“Producir más calidad y equidad en educación”. No podía quedar más clara la declaración de principios del nuevo ministro de Educación, Harald Beyer, en su primera entrevista como tal (El Mercurio, sábado 31 de diciembre).
La palabra producir, mal que mal, tiene directa relación con la economía, en la medida en que representa su actividad central: la producción de bienes y servicios. En la lógica de los ingenieros y economistas que abundan –y sobran- hoy en el mundo de la expertise educativa, es lo mismo producir una lata de jurel que una “buena” educación. Ese criterio asume como premisas la eficiencia y efectividad por sobre una perspectiva pedagógica. Asume el resultado en cifras, a manera de indicador cuantitativo, como la principal medida de alcanzar buena educación (por eso todo lo mide en SIMCE-PSU y balances contables y defiende el lucro como estímulo). Por eso los “expertos” hablan de “producir” calidad y equidad sin arrugar la nariz, en la medida en que han extendido criterios empresariales a la educación, incluso a la esfera pedagógica.
En consonancia con lo anterior, ¿se puede generar “más” calidad y equidad? ¿Se trata de elementos cuantificables? En efecto: determinados indicadores convertidos en números nos han permitido ponerle el cascabel a la crisis de la educación, en materias como la segregación por origen socioeconómico o la expansión del pago de las familias por la educación, desde la enseñanza preescolar a la superior; todos son elementos relevantes convertidos en cifras de por qué este sistema educativo está mal. Sin embargo, no se trata de mejorar los indicadores, sino de transformar cualitativamente las condiciones de la educación. Por ejemplo, para “más equidad” no se puede reducir el problema de la segregación escolar a que “los pobres” saquen un mejor SIMCE. Una buena educación para todos implica que nos encontremos todos en la escuela como premisa de una sociedad democrática. El problema de la calidad es, valga la redundancia, cualitativo y no cuantitativo. No se puede medir la calidad. Tanto estudios internacionales como los propios actores educativos han reiterado que la calidad debe considerar aspectos integrales de la formación y desarrollo de las personas, no sólo en habilidades cognitivas, sino también en formación ciudadana, arte, deporte, entre otros.
Se podrá considerar que hay algo de saña en querer reducir las intenciones del ministro a dos palabras. Pero eso aplica sólo a quienes no conocen su trayectoria, desde el Centro de Estudios Públicos (think tank de la derecha chilena), como férreo defensor del modelo actual. Es desde ahí donde no queda duda que decir “producir más” no es ni circunstancial ni antojadizo, sino que resume con precisión el paradigma educativo que promueven tanto el ministro como el gobierno y su coalición.
No se trata de descalificarlo a priori ni menos de desearle fracaso. Más aún, recogemos otra frase de la citada entrevista: “Yo soy una persona que se deja convencer”. Esperamos sinceramente que se deje convencer, a diferencia de sus antecesores, que los planteamientos del movimiento social por la educación representan el camino adecuado hacia una educación de calidad para todos.
* René Varas es secretario ejecutivo del Foro Educación de Calidad Para Todos
——
Foto: www.theclinic.cl
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad
danielg
¿En que momento nos convencieron que los beneficios de vivir en sociedad tienen que generar utilidades a corto plazo? Y me refiero a las utilidades que todo actor de este circo emocional llamado mercado espera obtener cuando ha realizado su inversión; el beneficio a corto plazo, no importando y postergando indefinidamente las proyecciones que esos beneficios tienen sobre la convivencia ciudadana.
¿Cuándo dejamos de ser ciudadanos, estudiantes,pacientes, para ser simplemente clientes, de un sistema sobre el cual lo único importante son sus beneficios a corto plazo. La prebenda que el gobierno de turno y sus esbirros pretenden obtener en el ejercicio de su función al servicio del país?.
No le creo a mister Beyer. No le creo simplemente por que es una persona que, muy a pesar de esa frase paquetona de «soy alguien que se deja convencer», lo veo como un personaje rigido e inflexible en su posición. No le creo que por que vista la postura de este gobierno y de la falta de huevos d ela clase politica intentará, por todos los medios minimizar las consecuencias de la gran pregunta que aun está sobre la mesa y que nadie quiere levantar como bandera, salvo los estudiantes y una masa no menor de ciudadanos aburridos de ver como nos han dado vuelta la espalda y han hecho sus negocios sin ningún pudor.
peon
Sería interesante ver al ministro produciendo, embalando y distribuyendo unidades de calidad y equidad en el sistema educativo…
A pesar de ello, si sería posible asociar incrementos marginales de servicio a una función de educación que pueda escoger las variables y parámetros adecuados…
Tu postura tiene un lado defendible, pero, también un lado no defendible, porque si vemos los sinónimos de la palabra «producir» podremos con mayor claridad comprender lo que ha querido decir el ministro de educación, el que tal vez tuvo cierto desliz por haberse educado en un sistema educativo de baja calidad o que se dejó llevar por la experiencia que había acumulado su cerebro produciendo, tal como argumentas…
Argumentos o razones más o menos, supuestos o conjeturas al por menor o al por mayor, lo cierto ha de ser que el ministro viene a hacerle la pega a un Gobierno que tiene una posición claramente pre establecida y que con seguridad no propiciará un ambiente privilegiado para fortalecer las negociaciones estudiantiles…
klfjdlskf