Ser dirigente estudiantil, sindical, político o empresarial jamás ha sido simple. Es una tarea que requiere de esfuerzos y gran dedicación, pero manipular calificaciones y asistencia para desvincular a un estudiante de su casa de estudio parece ser una estrategia política que desprestigia las películas de El Padrino por ser tan burdas y poco nobles a las formas de generar desprestigios.
Alguien podría decir que la persecución a personas no existe, que eso era en tiempos en que la comunicación digital no existía y las noticias se sabían rápidamente, y que nuestro sistema democrático estaba en favor de los dirigentes políticos fueren del sector que fueren. Pareciera que eso se les olvidó a los administradores de la Universidad Pedro de Valdivia, sí, la misma que está cuestionada por problemas de acreditación y uno que otro problema financiero.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Pedro de Valdivia sede Antofagasta, Andrés Rojas Gaona, es alguien a quien conozco de cerca por el trabajo que se ha llevado a cabo entre las universidades privadas desde el año 2012. Su situación es compleja y lamentable. La persecución de la que ha sido objeto por colaborar en investigaciones y denunciar los problemas que la UPV tiene hasta hoy, no tiene cabida en la labor de quienes seguimos y trabajamos en la dirigencia estudiantil para modificar y perfeccionar el sistema educativo chileno.
Ser dirigente estudiantil, sindical, político o empresarial jamás ha sido simple. Es una tarea que requiere de esfuerzos y gran dedicación, pero manipular calificaciones y asistencia para desvincular a un estudiante de su casa de estudio parece ser una estrategia política que desprestigia las películas de El Padrino por ser tan burdas y poco nobles a las formas de generar desprestigios.
El 20 de septiembre de 2011 un grupo de diputados DC, RN y PRI, presentaron un proyecto de ley que parece un voladero de luces. Otorga fuero a los dirigentes estudiantiles de enseñanza media y superior, sean centros de alumnos o federaciones de estudiantes. Pero es un proyecto que sigue detenido en la Comisión de Educación de la Cámara, a sabiendas que el conflicto universitario es cada vez mas mediático y poco favorable para las casas de estudio.
El boletín 7915 de la Cámara de Diputados alberga este proyecto de ley que, por lo demás, clarifica las fallas que tiene la Ley General de Educación, el Decreto N° 524 de 1990, como lo que sigue:
“Los dirigentes estudiantiles secundarios pueden eximirse de algunas responsabilidades académicas como asistir a clases, cumplir con los horarios, realizar sus exámenes o tareas, etc., pero ello siempre es mediado por la autorización previa de alguna autoridad escolar.
Los dirigentes estudiantiles de educación superior en cambio, conforme a la autonomía de que disponen como personas adultas, pueden no realizar sus actividades académicas pues no son coaccionados para ello o pueden realizar las actividades que le son propias como líderes, pero en ambos casos, están igualmente expuestos a consecuencias y/o sanciones de diversa índole (académicas, disciplinarias, pecuniarias, etc.)”.
¿Será el caso de Andrés Rojas la excusa para reactivar este proyecto de ley, para que nuestros representantes en el parlamento ofrezcan a la labor política una razón más para seguir creyendo en ella y colaborar con su acción al fortalecimiento a la dirigencia estudiantil?
Comentarios
31 de enero
KUACCCKKKKK
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31 de enero
LE PASÓ POR QUE NO REPRESENTA A NADIE.
A ESE GIL NADIE LO CONOCE Y LA UPV TIENE VARIOS DIRIGENTES QUE NO TIENEN PROBLEMAS POR QUE SI VAN A CLASES Y TIENEN NOTAS PARA APROBAR CADA RAMO.
LA POLITICA DE RECLAMAR POR RECLAMAR YA NO ESTÁ DE MODA Y ESTE TARADO NADA SABE DE POLITICA.
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