero no cualquier mujer es mina, sino la potencialmente atractiva sexualmente; la explotable.

Soy feminista porque distinguimos a las señoras de las señoritas. Porque las niñas son “princesitas” que deben ser salvadas por un príncipe redentor. Porque en una relación el hombre debe abrir la puerta, pagar, defender, y tener la iniciativa respecto a una mujer. No digamos que está mal que un hombre haga esto per se, pero es tremenda la arbitrariedad que sustenta la constante asimetría.

Porque la violencia contra la mujer es hoy, año 2013, una reconocida epidemia. Porque hoy el ser mujer es, en sí, un elemento de vulnerabilidad social. Soy feminista, porque esperar que cambie el actual estado de cosas por mera presión femenina es absurdo. Soy feminista, porque para que esto cambie, los hombres debemos ser feministas.

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vasilia

vasilia

Pues yo soy humanista.

Creci rodeada de mujeres, en el colegio, en mi familia… y si algo aprendi es que el machismo no nace espontaneamente, es la mujer quien lo fomenta.

Si, ya, saldra la feminista que se lance a mi cuello. Pero es la verdad. Las mujeres les enseñamos a nuestros hijos varones a no respetar a las demas mujeres. Les enseñamos a nuestras hijas a ser siempre sonrientes, a como pescar marido, a como criar hijos, a como mantener la casa… ¿por que no les enseñamos a nuestros hijos a ser buenos esposos, a cocinar, a planchar? Delante de nuestros hijos varones hablamos mal de nuestras amigas, de lo «suelta que es Maria» o de lo «fresca que es Juana», no hablamos bien de nuestras colegas mujeres, ni aun de nuestras hermanas. Cuando nuestro hijo varon deja embarazada a una chica, culpamos a la chica, no a nuestro hijo. «Mi hijo fue pervertido por esa mujer», la de veces que he oido a mujeres diciendo eso. Cuando estamos en familia, siempre atendemos a nuestro marido, incluso cuando estamos cansadas, enseñandole a nuestro hijo varon que tenemos la obligacion de atender a nuestro marido y a nuestra hija que es su obligacion atender a quien sera su marido.

No me habia fijado en lo mal que se educa a los niños en materia de relaciones sexuales (relacion entre sexos, no con sexo) hasta que me toco leer articulos sobre la ablacion. Es monstruoso, francamente monstruoso, que quienes mas defienden la ablacion sean mujeres. La realizan mujeres contra niñas, llevadas por sus propias madres…. todo para poder ser deseable a un hombre. Las viudas suicidas de la India no se suicidan porque un hombre las obligue, lo hacen porque las otras mujeres la obligan, y aunque es ahora una practica ilegal, sigue ocurriendo porque las mujeres obligan a la viuda a hacerlo.

Eso no pasa porque esas mujeres sean machistas, pasa porque esas mujeres no se respetan ni a ellas mismas ni a su genero.

La base de una sociedad sana es el respeto. Que uno se respete, que de verdad uno se respete y se quiera, y quiera a los demas y los respete. Y eso no se consigue siendo feminista o machista, se consigue viendonos como somos: personas, ante todo personas.

Por eso soy humanista. No creo que las desigualdades que tenemos hombres y mujeres se solucionen poniendose en un lado o en otro, porque todo eso nace del poco respeto que nos tenemos como personas. Y creo que debemos empezar a cultivar eso. Cuando enseñemos a respetar, cuando tratemos a los demas sin pensar en su sexo o en su apariencia, creo que muchas de las cosas que las feministas denuncian van a terminarse.

    ajonetto

    ajonetto

    Subscribo plenamente con lo dicho por Marcela. Basta de DISTINCIONES, acá lo que hace falta es recuperar a la Humanidad, escondida, vapuleada y perdida tras tantas categorías e «-ismos» que finalmente llaman a la división, en vez de la unidad que tanto necesitamos en el mundo.

    Tere

    No es por lanzarme a tu cuello, pero ser feminista es básicamente la lucha por la igualdad. Hoy en día el concepto se confunde con la misandría, con odiar los hombres, pero eso es básicamente desinformación malintencionada. La lucha feminista no es ir odiando a los hombres por la vida, quemando sostenes. Una lucha feminista puede ser la de lograr la igualdad de salarios entre géneros, como la lucha de los padres por pasar tiempo con sus hijos. La lucha feminista por una parte es por «lo femenino».

    Si una mujer no le enseña a sus hijos a respetar al otro, a ordenar sus cosas, a ser educado, indiferente si es mujer y hombre, eso no es un fracaso de mujer, porque esa familia se hace, en el «ideal» de los casos, en pareja. La crianza de los hijos es una responsabilidad de ambos progenitores, sorry, pero pensar que es solo de la mujer es atrasado y machista.

    Y si bien hay muchas mujeres que hablan mal de su género con sus hijos, pares, etc, también hay muchísimas que no lo hacen. Las generalizaciones son siempre dañinas e inexactas (todos los hombres son unos flojos, todas las mujeres son unas hinchapelotas, etc)

    De todos modos, concuerdo contigo con el respeto. Ojalá como sociedad cultiváramos el respeto y el amor propio.

    Nacho

    Marcela, voy a tratar de responderte con todo el respeto.

    Dices que es la mujer la que fomenta el machismo en los hombres, y me parece una postura muy peligrosa, puesto que nos quita cualquier responsabilidad por nuestros actos, nos libera de la responsabilidad de tratar de crear relaciones más igualitarias, de dejar de maltratar, -física y psicologicamente- a las mujeres, de no utilizar nuestros privilegios de hombre -que son muchos- en nuestro provecho y en detrimento de las mujeres.
    El patriarcado ha hecho un trabajo excelente en los últimos 500 años, puesto que ha conseguido que sean las propias mujeres las que se echen la culpa de la educación que dan a los hombres. ¿Pero quién ha educado a esas mujeres para que perpetúen esa educación? ¿Quién ha inculcado esos valores de competencia, de sumisión, de división entre hombres y mujeres y entre las propias mujeres? ¿Con qué fin?

    Quizá la lectura del estupendo «Calibán y la Bruja» de Silvia Federicci, nos dé una visión más amplia de cómo hemos llegado a este punto: http://www.traficantes.net/libros/caliban-y-la-bruja

    Que a estas alturas de la vida sigamos diciendo que nuestros comportamientos son «naturales», comparándolos con los de las leonas, los chimpancés etc, supongo que es una postura, pero no puedo estar más en desacuerdo. Creo que el hecho de que tengamos capacidad de raciocinio, de abstracción, de memoria, de reflexión, nos diferencia lo suficiente como para dejar de ser seres dominados por nuestros instintos. De hecho, esta es una de las razones que se esgrimía en la alta edad media para la caza de brujas: su lascivia incontrolable. Miles de mujeres fueron asesinadas. Por favor, no les hagamos el juego.

    Tenemos la capacidad de pensar y cambiar, de mejorar. Eso nos convierte en responsables de nuestros actos.

    Este mundo está dominado por hombres, establecido para hombres, pensado por hombres. Cada estapa de nuestra vida responde a unos intereses establecidos, y la educación es una de las más importantes. ¿Tienen las mujeres la culpa de la constante publicidad sexista en TV, radio, vallas publicitarias, etc, realizada en su mayor parte por hombres?
    No.
    ¿Tienen las mujeres la culpa de los planes de estudio de los colegios, realizados en su mayor parte por hombres, y hasta hace no mucho, por hombres de la iglesia católica?
    No.
    ¿Tienen las mujeres la culpa de que se las haya culpabilizado constantemente de despertar las pasiones de los hombres, puesto que no somos capaces de contener nuestros deseos, y además nos damos la legitimidad de usar la violencia para satisfacerlos, diciendo que la culpa es vuestra por provocarlos?
    No.
    Y así un largo etcétera. Por supuesto que muchas mujeres son machistas. Todos y todas hemos recibido una educación machista y sexista que trata de reproducir esos valores. Pero quedarse en que la culpa es de las mujeres que son las que educan a sus hijxs, es quedarse en la superficie y no ir al trasfondo.

    Como muy bien dices, el machismo no nace espontáneamente. Tampoco es que seamos así por naturaleza, naturalmente machistas. También dices: «el mundo es lo que hacemos de él». pero ¿quién? ¿Quién ha relegado a las mujeres al lugar en el que están? ¿Quén esquilma el planeta sin parar? ¿Quién ocupa países, asesina personas, destruye ciudades, por los recursos naturales energéticos? ¿Quién nos educa para que encima nos echemos la culpa entre nosotrxs, desviando la mirada de los que realmente tienen la responsabilidad de sus actos? ¿No serán precisamente aquellos, a los que les interesa seguir en el poder (en todas las esferas de la vida, desde un hogar humilde hasta una corporación económica), los que para perpetuar su estatus han creado este mundo tal y como es?

    Como ya se ha dicho muchas veces, y habrá que seguir diciciendo muchas más, ser feminista no es posicionarse contra los hombres. El feminismo es igualitario. Pero no olvidemos que los hombres gozamos de privilegios que hemos quitado a las mujeres (sueldos, tiempo libre, educación, espacio público, puestos de responsabilidad etc…) y que si queremos una sociedad igualitaria, habremos de perder. Si tu estás arriba, y yo abajo, para que pasemos a estar a la misma altura, yo tendré que bajar y tú que subir; no basta con que tú subas a mi nivel, puesto que mi nivel es el que, como he dicho antes, esquilma, explota, destruye, asesina etc.., y no es esa la sociedad que queremos.

    No olvidemos el derecho al cabreo de las mujeres. ¿Alguien duda del derecho a la autodefensa de Palestina ante la ocupación israelí? ¿Y por qué todo el mundo duda del derecho a la rebelión de las mujeres ante la opresión masculina? Uno de los logros, a mi parecer más importantes del patriarcado, es que cualquier acto que emprendan las mujeres destinado a cambiar el estatus quo, es automáticamente rechazado, menospreciado, silenciado, ridiculizado por la mayoría de personas, independientemente de su posición social, clase, género o raza.

    El feminismo cuestiona directamente y sin tapujos la raiz del poder: las desigualdades entre hombres y mujeres y las relaciones de poder que existen y que ejerzen los hombres (fundamentalmente blanco y occidental, pero no sólo) sobre las mujeres, sobre el planeta, sobre otras razas y etnias que no sean la blanca, sobre otras clases sociales, … Relaciones que son la base del capitalismo, de su hegemonía, de su poder.

    Ninguna otra lucha va tan a la raiz del problema y es tan cuestionadora, tan incómoda. Ninguna otra lucha es tan cuestionada, reprimida y silenciada como la lucha feminista (esto va a tocar el orgullo revolucionario de muchos hombres, lo sé), y ninguna otra represión ha sido como la que se ha ejercido sobre las mujeres, desde hace cientos de años, de marera constante, hasta nuestros días.

    En cuanto a, si como hombre soy feminista o no, yo me siento más cómodo con el término antipatriarcal.

    Enrique

    Lo que los feministas refieren por feminismo es la crítica de la identidad, una de las herramientas más potentes para la emancipación individual y colectiva lograda en el s. XX. Poco importa el nombre con el que la desarrollamos, los autores de quienes la leímos, lo relevante es su efecto, y éste está lejos de fomentar la constitución de grupos intrínsecamente superiores a otros, por ejemplo, una casta o un tipo de humano mejor a otra u otro. Esto es sectarizar, y la crítica no está conforme con esta discriminación moral, al contrario, el ideal de la humanidad unida o amistada está contenida en los trabajos, particularmente los éticamente orientados.

    Ella

    Concuerdo mucho con Tere y Nacho, me encanta que habeis evidenciado la necesidad de analisar la situacion en profundidad y no solo de una manera superficial, tal como pensar que las culpables son las mujeres.

    Como femenista (pero ojo, que feminismo no significa odiar a los hombres, ni salir en la calle a protestar desnuda – lo que seria une estupidez, es como hacer un manifiesto pacifico haciendo la guerra) considero que la «culpa» es de todos, hombres y mujeres ( culpa significa mas bien responsabilidad – porque hay muchas personas que alimentan esta desigualdad por no tener consciencia de ella o de no querer responsabilizarse – de donde la importancia esencia de las campanas de conscientisacion!!!! ) , y de que el mecanismo de reproduccion de la situacion discriminatoria se perpetua constantemente en un circulo vicioso : nivel personal – nivel social. Obviamente, para cambiar esta situacion hay que trabajar en ambos niveles, tanto en nivel particular, pero tambien en un nivel social para poder responsabilizar a otros tambien.

    Y cuando hablo de nivel social es que me refiero tambien a todas las diversiones que solemos gustar tanto – consumerismo basado en publicidad sexista, television, cinematografia, prensa ecrita etc, todos llenos de esta socializacion reproductiva de estereotipos degradantes para la mujer.

    Me encantaria poder hablar con los que tienen ideas constructivas sobre esto!!!

nharambour

nharambour

Concuerdo con ustedes, Marcela y Alberto,

pero en el fin y no en los medios. Hoy, a mi parecer -y están invitados a pararse en desacuerdo, si quieren, porque para mí el mundo no necesita «unidad», tanto como diversidad respetuosa- hace falta una oposición frontal y explícita a nuestra cultura patriarcal.

Hoy, a mi parecer, en busca del «buen medio» arriesgamos caer en pasar por alto el desgarro. El mundo es machista, y machistas SON muchas mujeres. Si quiera por contraste, prefiero declararme yo feminista, y no sencillamente humanista. ¿Quién NO es, hoy, humanista, en todo caso?

Basta de distinciones, pero a Marcela se le cuela una importante: «pasa porque esas mujeres no se respetan ni a ellas mismas ni a su genero.» A mí ya me tincó, honestamente, que los tres queremos lo mismo, pero considero urgente plantearme desde el quiebre con esa concepción, con aquella «solidaridad» con el propio género. No. Hoy la mujer está sometida, histórica, concretamente, por una asimetría social que favorece a hombres. A ti, Alberto, y a mí. A hombres reales, en detrimento de mujeres reales, como Marcela; no sencillamente como «ideologías» contrapuestas. De hecho, si entramos en el tema, no hay cosa más desdibujada que las «consciencias» de género; Juanito usa celeste, y Juanita usa rosado, pero ambos concuerdan en que a cada quien le corresponde cada color.

Quizá esto parte por una concepción diferenciada del concepto «feminista». Pero incluso con una sencilla pasada por Wikipedia vamos aclarando eso: http://en.wikipedia.org/wiki/Feminism

Después de leerlo, ¿alguno de ustedes sigue pensando que ser feminista (aunque sea un -ista, a mí tampoco me gustan) no es absolutamente NECESARIO?

Saludos!

    vasilia

    vasilia

    Nicolas:

    El mundo no es machista. El mundo es lo que hacemos de el. Y por eso es tan complicado.

    Las mujeres competimos entre nosotras por los hombres, no por machismo, ni porque uds sean que bruto que premio mayor (sarcasmo feminista) sino por una predisposicion genetica a hacerlo. Es algo de mamiferos, porque mira las leonas, compiten por la atencion del macho, al punto de que cuando un nuevo macho se hace cargo de la manada, lo primero que hace es sacrificar a los descendientes del macho desplazado. De esta manera las hembras, libres de la crianza, vuelven a tener el celo, y este infanticidio es algo que tambien se ha observado en los osos y en los gorilas. Los chimpances, por otro lado, incluso tienen prostitucion: las hembras, a cambio de comida, tienen sexo con el macho, aun cuando no esten en celo.

    Sentimos una necesidad compulsiva de arrimarnos a un hombre para que «nos proteja», aun cuando ese hombre nos golpee. ¿Nunca te has dado cuenta el masoquismo que tienen muchas mujeres golpeadas? Cuando comence a estudiar ese asunto con profundidad y a conocer experiencias de mujeres maltratadas, me sorprendio que muchas se dieran cuenta de que lo que viven no es normal, pero «que voy a hacer sola». Una gran amiga preferia que su pareja la violara y la golpeara porque vivian en un departamento en el centro de Madrid y ella no queria irse de ese departamento, y otra incluso acepto que su pareja la prostituyera pero no que la dejara.

    Y como tenemos una tendencia animal a competir por los hombres, no respetamos a las que son nuestras hermanas de genero. Las mujeres destrozamos a las otras mujeres, y usamos mucho nuestras supuestas «debilidades» contra los hombres y contra otras mujeres. Y esa asimetria no la crearon los hombres, la creamos nosotras: nosotras elegimos al macho superior, al que creemos que es mejor, el que nos conviene, y le hacemos creer eso, los alabamos, los glorificamos, le damos titulos… pero el mango de la sarten lo tenemos las mujeres.

    ¿Leiste esa carta de un padre a su hija sobre «Nunca será tu trabajo mantenerlo interesado»? http://www.biobiochile.cl/2013/07/17/nunca-sera-tu-trabajo-mantenerlo-interesado-carta-de-padre-a-hija-conmueve-a-redes-sociales.shtml . Lo de «cómo ser sexy y sexual, cuándo llevarle una cerveza en vez de un sándwich y las formas de hacerlo sentir más inteligente y superior» que leemos en cientos de revistas femeninas y foros y etc, es la tipica enseñanza que tiene una mujer DE OTRA MUJER, para competir con otras mujeres por los machos. Y llegamos a rebajarnos por eso, sabiendo que lo hacemos, y a engañar con tal de obtener la atencion del hombre. Y deberias saber algo: los hombres mienten mas que las mujeres, pero las mujeres mentimos mejor 🙂

    Pero mi razon para ser humanista (y no, Nicolas, es mas facil ser feminista que humanista) es que la cosa en materia de lucha de mujeres se ha pasado de la raya. ¿Has pensado que muchos hombres golpeadores lo son porque cuando pequeños sus madres los golpeaban? A mi eso de diferenciar en la violencia domestica, privilegiando la visibilzdiza… visiviliza… visibilización (odio esa palabrita, nunca estoy segura de si la escribi bien) de la violencia hacia la mujer me molesta, mucho, porque implica ignorar la violencia que ejerce la mujer hacia ancianos, hacia niños, hacia sus propias parejas. Se crean institutos e incluso ministerios sobre la mujer… ¿donde puede ir un hombre maltratado por su esposa a quejarse, donde puede ir un anciano a quejarse de su hija o de su nuera, cuantos niños maltratados por sus madres vemos por la calle sin que tengan a quien acudir?

    Dices «¿Quién NO es, hoy, humanista, en todo caso?» Mira a tu alrededor. ¿Cuantos verdaderos humanistas conoces? ¿Cuantas personas te miran y ven tus cualidades como ser humano y no como hombre? ¿Por que tenemos que seguir hablando de desigualdad salarial entre hombres y mujeres? si realmente fueramos tantos los humanistas, esa discusion hace mucho que habria terminado y nos mirarian, a ti y a mi, en base a nuestra capacidad para cumplir con ese cargo. Detesto la idea de la discriminacion positiva porque no es igualdad, no la que querian las verdaderas feministas, sino que es pisotear al otro (hombre).

    Creo que como mujeres tenemos muchos problemas. Ser mujer nunca es facil, porque aparte que nuestro cuerpo no funciona como nos gustaria y muchas veces nos limita, tenemos que deshacernos de muchos comportamientos atavicos que nos perjudican. Pero si realmente fueramos humanistas, veriamos que tampoco es facil ser hombre. Los hombres no van por el mundo pisoteando a las mujeres, tambien sufren mucha discriminacion (hay que ver nada mas lo discriminatoria que es la legislacion familiar con los hombres), y cuando son agredidos estan solos. Nunca he oido a las feministas luchar por los derechos de los prostitutos, ni por los derechos paternos de los hombres, ni por ser seleccionados para los trabajos ingratos como basureros, o esos que se mete en las cañerias y ve ratas y cocodrilos, ni por los hombres que sufren trafico humano sexual, ni veo muchas quejas porque los hombres sean reclutados cuando hay guerras, ni veo mucho feminismo cuando hay que hablar del maltrato sicologico que ejercen las mujeres sobre los hombres.

    Yo creo que cuando hablamos de salarios, de maltrato, de deberes, de derechos que nos afectan a todos como personas, no podemos ser feministas, tenemos que ser humanistas, discutir sobre ellos mirandonos como personas. Y creo que cuando hay que cambiar la rueda del auto y hay un hombre, que la cambie el, yo soy una pobrecita mujer que no sabe hacerlo…. o eso es lo que le hago creer 😛

Perla Adrian

Excelente página….

nharambour

nharambour

Marcela, qué excelente debate se ha generado. Tu último comentario me parece genial.

Hay cosas, más que nada conceptuales, donde quizá no llegaremos a acuerdo. Por ejemplo, en cuanto a las luchas entre mujeres, y cómo son mujeres las que transmiten la pauta y la desarrollan. El sustrato biológico, filogenético, si quieres, que dispone hacia la competencia descarnada no determina por sí solo las formas específicas en las que se presenta la situación actual. Esas formas son históricamente determinadas, son construcción de imaginarios humanos. A eso me refiero con el comentario de Juanito y Juanita: no porque sea una mujer la que lleva las riendas, en la práctica, de los mecanismos de dominación, deja de ser machismo. El poder, desde una concepción «productiva» -a lo Foucault, por ej.- opera en cada uno de los participantes, y no como una simple oposición de grandes fuerzas (y por lo mismo, la resistencia que pretendo yo hacer, también es ejercida de esta forma, de «guerrilla», del trabajo cotidiano y personal). No es un hombres vs. mujeres, es un hombres y mujeres que operan dentro del esquema del patriarcado.

Tú traes a colación un punto que es importantísimo, y que yo por razones de espacio -y de enfoque- omití por completo. Y es de cómo sufre también el hombre. Pero te fijas que es parte de lo mismo? En los esquemas que manejamos, la diferenciación forzada de géneros funciona en ambas direcciones, y si quieres contrarrestarla, te va a costar. Los de «Amor de papá», por ejemplo, sufren también por el machismo, y no porque las mujeres son malas y quieren mantenerlos fuera del alcance de sus hijos (aunque así se exprese, casi literalmente, en algunos casos…lo cual he visto).

Yo no sé lo que es un verdadero humanista, pero sin duda que desde la subjetividad de cada quien, es posible ver que está lleno de humanistas este mundo, de gente que actúa dentro de lo que conoce, pensando que está haciendo lo mejor; «Nadie hace las cosas ni de malo, ni de tonto» decía un profe de mi pareja, y le encuentro tanta razón. Imagínate que yo me considero todo un humanista, desde ese punto de vista, y capaz esté tan errado en persistir con este argumento porfiado, que estoy atentando contra el bienestar de la humanidad. Tú lo dices muy bien, si todos entendiéramos bien el asunto, ¿qué necesidad habría de seguir mencionando las desigualdades salariales? ¡Pero esas desigualdades están ahí! Yo no quiero forzar a que en todas partes el 50% de la planta sea femenino; yo prefiero que eso se decida en base a capacidades personales, sin importar género. Pero hoy, el género es una variable de discriminación, entonces debo tomarla en cuenta.

Matrones, enfermeros, bailarines. ¿Cuántos niños, hombres, han decidido dedicarse a otra cosa, a riesgo de recibir burlas por realizar una tarea «de mujer»?

En fin, siempre, al menos una de las «manitos para arriba» la has recibido de mí. Me alegra mucho que la columna haya derivado en esto. 🙂

Saludos, y que siempre haya alguien que tenga ganas de cambiar la rueda, si es que tienes que pinchar 😀

    Ella

    Lo que a mi me parece simplemente enfermizo es que aun hay gente que considera que nuestro comportamiento de hoy en dia es algo «genetico» o «natural». que somos todos hiembras y machos y que eso es todo.
    Y me pone super nerviosa. Porque tu, Marcela, que te consideras «humanista», te lo digo yo : eres «animalista». Porque si sigues relacionando el ser humano con el animal en su forma de comportarse, pues lo dudo mucho que algun dia recibiras otra cosa que un comportamiento animal de la parte de otros. Asi que no pidas mas si no quieres elevar tu nivel de percepcion y de razonar.

    Es que todas las cosas que nos diferencian de los animales no valen nada para ti? El hecho de haber construido una SOCIEDAD gigantesca, que incluye miles y miles de elementos y de niveles, de formas de expresion, lenguajes etc, no te hace pensar que quizas hay MAS que un instincto animalico que nos hace comportar de esta manera???
    O quizas tu vives en la jungla. Entonces si lo entiendo. Pero si no, la verdad, que no hay excusa para este tipo de razonamiento tan superficial, que de echo es el mayor argumento anti-igualdad de genero que ha sido usado hasta el sieglo XX.

Mario Galle

Curiosamente, fue una mujer, la escritora Isabel Allende, quien a principio de los 90 opinó que el machismo de los hombres es inculcado por las madres. Le faltó agregar que la enseñanza pre-escolar y el primer ciclo de la ed. básica están abrumadoramente en manos de mujeres. Y que todavía en la mayoría de los hogares chilenos hay una madre dueña de casa que entrega educación a los hijos. Y que más del 70% de las decisiones del hogar las toma la mujer (una ventaja que no quieren todavía compartir con sus parejas varones y a la que desean agregar más poder en otros ámbitos de la vida institucional). Ante esto claramente podemos hablar de machismo femenino. Es más, la mayoría de las mujeres prefieren parejas varones que ganen mejores remuneraciones que ellas (es parte del atractivo del hombre, especialmente en las grandes ciudades). Qué decir de la infidelidad femenina, ocultada a ultranza, pero que alcanzó la misma proporción que en los hombres emparejados. En fin, el feminismo es una ideología que representa algunas reivindicaciones válidas ya conocidas por todos.Hasta aquí bien, pero cuando plantean la imagen de la mujer como una pobrecita victima, que los abusadores no son enfermos sino meros delincuentes, y la obsesión por quedarse con los hijos como si fueran los trofeos de su victoria sobre el hombre, o cuando disculpan livianamente a las mujeres que asesinan a sus hij@s y dan vuelta rápidamente la página, o cuando inventan causas psicológicas sin ningún fundamento científico para exculpar a una mujer que asesinó a sangre fría a su pareja mientras dormía, etc. Para qué seguir. La ideología feminista esconde una vocación de desprecio y dominio sobre el hombre, porque para ellas el hombre está mal, ellas están bien. Y ellas lo hacen todo mejor que nosotros. Por cierto que hay injusticias y deben solucionarse a la brevedad. Hay abusos que deben ser castigados penalmente, tratando también al agresor o agresora en salud mental (por separado). No creo necesario imponer una ideología que se arroga dogmáticamente la única verdad y luego sale a buscar culpables varones para ponerlos en la picota pública y judicial. Humano, demasiado humano. Basta con el respeto, leyes que garanticen la igualdad jurídica y de oportunidades para hombres y mujeres, y mecanismos para hacerlas cumplir, así como educar para que deseemos vivir en un mundo más justo, y deseemos trabajar unidos para lograrlo. Lo que está ocurriendo en Chile, con un estado que progresivamente se pone en contra de los hombres, una educación feminizada que limita a los varones en su aprendizaje y sus logros, que sobre-reprime los impulsos aventureros y transgresores masculinos, etc. tampoco contribuye. Se habla del desconcierto del hombre, del fin del hombre. Todo ello apunta quizás a que los hombres se ven socialmente atrapados en alternativas propuestas por mujeres que pedantemente se arrogan la autoridad para definir lo masculino y como debe ser el hombre del siglo XXI. El panorama se ve oscuro: en la actual guerra de los sexos todos perdemos.

Atentamente.

Mario Galle

P.S.: No siento ninguna culpa ni vergüenza por lo que otros hombres hicieron o hacen incorrectamente. Yo no soy un género, soy M.G.M. y jamás en mi vida he abusado de mujeres.Al contrario, he defendido y enseñado a defenderse de las injusticias a miles de ellas en tres regiones de nuestro país.

cristina

celebro estos nuevos tiempos, ideas y valor para expresarlas

Carolina Jiménez

Es cierto que las mujeres son machistas… Y es dado quizas dentro de la naturaleza humana que las mujeres tienden a «hacer hogares» a «aferrarse a sus hijos» y para lograr todo eso a lo largo de tanta guerra y violencia asumieron el rol con valor y abnegación, pero como consecuencia de eso el hombre cayo en una cruda categoria de «inutil».
Mi madre no cocina ni sirve la comida porque quiera atender a su marido… Sino que lo hace porque sabe ke mi santo padre es un hombre al que se le kema hasta el agua y no tiene ninguna nocion real de lo que sus hijos necesitan a la hora de comer.

Ahora, esto es tambien un circulo vicioso, porque al comportarse ella de esa forma durante mi niñes yo también asumo la incompetencia hogareña de mi padre (que por lo demas esta feliz con esta casilla porque es muy comodo) y no me hace amarlo menos ni sentir ke es inadecuado.
Mi madre se postergo en estudios (siendo que cuando se conocieron tenían exactamente el mismo grado academico) porque mi madre se encargo de mantener todo «funcionando» y creanme… Es verdad!!! Cuando mi madre finalmente enfermo por edad la casa era un desastre, al parecer mi padre habia asumido que por arte de magia aparecía la comida en el plato y el confort en el baño.

A lo que quiero llegar con todo esto… es que mi madre INUTILIZO a mi padre y lo volvió inadecuado, y por consecuencia mi hermano tambiñen lo es.

Ahora si bien esto podría ser su culpa… Creo que es inmensamente cruel inutilizar una figura que es importante en nuestra vida. Los padres, esposos, parejas e hijos DEBEN hacerce utíles para las mujeres ke aman, porque es demasiado facil culparlas a ellas y no crecer como ser humano.

Tere

El debate semántico de ser «humanista» en vez de «feminista» tampoco colabora al debate. La lucha feminista por lo femenino, por la igualdad ES feminista. El machismo le enseña a las mujeres a buscar y mantener a un hombre a su lado, le enseña a los hombres que criar y cuidar a los hijos es tarea de las mujeres. Le enseña a los profesionales que un varón desempeña mejor su trabajo que una mujer, y además le sale más barato porque no se embaraza. Le enseña a los hombres que deben resaltar anti-valores como la violencia, a tener muchas parejas sexuales porque eso es «bien visto», a ser viriles, machos y agresivos. Todas esas son causas feministas, no se trata de ir por la vida siendo lesbiana, odiando a los hombres, quemando sostenes y abortando guaguas porque sí.

César José Pinto Peña

Se debe recordar también el contexto histórico. Las mujeres son «machistas», si, es un punto y una idea que hasta puedo aceptar pero no completamente. Son machistas porque fueron criadas así. En detrimento, es la repetición de un modelo que ha venido siendo inculcado por hombres, alimentado por las mujeres…¡Si!…pero inculcado exclusivamente por hombres. Solo basta con ver la historia y las luchas sociales que han tenido que librar para poder votar por ejemplo. El hombre no tuvo que pelear por el derecho al voto (en sociedades democráticas me refiero) le fue otorgado. El hombre no tuvo que pelear para ser heredero de los bienes familiares, por ser, simplemente le fue otorgado ese derecho. Históricamente a quién se ha favorecido. ¿A la mujer… la creadora del machismo? ¡No! El machismo existe porque históricamente el dominio siempre ha estado en manos de hombres… cultivado por mujeres, pero creado por hombres.

Claudia

Sorprendida como encantada de leer toda la diversidad de opiniones tan validas unas como las otras…la Igualdad todavía utopía siglo XXI pero no batalla perdida…

Patricia Zacarias

Imperdible argumentación, gracias en nombre de los que pretendemos vivir una vida con inclusión,inclusión desde la no diferenciación sino desde el reconocimiento como partes indispensables de un todo.
Patricia Z

Bárbara Amaral

Es muy bonito escuchar a un hombre llamarse a sí mismo de feminista y aún mejor cuando hombres deciden exponerse en textos o blogs como tales. La discusión sobre la posibilidad de existencia de hombres feministas dentro del movimiento feminista del cual participo me hizo interesarme en leer a este texto y luego pensé «bueno, ahí tenemos un post para empezar las discusiones». Sin embargo, a lo largo del texto, tú (espero que pueda tutearte) no dices nada para convencerme de que eres, de hecho, feminista. El texto trae las más evidentes justificativas por las cuales uno/una debe ser feminista. Me gustaría leer un texto de un hombre q llame a si mismo de feminista explicando porqué este cree que es, de hecho, feminista. El machismo, así como el racismo están tan involucrados dentro de nuestras construcciones personales y sociales lo que hace muy difícil que hombres no reproduzcan actitudes machistas o que blancos no reproduzcan el racismo. Soy un poco utópica y a mi me gusta creer que existan hombres feministas y personas blancas no racistas, pero en realidad, no conozco a ninguna. Conozco a la hombres que creen y luchan por los principios feministas y a la personas blancas que diariamente intentan deconstruir el racismo….

MARÍA SILVA ZÁYAGO

Hola Nicolás Harambour,
Me gustó mucho tu texto, lo localicé por una mujer que trabaja por el feminismo en México. Yo me dedico al desarrollo del talento, formación y a la psicoterapia.
Por ahora estamos impartiendo un programa de capacitación para el Poder Judicial de México versa sobre transversalizar la perspectiva de género; esta muy interesante pues trabajamos desde con jueces y personal de juzgados, es decir los juzgadores de mi país. Hay una gran carencia de información respecto a la teoría de género y sobre la nueva concepción de la mujer y del hombre; del trabajo feminista.
Te quiero solicitar tu permiso para usar tu texto y poder recrearlo en un ppt y poder compartirlo en los cursos talleres, ojalá sea posible.(por supuesto referidos todos los créditos a ti )
Nicolás, espero tu respuesta, un abrazo grande des de México
María Silva Záyago
[email protected]

Guille Zarco Legorreta

También pienso que es absurdo hacerlo únicamente las mujeres es necesario que seamos todas y todos ya que vivimos en un mundo compartido y de convivencia y en donde amamos a nuestros padres, hijos, hermanos, novios o amantes

Emma

No te creo ni una alumbrado «feminista».