El 21 de agosto fue un día histórico para nosotras, se dio un pequeño paso que reconoce nuestro poder de decisión sobre nuestros cuerpos en 3 causas en donde un embarazo está lejos de ser un momentos de felicidad para muchas mujeres, desde ahora nunca más una niña violada será obligada a ser madre, desde ahora una mujer podrá decidir si quiere o no llevar un embarazo que pone en riesgo su vida y desde ahora ninguna de nosotras estará condenada a llevar en su vientre un embarazo que médicamente se sabe no podrá llegar a término.
Un día en donde la lucha feminista gana un nuevo paso hacia una sociedad más igualitaria, más inclusiva y que nos reconoce como sujetas de derechos. Las lágrimas de emoción de muchas y muchos presentes hoy frente al tribunal constitucional nos recuerdan que para nosotras nada ha sido fácil. Damos un nuevo paso para dejar de ser presas del patriarcado, no más discursos como decir que ahora “inventariamos” violaciones para poder abortar o peor aún que existían “violaciones normales”. Hoy esta lucha termina, pero seguimos empujando nuestras causas. Un día en donde la lucha feminista gana un nuevo paso hacia una sociedad más igualitaria, más inclusiva y que nos reconoce como sujetas de derechos. Las lágrimas de emoción de muchas y muchos presentes hoy frente al tribunal constitucional nos recuerdan que para nosotras nada ha sido fácil.
El fallo del TC es una inyección de energía para seguir trabajando en cada rincón por lo que creemos justo. Seguimos con más fuerza que antes diciendo no a la violencia de género y no a la violencia en ninguna de sus formas , no mas femicidios, porque si tocan a una respondemos todas. Seguimos a paso firme por cada compañera que aún siente miedo a salir a la calle, por cada niña que se siente intimidada en el transporte público, por cada mujer que vive a diario la desigualdad económica, por cada dueña de casa que ve cómo su compañero de vida se convirtió en su agresor.
Pero hoy también nuestra sororidad debe estar con esas compañeras que sintieron el fallo como una derrota, a ellas y ellos les quiero invitar nuevamente a reflexionar que la despenalización del aborto en 3 causales no te obliga a abortar, si quieres continuar un embarazo concebido a causa de una violación puedes hacerlo, si quieres llevar tu embarazo a término poniendo en riesgo tu propia vida, dale nadie te lo impide o si quieres llevar un embarazo con inviabilidad fetal hasta el final, tu eres dueña de hacerlo, porque de eso se trata todo esto. No queremos imposiciones, queremos respeto y confianza hacia nosotras y nuestras formas de llevar nuestras vidas, más allá de cómo creemos, pensamos o sentimos. No quiero decidir por ti, pero tampoco que tú lo hagas por mí.
Por esto y desde esta humilde y pequeña tribuna, quiero invitar a todas y todos mis compatriotas, en especial a aquellas y aquellos que hoy sintieron sufrieron una derrota a seguir abogando por nosotras, por tantas mujeres, en tantas situaciones donde nos han abandonado. Hoy nos dimos la posibilidad de decidir sobre nuestro cuerpo, pero la vulnerabilidad continua.
Nuestra lucha sigue, nuestra lucha se transforma. Se transforma en dar mayores y verdaderas capacidades de decidir, donde las condiciones económicas no sean un factor de discriminación y permitan dar dignidad a nuestras mujeres y sus familias. Donde el acceso a la salud permita en verdad poder decidir y no mendigar una atención que demore años en llegar. Donde nuestros niños estén seguros cuando las familias no puedan darles el cuidado y cariño debido. Donde la adopción sea una realidad para tantos de nuestros niños abandonados. Que cuando las redes de apoyo familiar fallen, tengamos una institucionalidad fuerte que pueda dar en verdad la seguridad donde podamos desarrollarnos en un ambiente seguro, en un país más justo, un país con verdadera solidaridad y sororidad.
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