– Vengo a dejar una denuncia por acoso sexual callejero.
– ¿Cómo es eso?
– Un hombre me dijo algo muy grosero, que me violentó.
– ¿Qué le dijo?
– Me da mucha vergüenza repetirlo.
– Dígame qué le dijo.
– “Le llenaría el choro de moco”.
– Ya, espéreme aquí.
Hice el ejercicio de denunciar una manifestación “no física” de acoso sexual callejero: la agresión verbal que según la primera encuesta sobre el fenómeno realizada por el Observatorio Contra el Acoso Callejero, ha sido sufrida por un 72% de las consultadas.
Mi visita a la comisaría tuvo distintas paradas. La primera con la carabinera que me recibió, a quien tuve que reproducirle la vergonzosa frase que un desconocido me dijo al oído. Luego, entré a otra habitación, donde dos carabineros me informaron que no podían tomarme la denuncia, por tres razones: porque lo que me sucedió no era delito, porque no tenía el nombre de quien me había violentado y porque sólo se tomaban denuncias por acciones como exhibicionismo o intentos de violación.
Entonces constaté algo que en el OCAC Chile, ya hemos manifestado: las víctimas de agresiones verbales y tocaciones anónimas, no encuentran espacios de denuncia, y estas acciones tienden a ser minimizadas. Decidí insistir y pregunté: ¿cómo se denuncia un robo, si tampoco se conoce la identidad del ladrón? Respuesta recibida: porque eso, en la ley, sí es delito. Para la otra tómele el nombre a la persona. El comentario me colapsó y aclaré de inmediato: ¿usted cree que después de escuchar una frase de ese calibre me voy a acercar a conversar? Los policías me miraron en silencio, dándome la razón.Chile necesita una ley contra el acoso sexual callejero, para que en el futuro, cuando una mujer, adolescente o niña denuncie una vulneración sexual, nunca más le pregunten, “¿acoso callejero? ¿Cómo es eso?”.
Seguí insistiendo: ¿Qué hago? Necesito denunciar, dejar registro de lo ocurrido, porque esto pasó cerca de un colegio y quiero impedir, de alguna forma, que algo así o un hecho más grave le suceda a una escolar. Luego de varios minutos de insistencia, uno de los carabineros se puso de pie y me dijo “voy a ir a preguntar”. Esperé un largo rato y me hicieron pasar a una nueva habitación, en la que me atendió otro policía. Me dijo, le vamos a recibir la denuncia, por otros hechos, porque no tengo otra forma de hacerlo. Le voy a tomar declaración de todo lo que pasó y esto se va a ir a la Fiscalía, ¿de acuerdo? De acuerdo, le respondí, y le di las gracias. No se preocupe, aquí estamos para ayudar, me aseguró.
Nunca un carabinero había sido tan amable conmigo, lo que también me hizo reflexionar respecto de la arbitrariedad de estas instancias. Cuando hablamos de violencia en los espacios públicos, no podemos descansar en la buena voluntad y en el criterio personal, es necesario tipificar el acoso sexual callejero para que las autoridades sepan cómo responder ante estas faltas. Asimismo, al encasillar las agresiones como “otros hechos”, no se generan reparaciones específicas para estas vulneraciones sexuales.
El carabinero me pidió mi carné, que escribiera la declaración en una hoja y una serie de detalles, como la hora en que todo había ocurrido y una descripción física del agresor. Luego, me mostró la declaración que debía firmar. La leí y sólo le pedí que cambiara una cosa. En el final, había escrito “frase que la hizo sentir vulnerada en su condición de mujer”, le pedí que reemplazara mujer por persona. Ahí también constaté una mitificación: se cree que el acoso sexual callejero nos vulnera como mujeres, cuando realmente nos vulnera en nuestros derechos humanos. No exigimos respeto por ser mujeres, no pretendemos caer en ensoñaciones machistas como “a las mujeres no se les pega” o “respétame, podría ser tu madre”. A ninguna persona se la golpea y todas merecemos respeto como pares. Esta cruzada es por el disfrute del espacio público en igualdad de condiciones, no una reivindicación moral desde nuestra esencia femenina.
Con ese pequeño cambio, firmé la denuncia y abandoné la comisaría, concluyendo cuatro puntos importantes:
Uno: necesitamos una ley que tipifique las manifestaciones más graves de acoso callejero, algunas de ellas ya consideradas por la policía como denunciables, como el exhibicionismo y la masturbación. Una ley contra el abuso sexual en espacios públicos facilitaría la denuncia de estas acciones y agregaría otras manifestaciones graves, como las tocaciones, el roce de genitales, la masturbación con y sin eyaculación, y los “piropos” agresivos, como el que yo recibí.
Dos: estas acciones no pueden caer en el mismo saco de “otros hechos”, debe existir una ley para que las víctimas entreguen su testimonio y reciban una reparación social por sus vulneraciones; a la vez que sirva de ayuda y alerta para prevenir otros ataques.
Tres: las sanciones por acoso sexual callejero deben ser acordes a la magnitud del delito. Nadie debería pasar por un calabozo por “piropear” de forma grosera, pero sí debería recibir una pena por masturbarse sobre una adolescente y eyacular sobre ella. Casos que hoy ocurren y cuya fuente es el relato de las propias víctimas.
Cuatro: muchas veces, las víctimas no denuncian por vergüenza o porque piensan que no serán escuchadas, o serán culpadas por lo que les sucedió. Hemos recibido testimonios que así lo confirman. Personas que, frente a la autoridad, escucharon frases como, “¿y por qué andaba sola?”, “¿por qué salió tan tarde?”. En ese sentido, el beneficio de una ley contra el acoso callejero radica en el poder que otorga a las víctimas, para hacer valer su derecho a la libre circulación y exigir el resguardo de la privacidad de sus cuerpos y su integridad sexual.
En mi experiencia, la denuncia fue considerada porque insistí, porque destiné varios minutos de mi tiempo para asegurarme de que lo que me sucedió no quedaría impune. Afortunadamente, los policías no se mofaron de mí y realmente intentaron ayudarme. Pero, insisto, no podemos confiar en el azar y el criterio particular. Chile necesita una ley contra el acoso sexual callejero, para que en el futuro, cuando una mujer, adolescente o niña denuncie una vulneración sexual, nunca más le pregunten, “¿acoso callejero? ¿Cómo es eso?”.
*Columna escrita por Arelis Uribe.
Comentarios
04 de diciembre
Leo lo que expresa y no puedo sino mas que encontrar completa y absolutamente valido todo lo que dice, no podria tener mas razon en sus palabras, yo soy hombre y sin embargo me irrita y podria decir que me violenta un poco cuando voy por la calle y veo alguna mina bonita que camina en la misma direccion que yo, y no pasan ni 3 minutos sin que reciba algun tipo de chiflido o grito desde algun vehiculo o edificio o incluso desde la misma vereda
sin embargo siendo muy frio y objetivo, es realmente dificil para las autoridades fiscalizar algo asi, de hecho ya llevarlo al papel como codigo con sanciones y tal es muy complicado porque es dificil delimitar entre lo que es acoso y lo que es simplemente libertad de expresion, recordando ademas que los derechos del individuo siempre estaran por debajo del bienestar general social y eso se rige por basicamente los derechos humanos; igualmente la situacion que propones (lo de masturbarse en publico y tal) si esta penada por el codigo como faltas a la moral y las buenas costumbres asimismo como tocar a una persona habiendo testigos o camaras constituye el delito de abuso, para las palabras en cambio no hay un limite establecido
entonces ¿como combatir eso? podriamos tener un efectivo policial en cada esquina fiscalizando que eso no ocurriese, sin embargo aparte de ser una inversion enorme de recursos tanto economicos como humanos, dejariamos vulnerables aspectos mas importantes dentro de la problematica social actual chilena como lo es por ejemplo la ridiculamente alta tasa de robos por sorpresa en la capital; 1 robo cada menos de 2 minutos es simplemente un chiste. ni hablar de la inseguridad en los barrios de la periferia o la marginacion que reciben los pueblos en regiones donde lo que ocurre o deja de ocurrir practicamente es un misterio
La solucion mas evidente es intentar culturizar a las futuras generaciones que si bien tienen todo el derecho de decirle a una persona que se ve bien o la consideran bonita o incluso que la consideran fea, siempre es mas prudente acercarse y decirlo cara a cara antes que gritarlo pasando a llevar por completo el espacio de los demas
ojala nuestra cultura pudiese evolucionar un poco mas alla que la de un pais bananero y pudiesemos respetar no solo a las mujeres, sino tambien a todas las personas ya sean hombres, homosexuales, judios, negros, comunistas, extranjeros, ancianos, jovenes etc etc etc …. y a toda la variedad posible de seres humanos pero bueh, al ser humano aun le falta su resto de evolucion para llegar a respetarse a si mismo como especie 🙂 saludos
+3
07 de diciembre
Buen análisis , mi esposa ha sido objeto de este tipo de acoso, y también mis hijas.Chile necesita urgente tipificar estas conductas cobardes como delitos, y con duras sanciones para estos enfermos
+4
15 de diciembre
Algunas cosas:
– Si se tipifica como delito, algo que con sólo tu denuncia puede ser valida, ¿Cómo se demuestra?, porque puedo entonces perfectamente denunciar a cuanta persona me caiga mal, me ponga una mala cara, sea hasta muy flaite y me de desconfianza, y si solamente estamos los dos en algún espacio publico, será la palabra de él contra la mía, por lo que ya iría en quién dice la verdad más creíble, agregándole los «extras» que uno quiera, sin poder saber si esos «extras» agravan la falta.
– Se tipificaría el «coa»?, cómo una frase sería más grave que otra???..
– “Le llenaría el choro de moco”. No identifica el sujeto de la frase, por lo la persona denunciada puede argumentar que no estaba dirigida a la persona que denuncia. Suena un argumento bastante tonto, pero no menos efectivo.
+2
15 de diciembre
1) Se puede demostrar si el tipo es habitué del lugar, si hay más de una denuncia en su contra. Si hay grabaciones de los sistemas de seguridad y es una conducta reiterada en el tiempo…Más aún si se sabe que hay tipos que se paran frente a liceos, especialmente de niñas, a masturbarse o decirle cosas a las niñas.
Lo mismo en el caso de las construcciones, tristemente célebres por emitir ese tipo de comentarios.
2) Las injurias y las calumnias no tienen un listado de palabras específicas, hasta donde sé, para ser aceptadas como tal en una denuncia, por ende tampoco debiese establecerse en la tipificación del delito un listado de palabrotas procedentes del coa.
3) Aunque no se identifique al sujeto en la frase, argumento tonto y válido para la defensa, se cae la tesis si al lado hay un hombre o no hay nadie, pues no podría justificar el hecho de que fuese dirigido a otra persona. A eso súmale que de ser «a otro», entonces por qué razón babosear la oreja de la víctima con tal apreciación?
15 de diciembre
Carito, se ha respondido sola, ya existe la ley que tipifica las Injurias, si en la calle, por ejemplo: le dicen «Gorda y fea», coloque una denuncia por menosprecio hacia su persona. No entiendo el por qué crear y crear más leyes, siendo que ya existen formas de quejarse al respecto. Cosa bien distinta es ir a la comisaria sin saber las leyes que nos norma, y luego pedir que los carabineros te asesoren legalmente. Por otro lado, existe la posibilidad, en buena medida para protegerse, de contra demandar por falsas acusaciones. Si actualmente, y con vídeo en mano, y con muertes involucradas, no inculpan a personas porque no se puede determinar «la intención», bien poco practico le veo esta ley.
16 de diciembre
Poco practico en parte tambien se respondio solo.
No existe el delito parecido a, es necesaria tipificacion para que sea punible, de lo contrario seria analogia in malam partem.
16 de diciembre
cami, eso pasa porque lo que se alega no tiene pies ni cabeza!… a caso se tipificará el coa? y para realizar el test de veracidad de la denuncia se llamará a un perito en coa??..
20 de diciembre
mmm…, interesante el artículo, para el acoso callejero, tendrías que ser muy especifica explicando caso por caso lo que consideres «acoso callejero», como el caso específico que te sucedio. Por otro lado, lo hace mas interesante aún, el hecho que este espezando a florecer los movimientos para que un hombre pueda conocer a una mujer en cualquier lugar desde 0, o bien para vencer la timidez (por el lado de los hombres), etc, ejemplo:
https://www.youtube.com/watch?v=nY1cOP58ic8
https://www.youtube.com/watch?v=H4dwJE3R9hY
Me parece, «Triple atracción» son coach sociales dedicados a este aréa, que estan en Chile, personas con experiencia en el terreno de habilidades sociales hombre-mujer.
…diría que todavía no hay convenciones sociales muy claras, y que cualquier avance en este terreno forzosamente tienes consultarlo con personas de ambos lados (mujeres y hombres) para diferenciar una comportamiento de acoso de uno que no lo es….
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