El rey está desnudo, dijo una ministra y cayó rodando. La reina, otrora directora de ONU Mujer, al parecer no perdonó la torpeza política de una mujer honesta. Qué tonta la ministra. Qué falta de cálculo político. Qué falta de experiencia. Qué ingenuidad dar su opinión a un medio que no pierde la oportunidad de levantar la voz cuando los privilegios de la élite son siquiera enunciados.
¡Una ministra no puede decir semejante cosa! Las cuicas también abortan y en las clínicas privadas. Si las que abortan son las pobres, las flojas, las irresponsables, las putas, las sueltas, quizás alguna de la clase media, pero las cuicas, ellas no, jamás.
La ministra dio un paso al costado para no desviar el debate. Qué paradójico, cuando justamente lo había puesto donde debía: en la injusticia social. Unas abortan como pueden o se llenan de críos no deseados no más, total, “¿no les gustó la cuestión?”, que apechuguen. Otras abortan con la complicidad de un médico amigo de la familia en condiciones seguras y sin la mirada castigadora de una sociedad que aún cree que las mujeres somos incapaces de tomar nuestras propias decisiones.
Ambas, la pobre y la cuica, tienen en común que se echaron un polvo y se les rompió el condón, o no se pusieron el condón, o se les olvidó la pastilla, o nunca pensaron que tendrían un remember con su ex o les falló su método tradicional, o no pudieron acceder a la pastilla del día después. O son jóvenes y alocadas, o ya tienen muchos niños que cuidar y no pueden con otro. O fueron violadas. O el hijo que llevan en su vientre no sobrevivirá después de nacer. Mil motivos hay para tomar la decisión de interrumpir un embarazo. Las mujeres lo sabemos, pero la clase política no quiere escucharlo.
¿Sabrán los políticos que las mujeres pagan más el Transantiago que los hombres, que tenemos menos deudas, somos mejores pagadoras, tenemos mayor tasa de egreso de las universidades y faltamos menos al trabajo que los hombres? ¿Sabrán que tenemos alma y que votamos hace un buen tiempo? ¿Que hay ingenieras, profesoras, médicas, bailarinas, sociólogas y hasta presidentas? ¿Que tuvimos derecho al aborto hasta 1989?
¿Sabrán los políticos que las mujeres pagan más el Transantiago que los hombres, que tenemos menos deudas, somos mejores pagadoras, tenemos mayor tasa de egreso de las universidades y faltamos menos al trabajo que los hombres? ¿Sabrán que tenemos alma y que votamos hace un buen tiempo? ¿Que hay ingenieras, profesoras, médicas, bailarinas, sociólogas y hasta presidentas? ¿Que tuvimos derecho al aborto hasta 1989?
Podemos decidir en muchos ámbitos, pero no podemos decidir si llevar un embarazo a término o no. Extrañamente, hay un ámbito, nuestra sexualidad y nuestro cuerpo, donde somos tratadas como irresponsables y casi menores de edad. El ministro de salud subrogante afirmó que son los médicos los que tienen que decidir cuándo se está en presencia de un aborto terapéutico y cuando no. ¿Qué dice el SERNAM y qué dice la presidenta? Aún no lo sabemos. Se supone que antes del 31 de enero se enviará el proyecto al Congreso o se patrocinará uno que ya esté, no se sabe tampoco.
Gracias Helia Molina por su torpeza política. Ojalá el mundo político estuviera lleno de torpes y no de cómplices de la elite dominante, que están más preocupados de defender sus puestos, que de defender la democracia y los derechos humanos de las mujeres. La presidenta tiene la palabra hace rato y aún no somos dignas de su verdad.
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Campaña Derecho a Decidir
Ailin, no te sientas pasada a llevar porque no se trata de que todas las mujeres seamos o sean igual, de hecho creemos firmemente en la diversidad de las mujeres, en la diversidad de formas de pensar, de sentir, de entender la vida, de enfrentarse al mundo, de asumir las relaciones, etc. El punto es que hay un horizonte de Derechos Humanos que da el marco para los Derechos Sexuales y Reproductivos y eso sí es para todas las mujeres, por ese motivo es que las legislaciones deben ser capaces de dar respuesta a todas las formas de pensar-se.
Arturo
El ejercicio de la libertad como pretexto para acabar con la vida o libertad de otro es un tema muy antiguo, y ejecutado por diversos personajes en la historia. Porque solo ven SU libertad.
Ahora bien, en ese sentido, ¿ que harían los abortistas con la ley de filiación?.¿un «padre» podría pedir un aborto para evitar el tener que ser padre?..¿o se acaba ipso facto y los hombres pueden salir a hacer lo que quieran, total el aborto arregla todo? ¿O las «madres» quedarán con el poder de decidir la vida de un feto, y cargarle la responsabilidad a un «padre», a su arbitrio?
Como se dijo alguna vez, » libertad, cuantos crimenes se han hecho en tu nombre».
Camila Nohra
Un «padre» sólo necesita salir corriendo para no hacerse cargo de un hijo o una hija. En cambio las mujeres, por la culpa de una sociedad ciega e hipócrita que no comprende que hace rato dejamos de ser ciudadanas de segunda clase, sólo tenemos dos opciones: asumir toda la responsabilidad cuando el «padre» huye o abortar y que esta sociedad machista, elitista y poco solidaria nos criminalice.
Ah, cierto. Olvido que sólo los hombres tienen derecho a un polvo por gusto, porque a nosotras ni siquiera se nos habla o permite masturbarnos, obvio porque la sexualidad es sólo cosa y derecho de ustedes, los hombres!
Lisandro Burgos
Yo digo que la gente ahora es más educada e inteligente. Le tengo más fe al hombre y a la mujer comunes. Y por ello es que me desagrada el debate que comienza hablando de derechos. Me causa desconfianza, lo encuentro mercachifle. Por ahí andan muchos desgañitándose contra el consumo, y justamente lo que podemos calificar de molesto en el consumo son los vendedores insistentes que te prometen y prometen. Actúan justamente así, como los molestos comerciantes. Con lo de los derechos es lo mismo. Te dicen que tienes derecho a esto y a aquello, aunque en una de esas ni siquiera deseas esto y aquello, o sus consecuencias pueden afectar a otros. «Tener derechos», no es un argumento, es una afirmación, una afirmación que debe ser demostrada, pensada, evaluada. Una afirmación que no es revisada se convierte en dogma. Si te dicen nada más que tienes derecho, desconfía de inmediato. Primero porque significa que el emisor no quiere que medites en el asunto, te manda el producto terminado, la conclusión ya sacada, sacada a su manera, no le interesa tu análisis y de ti solo espera que cual cero, te conviertas en un multiplicador de su opinión. Derecho es sinónimo de facultad, de poder. No existe ninguna diferencia entre los conceptos de derecho y de poder. Uno no es más que el eufemismo del otro. Siempre uno debe dudar y preguntarse el por qué de las cosas. También me molesta la deformación de los conceptos. La deformación y el abuso de los conceptos implica su destrucción. Y así es como se destruyen los valores. Los derechos humanos son un ejemplo. Ahora a todo se le cataloga como un derecho humano. Yo creo que si hago una encuesta nadie será capaz de definirlos y delimitarlos, resultará que el abuso y el mal uso del término lo ha disuelto, desdibujado. Por si no lo saben: Derechos humanos son las facultades mínimas que tenemos o que se nos garantiza específicamente contra los abusos del Estado, y solo respecto de los abusos del Estado.
Ailin
no incluyas a todas las mujeres en tu comentario, no me identifico con nada de lo que tu dices.