La idea de acabar con la educación pública, implementada hace 42 años con el proceso de municipalización, está ad-portas de cumplirse.
La educación pública está hoy agonizando por causas multifactoriales. Es muy miope pensar que sea solamente a causa del sistema de financiamiento. Y lamentablemente, no hay esperanzas y voluntad de que el Estado se haga cargo de un sistema que, cada vez atiende y congrega menos población escolar.
Abandono sistemático, falta de supervisión de los recursos, campo de batalla de todo, bolsa de trabajo de todos los sectores políticos que la administran, pésimas estrategias para hacer de ésta, una alternativa atractiva para la población (salvo honrosas excepciones) y la falta de anticipación a las políticas en este sentido.
Siempre reaccionando con la misma estrategia, lo que durante estos largos años sólo debilita más y más, precarizando la función que debiera tener el sistema público en sí. Dentro de los principios y lógica neoliberal, está precisamente debilitar lo público, lo estatal para ofrecer a la población la alternativa de lo privado. Y ese «mantram friedmiano» lo han seguido de manera tan exacta, que lo que se observa tiene más olor a gladiolos que a rosas primaverales.
La esperanza de encontrar solvencia en un servicio local, está sujeto a las autoridades de turno a nivel nacional y ministerial. Entonces el futuro no es muy auspicioso, adicionando que la llave para salvar la educación pública estuvo presente en la rechazada propuesta de Nueva Constitución, pues en el actual proceso, no hay posibilidad de un cambio real.
La otrora educación pública que fuera orgullo del país, yace hoy desangrándose sin muchas posibilidades de sobrevivir. Uno de los tiros de gracia precisamente fue la NEP, desde donde surge la implementación de los SLEP, luego la poca celeridad durante el gobierno anterior, la tecnocracia del actuar del actual MINEDUC y la escasa heurística y autocrítica de los actores directos del sistema hoy por hoy.
Esperando que las plegarias reviertan el inevitable desenlace o que al menos sea, lo menos doloroso para todos.
La llave para salvar la educación pública estuvo presente en la rechazada propuesta de Nueva Constitución, pues en el actual proceso, no hay posibilidad de un cambio real
Foto: Orlando Vera
Fotógrafo y Artista Visual
En Revista Revelarte N°5
www.revistarevelarte.cl
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