Uno de los mayores problemas del Chile de hoy y que con el tiempo se ha transformado en la gran valla hacia el desarrollo, es nuestra política energética, que literalmente en la actualidad no existe. Desde la entrada de la nueva democracia en el año 1989, en primera instancia no fue tema y luego no se han tenido claros los caminos que debemos seguir, menos los conceptos, las necesidades y las estrategias que se deben tomar y por sobre todo los protocolos para actuar de acuerdo con lo que se requiere, en una realidad donde el medio ambiente y su protección se ha transformado a los días de hoy, en uno de los ítem más importantes de desarrollo de una nación y que en Chile hemos olvidado totalmente.
Haciendo un poco de historia, el único gobierno que tuvo cierta intención en generar una política energética de base para sustentar la matriz, fue Eduardo Frei-Ruiz Tagle (DC), pero lamentablemente se apostó por el gas natural argentino y se fracasó rotundamente con la intención, se privilegió el negocio ante la sustentabilidad del recurso y finalmente la gran apuesta y la inversión quedó en nada. Desde ese entonces el tema nos superó totalmente y se transformó con los años en un verdadero tabú para los diferentes gobiernos que sucedieron a Frei Ruiz-Tagle, que muy bien aprovecharon las transnacionales, que desde ese entonces se quedaron con la responsabilidad de cómo se produce esta energía, de dónde se extrae y transformaron la necesidad energética en un vil negocio; tanto es así, que se permitió la creación de una ley ambigua y poco representativa, donde los estudios de evaluación ambiental que sustentan estos proyectos, son realizados por las mismas transnacionales interesadas, que a la vez cuentan con evaluaciones poco claras por decir a lo menos, que finalmente nos han llevado a una realidad poco cómoda por decir a lo menos y de verdad complicada, al no tener el tema resuelto a esta altura del partido.
Aun no hemos tenido la capacidad de interiorizarnos en las diferentes variables de desarrollo, el costo real del buen uso del patrimonio natural y ambiental que poseemos, sin entender las verdaderas repercusiones de vida para los habitantes de las regiones pretendidas por los proyectos energéticos y lo que verdaderamente representa para el Estado chileno estas intervenciones irresponsables hacia el medio ambiente y las comunidades. No se entiende aun que se dejen de lado estas variables y lo que es peor aun, la nula capacidad de comprender la verdadera significancia de este valor y no se evalúa, como debería de ser a la hora de tomar las decisiones, sin entenderse que los costos posteriores, que no son menores, serán pagados para el mismo Estado de Chile, al tener que sacar de las arcas estatales las diversas soluciones a los problemas sociales y ambientales que acarrean las variables de intervención social, que no fueron tomadas en cuenta por las transnacionales, que es en forma indirecta una subvención insostenible al día de hoy a estos proyectos energéticos con el dinero de todos los chilenos, no son soluciones y si negocios entre privados.
Hoy ad portas de la llegada de una nueva administración a la Moneda y cuando las expectativas son grandes, debemos tener la capacidad de desarrollar una política energética de largo aliento, que permita tener claridad de las verdaderas necesidades del país y no sólo de las transnacionales para hacer sus negocios, entendiendo que la variable social es tan o más importante que la misma variable de negocios con la que se evalúan la intenciones en los diferentes proyectos energéticos en la actualidad.
Hoy ad portas de la llegada de una nueva administración a la Moneda y cuando las expectativas son grandes, debemos tener la capacidad de desarrollar una política energética de largo aliento, que permita tener claridad de las verdaderas necesidades del país y no sólo de las transnacionales para hacer sus negocios, entendiendo que la variable social es tan o más importante que la misma variable de negocios con la que se evalúan la intenciones en los diferentes proyectos energéticos en la actualidad.
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Milton
¡Eso! se me ocurrió una tontera brillante para compensar la «Tragedia» que significa un nuevo lago de agua dulce pequeño, profundizar la desembocadura dell lago General Carrera de tal forma de disminuir su superficie en 7000 ha….
veranadas
Que tiene que ver la ganadería con la matriz energética y el buen uso del recurso natural estimado???, reciclese………
Milton
Bueno, que usted sea un ganadero, parte del gremio que ha depredado Aysén, destruyendo sistemáticamente ambientes prístinos, y venga a hablar de las «Intervenciones Irresponsables sobre el medio ambiente» es como mucho.
Lo invito a revertir el desastre ambiental creado por su actividad, basta dejar la pradera sin ganado y en 50 años se recupera el bosque que su gremio quemó.
Como lo ha demostrado el Sr. Tompkins.
veranadas
Don Miltón, usted esta tan equivocado que de verdad sus comentarios son un chiste.
nelson padilla axt
Los que realmente «quemaron» Aysén no fueron los ganaderos, fué el Estado, que al igual que en la colonización o «apertura a la civilización» en la zona sur, hablemos desde Malleco al sur, incluyendo la colonización alemana, entregaba tierras a todos aquellos que fueran capaces de «limpiar» terreno, y cómo se hacía? mediante el fuego. Busquen en los libros de Vicente Pérez Rosales, «ajente del Estado» según la ortografía de la época quien dice en sus memorias haber pagado al caciquillo X, no recuerdo el nombre » para que quemara todo desde Valdivia a la cordillera» » de tal manera que cuando llegaran los colonos estuviera despejado», no sé si es textual pero algo así. Lo que quiero decir, es y fué la actitud de un estado centralista, que hasta el día de hoy se mira el ombligo el que causó todo esto. Y lo que se ve realmente»árido» en la regíón es la pampa, existen solamente alrededor de 1 millón de hás intervenidas por el hombre, con incendios y todo, de un total de 12 millones de hás que tiene la región, el resto es reservas y parques naturales, bosques nativos privados sin intervención, afortunadamente por su bajo valor maderero y cerca de 100 mil hás «reforestada» con pino por Mininco. Aysén es la mayor reserva nacional de bosque nativo y 7.000 hás inundadas puede parecer poco relevante para el sr Bertin, pero es significativo cuando el Estado, a través de privados, quiere sacar una vez más las brasas con la mano del gato de su desidia e irresponsabilidad del manejo energético(eléctrico) para satisfacer las necesidades, una vez más, de su ombligo.
Milton
Ciertamente, la gran tragedia de Aysen es la existencia de Ganaderos, que llegaron a depredar el área, quemando cientos de miles de Ha. de bosques para poder tener ganadería.
Pero Tompkins trajo la solución, hay que terminar con la ganadería, como lo hizo en todos los predios que compró, permitiendo que la sabia naturaleza se recupere por si misma, en 50 Años Aysén volverá a ser un gran Bosque. Adicionalmente Tompkins sostiene que HOY sus hectáreas dan más puestos de trabajo que cuando estaban destinadas a la ganadería.
Eso es solo para mostrar el tremendo techo de vidrio de los ganaderos, después que destruyeron cientos de miles de hectáreas, vienen a reclamar por un pequeño lago de agua dulce de apenas 7000 Ha. (más Chico que el Lago Rapel) ¿desde cuando un lago de agua dulce es un ataque al ambiente? Si así fuera, los apoyo en drenar el Lago General Carrera, en Aysén.