Desde hace décadas que el país busca con desesperación la segunda revolución exportadora. Es decir, colocar en el centro del motor del desarrollo el agregar valor a nuestros productos de exportación. Para ello, la tecnología, el empleo y la calificación de los trabajadores y profesionales necesitan de un “salto cualitativo”.
Esta necesidad debe ser interpretada por la clase política; su rol es proveer el marco necesario para lograr esta revolución exportadora y su primera gran tarea, es realizar un cambio estructural en el Sistema Educacional chileno.
Se ha afirmado, por parte del empresariado y economistas, que se necesita un tipo de cambio alto para favorecer los retornos y con ello la inversión en infraestructura tecnológica.
Ese momento llegó. Si bien el tipo de cambio no es favorable en la coyuntura por la constante devaluación del dólar americano, los vaivenes del euro y la caída del yen, no es menos cierto que los precios de nuestros “commodities” no pueden ser más favorables. Y pareciera que el sostenido crecimiento de China, India, Rusia y Brasil permitirán que las décadas venideras sean favorables para con la sustitución de tipo de cambio por el alto precio de nuestras materias primas de exportación.
“Abramos las anchas alamedas” para que nuestros hijos, nietos y las generaciones venideras se inserten en un mundo altamente competitivo y global dentro de las 30 economías más solidas del planeta.
El necesario marco jurídico-político o institucional debe comenzar con el sistema educacional y la metodología del pizarrón y la tiza debe desaparecer del aula y dar paso a la metodología de proyectos y la metodología dual. Es decir, clases formales acompañadas de prácticas dirigidas para nuestros educandos.
La competencia sana, la solidaridad y la vocación deben ser los pilares valóricos en que se sustente este nuevo sistema educacional. Estos tres valores se pueden desarrollar en el trabajo en equipo y sus sistemas de relaciones de producción. Los alumnos, al término de su enseñanza, deberán ser capaces de elaborar tesis de graduación, lo que les permitirá traspasar las fronteras de la originalidad y la creatividad. Quienes califiquen estas tesis de grado a nivel de enseñanza media o pre-profesional deberán estar dotados de las experiencias y formación docente del más alto nivel. Ya no será patrimonio de los profesionales universitarios elaborar tesis de grado, por cual los estándares de calidad del profesorado chileno deberá pasar de un nivel de graduado a doctorado paulatinamente y perfeccionamiento constante en la enseñanza básica y media. Las exigencias del mundo moderno las plantean y debemos estar a la altura de las circunstancias, para lo cual el Estado en su conjunto debe realizar un esfuerzo económic
o y financiero gigantesco.
Para desarrollar el valor de la solidaridad es fundamental fortalecer las vocaciones en nuestros alumnos. Si un alumno que decida orientarse por la salud humana, el currículo debe contemplar obligatoriamente el desempeño guiado en hospitales, postas, consultorios asilos de ancianos y haga su “vocación” con la sensibilidad propia de los adolescentes en estos ambientes. Mismo ejemplo debe darse con los “preparadores o petiseros” que se desempeñan en el mundo ecuestre, fuerte formación biológica-veterinaria, y practica en los hipódromos o planteles ecuestres. Así, en todas las áreas.
Cada una de estas especialidades a nivel de enseñanza media debiera tener una formación obligatoria en educación cívica, economía de empresas, ecología y desarrollo sustentable y con ello establecer criterios de selección para ir formando talentos emprendedores por vocación para afianzar el liderazgo del desarrollo productivo con apego al cuidado del medio ambiente en las comunidades donde se desempeñarán.
Estas especialidades, que durarían entre 2 y 3 años, terminarían con la enseñanza científico-humanista y técnico profesional, para dar paso a que todos los establecimientos sean polivalentes y geográficamente concentren las especialidades. Sería ilógico instalar en Puerto Montt por ejemplo la especialidad de Técnico Minero, si toda la actividad económica se da en el Norte Grande del país y en el centro. Probablemente en Puerto Montt se desarrollarán carreras como Técnico en Acuicultura, Pesca, Forestal y todas las especialidades para proveer de personal calificado a la industria de los servicios.
La estructuración del sistema debiera ser modular permitiendo la continuidad de los egresados en la enseñanza superior en las profesiones afines existentes.
Enseñanza básica:- Su duración tendría nueve años y los objetivos generales de ella serían preparar la base valórica y conductual para enfrentar la enseñanza polivalente y sus especialidades, la identificación y adquisición de los valores patrios, economía domestica y cívica, educación vocacional, derechos humanos, vida comunitaria. La formación científica y en ciencias exactas y matemáticas y tecnologías de la información constituirán los principios básicos del currículo para entrar a la enseñanza media preprofesional.
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Foto: Chile Ayuda a Chile / Licencia CC
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